Por Pepe
Gutiérrez-Álvarez / Kaosenlared / 6
diciembre 2015
De una manera u otra, el anarcosindicalismo ha formado parte
del paisaje del cine sobre la guerra contra los militares-fascistas. Esta
presencia comenzó a hacerse notar en los años sesenta, y desde entonces no ha
hecho más que crecer. Sobre todo en el terreno del documental. Lo que sigue es
una filmografía comentada en los títulos menos conocidos, y forma parte de un
proyecto más general.
1961
La fête espagnole (Francia,
Jean Jacques Vierne) Productor: José Benazeraf. Guión: José Bénazéraf basado en la novela
de Henri-François Rey. 100 m. Intérpretes:
Peter Van Eyck, Daliah Lavi, Roland Lesaffre. La Fête Espagnole es un título irónico
refiriéndose a la Guerra Civil española, el escenario de este drama de 1930 que
trata “sobre el romance, la política y los caprichos inhumanos de la guerra,
está basado en una novela de Henri-François Rey y desde una posición crítica de
la “barbarie roja”; el libro fue editado en 1965 por Plaza&Janés, y su
autor gozó de un considerable prestigio en la época, muestra de ello sería la
adaptación de otra suya, Los
organillos. Su director, que había sido ayudante de
Jules Dassin, tuvo una carrera muy pobre y limitada, y su productor y guionista
gozaría de una cierta fama al final de década como de películas que aquí
se llamarían “cine S”.
1962
Mourir à Madrid (Francia,
Frédéric Rosbif) Guión: Frédéric Rossif, Madeleine Chapsal. Música: Maurice
Jarre. Fotografía: Georges Barsky
1963
¿Por qué morir en Madrid? (España,
Eduardo Manzanos Brochero) Deleznable documental oficial franquista que
pretendía ofrecer una respuesta al de Frédéric Rossif. El autor es el
responsable de títulos como Suspenso
en comunismo (1955), Proceso
a Gibraltar (1967), y Canciones
de nuestra vida (1975), en este último caso en “respuesta” a
la obra maestra de Basilio Martin Patino, Canciones
para después de una guerra. A pesar de ser un encargo oficial, el empeño fue tan lastimoso que ni tan siquiera tuvo una distribución normal.
1964
Le Mur (Francia/Italia, Serge Roullet) Adaptación
de una emblemática obra de Jean-Paul Sartre, muy afectado por el curso de la
guerra española muy influenciado por Malraux y Paul Nizan. Tras ser capturados
durante la Guerra Civil española, un grupo de prisioneros esperan su ejecución.
Mientras llega el momento de su ejecución compartirán recuerdos en la celda. Es
una de las obras más conocida de su realizador, más abocado al
documental.
1965
Golpe de mano (España).
Dirección y guión: José Antonio de la Loma. Fotografía: Mario Pacheco. Música:
Gianni Marchetti. Intérpretes: Simón Andreu, Patty Shepard, Daniel Martín,
Rafael Hernández, Frank Braña, Fernando Sancho, José Calvo, Antonio Casas,
Adriano Domínguez. Una de las escasas películas españolas que durante el
franquismo trato de imponer un poco de objetividad a una historia de la guerra.
El militar José Manuel Fernández dice que “quizás” sea “la primera película que
abordaba co cierta rigurosidad los puntos de vista de uno y otro bando” (2009;
160), lo que hay que traducir más verazmente porque “quizás” sea la primera en
la que los “rojos” no son unos meros desalmados. Es recordable por su tono,
digamos liberal conciliador. Paradójicamente, en su trama hace su aparición un
personaje de “malo” tan emblemático como, Valentín González alias “El
Campesino” que visita el frente donde es bien recibido. En el lugar se sugieren
las contradicciones entre comunistas y anarcosindicalistas por meros motivos
ideológicos, aunque matizadas por un fondo de mutua admiración, de una amistad
viril propia del “western”. Hay una secuencia en la que “El Campesino” se
encuentra con un dinamitero asturiano, cuya cometido (volar un puente) sabe que
va a cumplir, por lo que le dice: “Eres anarquista, pero te conozco bien y sé
de lo que eres capaz”. Anotemos que en el momento de su producción ya
enemistado con la URSS y el PCE, y su “ajuste de cuentas” había sido publicado
legalmente con la ayuda de Julián Gorkin.
La Via lactea (La Voie lactée, Francia, Luis Buñuel) Producción: Serge Silberman; Director de producción: Ully Pickard. Guión: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière. Fotografía: Christian Matras. 101 min. Intérpretes: Laurent Terzieff, Paul Frankeur, Edith Scob, Alain Cuny, George Marchal.
