- Excelencia, ¿Cuál es su opinión acerca de ruptura de relaciones entre Inglaterra e Italia?
Nosotros, los españoles, lamentamos profundamente esta rotura moral entre Inglaterra e Italia ya que siempre hemos estimado y anhelado el buen entendimiento con la Gran Bretaña como un principio de nuestra política internacional. Cuando terminemos de salvar a España nos queda la labor fundamental de recuperar nuestra actividad política internacional ya que nos encontramos predestinados, por nuestra situación geográfica, a desempeñar un papel de constantes mediadores. En esto consiste nuestro imperialismo.
- ¿Qué tiene previsto hacer su Gobierno en la Sociedad de Naciones?
Cuando dominemos todo nuestro territorio tomaremos a nuestro cargo los compromisos internacionales de España. En diversas ocasiones España salvó la paz en Ginebra y así volveremos a ocupar nuestro puesto en la liga ginebrina
- ¿Entiende los recelos del Gobierno francés a su persona?
Francia encuentra en su pasado razones para ser recelosa acerca de su seguridad. Nuestra amistad con Alemania e Italia se basa en hechos desde que comenzó esta guerra. Pero voy a contestar con lealtad de soldado en la parte que a mí personalmente me respecta.
Se lo digo a los franceses: no creo justificados vuestros recelos. Creo que no debéis recelar del oeste sino de vuestra propia casa que es donde se encuentra el peligro. Lo único comprensible es que alemanes, italianos y portugueses no están dispuestos a que España se convierta en una colonia soviética. Para realizar nuestra resistencia no se ha pedido ningún compromiso a nuestros amigos.
- ¿Estaría dispuesto a firmar un tratado incondicional de no agresión con Francia?
Con la mejor de las voluntades siempre que los dos países lo deseasen y que esto no fuera desagradable, según creo yo, a cualquiera de nuestros amigos.
- ¿Quiere decir algo más Excelencia?
Sí, somos nacionalistas españoles y estamos decididos a mantener la independencia de España librándola de cualquier hipoteca que pesara sobre el futuro estado.
Le Journal de Paris
12 de junio de 1937
La memoria solo falla a una parte
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