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979. Cuando España tuvo miedo a Rusia




María Torres / 12 Junio 2014

Cuenta Ramón Ramos en su libro "¡Que vienen los rusos!", que hubo una época en la que los visados españoles llevaban un gran sello que ponía: "Este pasaporte es válido para todos los países del mundo excepto Rusia y los países satélites".

Ese tiempo, como os podéis imaginar, el era el franquismo. El dictador aún no se había curado -la verdad es que no se curó nunca- de la psicosis de "La horda roja". Seguía viendo la conspiración judeo-masónica por todas partes, incluídos los campos de fútbol. Esto hizo que en el año 1960 España renunciara a jugar la primera edición de la Eurocopa, a pesar del buen momento que vivía el fútbol español.

En 1958 el Gobierno franquista acordó que ninguna selección española se inscribiera en competiciones en las que pudiera darse la posibilidad de enfrentarse a Rusia. No entraba en los planes que una nación "grande y libre" cayera derrotada por los comunistas, aunque el arma fuera un balón. A pesar de ello, Lafuente Chaos, presidente de la Federación Española de Fútbol, inscribió a la Selección Española comandada por Di Stéfano, Kubala y Luis Suarez pensando en que era prácticamente imposible que llegara a enfrentarse con Rusia y de hacerlo, existían muchas opciones de victoria.  Pero los rusos llegaron a los cuartos de final donde se debían enfrentar con España el 29 de mayo en Moscú y el 9 de junio en Madrid.

En esta Eurocopa los partidos de octavos se disputaban un año antes y los de cuartos diez meses después. España jugó el primer partido de la competición en Chorzow (Polonia) el 29 de junio de 1959, correspondiente a la ida de los octavos de final.  Ante Polonia se impuso por 2-4. Di Stéfano y Luis Suárez fueron los goleadores. En la vuelta, jugada cuatro meses después, España ganó por 3-0 con tantos de Gento, Gensana y Di Stéfano.

El 24 de mayo de 1960, cinco días antes del partido de ida, el Consejo de Ministros decidió a mano alzada la renuncia de España a jugar la eliminatoria. Cuentan que Carrero Blanco y Alonso Vega, ministros de la presidencia y gobernación,  temían en su paranoia una posible derrota ante los soviéticos. Se redactó un breve comunicado que fué publicado en ABC el 26 de mayo, cuyo texto era el siguiente: "EL PARTIDO ESPAÑA-RUSIA SUSPENDIDO. La Federación Española de Fútbol ha comunicado a la FIFA que quedan suspendidos los encuentros de fútbol de las selecciones nacionales de España y de la URSS valederos para la Copa de Europa de Naciones".

La Federación Española que ya había publicado la lista de los veinte jugadores convocados, intentó por todos los medios convencer a Franco para que revocara esta decisión. Su presidente intentó buscar una solución y propuso jugar en campo neutral, jugar los dos partidos en Moscú, o incluso renunciar a los derechos económicos. Los rusos no aceptaron ninguna de estas opciones, trasladaron el asunto a la UEFA que decidió expulsar a España de la Eurocopa con sanción de dos mil francos suizos, aprobando de esta forma el pase automático de los soviéticos a la fase final, mientras que en el diario Pravda el titular de la noticia rezaba: "el régimen fascista español tenía miedo al equipo del proletariado soviético".

En cuanto a España,  la decisión ya estaba tomada por los conservadores ministros del régimen y Franco, todopoderoso, no podía cambiarla. A menudo le bombardeaba la imagen de una delegación de comunistas en Madrid y le producía pesadillas que en el Bernabeu ondearan banderitas rojas con la hoz y el martillo ahora que era aliado de los americanos.

La censura hizo todo lo demás silenciando a la totalidad de los medios para que no transcendiera la prohibición. Tan solo una tardía y escueta nota en la prensa nacional. En la prensa europea el titular fue: "El fútbol es víctima de la Guerra Fría" y se justificó la renuncia española por el incidente del U-2, un avión espía norteamericano derribado hacia pocos días.

Los jugadores seleccionados se enteraron de que no habría partido cuando ya estaban concentrados y unas horas antes de emprender el vuelo hacia Moscú.

La final se jugó en el Parque de los Príncipes de París el 10 de julio de 1960 ante casi dieciocho mil espectadores. El resultado: Rusia 2 - Yogoslavia 1. Cuatro años después España acogió la final de la Eurocopa que se disputó en el Estadio Santiago Bernabeu entre las selecciones española y soviética. El mítico gol de Marcelino dió la victoria a España ante la mirada del caudilloporlagraciadedios acomodado en el palco de honor y una bandera roja con la hoz y el martillo ondeando al viento.













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