Recordando a Gabriel Celaya en el aniversario de su
nacimiento, con un fragmento de la entrevista que le realizó Manuel Vicent
recogida en el Libro "Retratos".
"Cuando cayó Bilbao, mi batallón se entregó
entero, formado. Pero yo soy muy cobarde y no me entregué como capitán, sino
como gudari solitario, es decir, me arranqué las estrellas y me presenté como
soldado raso. Aun así estuve a punto de palmar. A los otros capitanes compañeros
los fusilaron al día siguiente delante de mí. Yo me libré por influencias. Ni
siquiera me juzgaron. Resulta que desde 1935 tenía yo una novia, cuyo padre,
cuando las tropas de Franco ocuparon Bilbao, fue nombrado gobernador militar de
Guipúzcoa. Este hombre destruyó mi expediente, y eso fue un chantaje porque me
obligó a casarme con su hija. El miedo es ciego. Viví con aquella mujer siete
años en vida reglamentada, pero te puedes figurar de qué manera: matando el
tiempo sin tomar la decisión de separarme. Mientras no encuentras otra mujer no
te atreves a dar el paso. Mis planes de ser escritor en Madrid no se habían
arreglado, y después de la guerra me quedé de ingeniero en nuestra fábrica de
San Sebastián, porque mis amigos estaban en el exilio, en la cárcel o muertos.
Hasta que en 1946 conocí a Amparo y decidí cambiar de vida".
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