La orilla (España,
Luis Lucia) Productor: José Antonio Cascales Benito Perojo. Guión: Luis Lucia, Florentino Soria. Música: Alfonso G. Santisteban. Intérpretes: Julián Mateos, Dyyanik Zurakowska, Tomás Blanco, Álvaro de Luna, María Isbert, Lola Lemos, Antonio Pica, María Dolores Pradera, Antonio del Real, Tina Sáinz, Yelena Samarina. Inenarrable muestra de producción franquista presuntamente "aperturista", obra del cineasta
responsable de Marisol niña, y de algunos de los más exitoso engendros de la
productora Cifesa como Esta
voz es una mina (1955) donde los proletarios se divierten
trabajando en los pozos y además pueden escuchar cantar a Antonio Molina.
Cuenta una historia increíble: durante la guerra civil española, Juan, un
teniente anarquista (Julián Mateos, uno de los protagonistas de Los atracadores) que ha
resultado herido durante un golpe de mano, llega malherido a un convento de
monjas, a cual más angelical. Las hermanas, movidas por un sentimiento de
caridad, deciden esconderlo, de manera que acabará olvidándose de sus ideas,
sobre todo cuando comprueba que un capitán del “bando nacional” le demuestra la
nobleza y la gallardía de un caballero español, perdonándole la vida. A partir
de ese instante, el teniente se siente tanto huésped como prisionero de las
religiosas…La película fue interpretada como un “guiño” a los anarquistas dado
que los malos, malos de vedad son los comunistas. Sin el menor sentido del
humor, el teniente coronel José Manuel Fernández la define como “todo un
ejemplo de producción comprometida que era capaz de abordar temas espinosos
durante los últimos años del franquismo” (2009; 278).
1972
Durruti. Biographie einter Legende (RFA)
D.Hans Magnus Enzensberger. Documental basado en el ensayo del autor
titulado El corto
verano de la anarquía.
1973
Las
dos memorias (Les Deux mémoires, Francia, Jorge Semprún) Único filme
dirigido por el escritor y guionista, Jorge Semprún, en una época en la que
ejercia de intelectual marxista comprometido, amén de autor de guiones para
películas “políticas” de autores como Costa-Gravas o Alain Resnais. Ante su
cámara hablan gente como Santiago Carrillo, Simón Sánchez Montero, Federica
Montseny, José Peirats, Manuel Irujo, Juan Andrade, André Malraux, Lucio Losa,
J. M. Gil Robles, Wilebaldo Solano, Dionisio Ridruejo, Fernando Claudín,
Gabriel Jackson, Ian Gibson, el abad de Montserrat, Juan Goytisolo, Xavier
Domingo, José Martín Artajo, Carmen Claudín, Lucy Durán, María Casares, Raimon,
José Meneses e Yves Montand.
La prima
Angélica (España, Carlos Saura) Al cabo de los años, Luis
vuelve a Segovia trayendo desde Barcelona los restos de su madre para
inhumarlos en el panteón familiar. Allí pasaba los veranos, en casa de su tía
Pilar y la prima Angélica. La guerra civil retuvo a Luis en Segovia, lejos de
sus padres y la convivencia con Angélica despertó sus primeros sentimientos amorosos.
El hombre evoca aquellos días y vuelve a su infancia con una prima Angélica
casada y madre de una hija Una de las películas más conseguidas de Saura bajo
la dictadura. Utilizando el esquema narrativa de Bergman en Fresas salvajes, el personaje actual interpretado por un muy adecuado José Luís Vázquez, se
introduce en unos viejos recuerdos que le llevan directamente a los años
vividos durante la guerra civil en una pequeña ciudad de provincias
(probablemente aragonesa). La prima Angélica se convertirá de esta manera en la
adolescente a la que amó siendo un niño, y en la mujer casada actual (Lina
Canalejas, una actriz que tuvo sus mejores oportunidades gracias Fernán Gómez).
El detalle que uno de los patriarcas familiares (Fernando Delgado) fuese un
arquetipo de fascista, y que tuviera que hacer el saludo a la romana por tener
que llevar el brazo escayolado, provocó las iras de los adictos al régimen que
tuvieron que “tragar” la ofensa, entre otras cosas porque la película fue
premiada en Cannes. El “escándalo” contribuyó aún más a su éxito. Las
referencias a las milicias de la CNT aparecen como una amenaza para la familia
derechista durante la guerra.
1975
Las largas vacaciones del 36 (España, Jaime Camino)
Productora: José Frade. Guión: Manuel Gutiérrez Aragon Jaime Camino.
