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3500. Un sol incoloro. Juan González del Valle, un intelectual gallego asesinado en el Castillo de Hartheim (1941)

Escritor, poeta, ensayista, académico correspondiente de la R.A.G., catedrático de Lengua y Literatura en varios institutos durante la II República y la Guerra de España, exiliado en Francia, deportado a un campo nazi, asesinado cuando contaba 43 años. Esto es todo lo que se conocía del coruñés Juan González del Valle y González de la Vega, un todo que era apenas nada.


Si ha existido una persona desde hace años interesada en su trayectoria ha sido el profesor Don Xesús Alonso Montero. Por ello, cuando desde la A.R.M.H. me ofrecieron la posibilidad de investigar sobre la vida y obra del malogrado catedrático, no dudé en aceptar la tarea, pensando en Don Xesús, y en mi deseo de devolverle tan solo un poco del conocimiento que él nos ha regalado a lo largo de los años.

 

He de destacar el valioso trabajo de recuperación de la vida y obra del intelectual coruñés, realizada por Don Miguel Longo Formoso, recogida en Juan González del Valle (1898-1941) grácil poeta, sutil prosador, editado por Coruña Historia y Turismo en 2006 y 2007.

 

«¿Qué habrá sido de Juanito del Valle?» Se preguntaban Lois Tobío, Borobó, y hasta el mismo expresidente de la República portuguesa, Bernardino Machado, en una carta a Álvaro Cebreiro.[1] En las páginas de este libro, escrito desde el respeto que debemos siempre a las víctimas, hay algunas respuestas.

 

Juan González del Valle era un intelectual gallego. Aunque tan solo se le conoce un texto en lengua gallega, el prólogo de Valentín Lamas Carvajal. Poesías, una selección de obras escogidas del poeta, único libro que publicó, dejó, sin embargo, múltiples huellas en revistas y periódicos de la época en que le toco vivir. Además de las revistas Casa América Galicia, Vida, Alfar, Ronsel y Galicia, publicó en la onubense Papel de Aleluyas, en la segoviana Manantial, en la francesa Mamomètre, y en El Pueblo Gallego. Durante la Guerra de España colaboró con Hora de España y Nova Galiza.

 

No se aprecia en sus textos ni un átomo de compromiso político, ni antes, ni durante la Guerra de España. Sin embargo, según relató Raimundo García Domínguez, “Borobó”, que le conoció en Madrid en el centro de instrucción para los voluntarios de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (F.E.T.E), adscritos al Batallón Félix Barzana, cuando las fuerzas facciosas se aproximaban a la capital de la República, Juan González del Valle no dudó en  movilizarse para defenderla.

 

En el Diccionario Biográfico del Socialismo Español de la Fundación Pablo Iglesias, comprobamos que Juan González del Valle fue miembro de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la U.G.T de A Coruña y que formó parte de las Milicias de la Cultura en el Batallón Félix Barzana organizado por la FETE-UGT.[2]

 

Defensor de la legalidad del gobierno republicano, no combatió con las armas, pero sí lo hizo con las letras, pues pasó casi toda la contienda impartiendo la docencia hasta que se vio obligado a partir camino del exilio en busca de una libertad incierta y con la tibia esperanza de iniciar una nueva vida. Pero ni tan siquiera esto le fue permitido.

 

En el inicio del exilio, a pesar del desgarro de la lejanía de la tierra por la que había luchado para alcanzar una sociedad más libre, se sintió tan agradecido del acogimiento por parte del país vecino, que quiso alistarse a la Legión Extranjera para devolver a Francia un poco de lo que Francia había hecho por él. Nunca tomaron en serio su solicitud de alistamiento.

 

Tal vez llegó a albergar la esperanza de cruzar algún día en libertad la frontera que le separaba de España, de regresar a su tierra gallega, pero Francia, el país que él consideraba amigo, no titubeó en colaborar con los nazis y con las autoridades franquistas para expulsar de sus fronteras a los “rojos españoles”. Así fue como Juan González del Valle fue sacado a la fuerza de Angouleme, el lugar que consideraba un refugio, y un día de agosto de 1940 es deportado al campo de Mauthausen, donde sin duda comenzó a morir lentamente con poco más de cuarenta años.

 

Raimundo García Domínguez,“Borobó”, pidió a Isaac Díaz Pardo que se investigara la historia de Juan González del Valle, que su obra dispersa fuera publicada y ese deseo se cumple en parte con este libro. Ahora queda que las autoridades de A Coruña cumplan el resto, y que  como pedía “Borobó” en breve podamos leer el nombre de Juan González del Valle en un instituto de la ciudad que le vio nacer.

 

Cuando el pasado está más presente que nunca, recuperamos su historia sepultada en múltiples capas de olvido, para mostrar las luces y las sombras de un hombre atrapado en dos guerras, al que la intolerancia y el horror nazi le hicieron padecer un sufrimiento sin medida y le arrebataron el bien más preciado: la vida. Un hombre, a quien debemos, hoy y siempre, recuerdo, reconocimiento y homenaje, porque en este país tan precario en Memoria, hay que seguir insistiendo en que el olvido es inadmisible.

 

 

María Torres Celada


Introducción al libro Un sol incoloro. Juan González del Valle, un intelectual gallego asesinado en el Castillo de Hartheim (1941), editado por La ARMH junto al colectivo de familiares de deportados Triángulo Azul y la editorial Alkibla, 2023.

 

El libro se puede adquirir a través de la Web de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.




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[1] Busto Aballe, Humberto: Epistolario portugués de Álvaro Cebreiro. Actas do IV Simposio Internacional Luso-Galaico de Filosofía, noviembre 2002, p. 336

[2] Fundación Pablo Iglesias. URL: https://fpabloiglesias.es/entrada-db/gonzalez-del-valle-juan/






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