Fotografía: Fernando Arribas. Música: Xavier Montsalvatge. Intérpretes: José Sacristán, Concha Velasco, Francisco Rabal, Analía Gadé, Ismael Merlo, Ángela Molina, Vicente Parra, Charo Soriano, José Vivó. Durante
el verano de 1936, el alzamiento y la consiguiente guerra civil, sorprenden a
muchas familias de la burguesía barcelonesa en plenas vacaciones. En un
pueblecito cercano a Barcelona varias familias amigas deciden seguir en sus
casas de verano hasta que termine la guerra. Para los niños se convertirán de
esta forma, en unas largas e inesperadas vacaciones. Entre los mayores las
actitudes serán diversas según se recrudece el conflicto. Los bombardeos de
Barcelona y la prolongación de la guerra harán escasear los alimentos, lo que
dará lugar a insospechadas peripecias para conseguir comida y al enfrentamiento
de las familias amigas. Más dotado para el documental que para la ficción,
en este caso Camino consiguió un éxito y un reconocimiento (amén de numerosos
problemas con la censura que cortó la escena final que describe la entrada de
las tropas moras en Barcelona) con esta película que narra las “largas
vacaciones” de algunas familias burguesas catalanas que huían de la revolución
y de la guerra, por este orden. Camino describe el lugar como microcosmo en el
que tiene lugar los conflictos de la sociedad catalana, las propias
contradicciones entre republicanos y fascistas en las mismas familias
burguesas, las diferencias entre estas y el servicio, destacando entre estos
últimos la toma de conciencia cenetista del personaje de la criada interpretada
por Ángela Molina. Francisco Rabal interpreta magistralmente a un viejo maestro
de raigambre machadiana, ya viejo y cansado, y que recuerdo en cierta medida al
propio poeta.
1976
Entre
la esperanza y el fraude (España 1931-1939) Documental (78 m) de
carácter abiertamente militante realizado por la Cooperativa Cinema Alternatiu,
y en que se explica didácticamente el curso de la guerra haciendo especial
hincapié en la existencia de una revolución social de carácter mayoritariamente
anarquista. Fue distribuida a través de toda clase de entidades cívicas y
sociales. A pesar de su carácter apresurado, se rata de un documental bastante
digno. En una misma línea se sitúa Un
poble en armes (1936-1939) una producción del SIE Films (CNT):
la guerra vista des del punto de vista anarquista, con un discurso crítico
contra la derecha republicana y el empleo de imágenes de un gran valor
documental.
1977
¿Por qué perdimos la guerra? (España,
Francisco Galindo, Diego Santillán) Guión: Diego Santillán. La Voz en off: Martínez (relato), Angel María
Voz en off:
Baltanas (poemas), Joaquín Voz en off:
Vidriales (citas), Argumento: Diego Santillán. Director de fotografía: Julio
Bragado. Música: Mario Litwin, Montador: José María García Productor ejecutivo:
Luis Galindo Sonido, Jesús Escalante Efectos de Sonido: Angel Ter. Efectos de
imagen: Sixto Rincón. Con entrevistas a Claudio Sánchez Albornoz, Bonifacio
Ataun (sacerdote vasco), Julián Gorkin, Diego Abad de Santillán, Iñaqui de
Azpiazu, Josep Tarradellas, Manuel de Irujo, Valentín “El Campesino” González,
Vicente Guarner (coronel), Eduardo de Guzmán, José Prat, Rafael Alberti, Juan
Manuel Molina, Antonio María Sbert, José García Pradas, Víctor Alba, Fernando
Collado, Eduardo Val, de Antonio Machado Poemas: “Madrid”, de Rafael Alberti
“Poema de la defensa de Madrid”, de Antonio Agraz “Ha muerto Durruti”
1978
Tierra de rastrojos (España, Antonio
Gonzalo) 88 minutos. Intérpretes: María Luisa San José, Joaquín Hinojosa, María
Asquerino, Luis Politti, Manuel Gerena, Santiago Ramos, Ricardo Palacios. Fue
presentada al Festival de Berlín de 1980. En su momento significó una
producción “militante”, cuando todavía existían expectativas de que estas cosas
eran, además de necesarias, posibles. De trama un tanto confusa, evoca la
situación del agro andaluz en vísperas de la guerra civil y en sus comienzos.
Es una historia que cabalga entre el documental que recoge el quehacer de los
braseros y una dramatización que no acaba de encarnarse en los personajes. La
voluntad didáctica prevalece sobre la trama que no acaba de recibir cuerpo en
unos personajes que apenas si quedan apuntados. Estaba basada en una novela
(autoeditada) Antonio García Cano, localizada en Fuentes de Andalucía, arranca
en los años previos a la guerra. Describe con cierto detalle la vida cotidiana
de un grupo de jornaleros que protagonizan una movilización por sus derechos
más elementales. Se puede entender que estos están vinculados con la CNT,
aunque esto no queda muy precisado. El colectivo asiste esperanzado a la
victoria electoral del Frente Popular hasta que llegan las noticias del golpe y
los caciques con el apoyo del ejército y de la Falange comienza la caza de los
“rojos” que se habían distinguido en las luchas en una tierra de rastrojos, o
sea donde los campesinos viven de lo queda después de que los amos se hayan
quedado con el producto de la siega. A pesar de contar con un reparto
profesional que muestra su buen hacer (María Luisa San José, Joaquín Hinojosa,
María Asquerino, Luis Politti, más el “cantautor” antifranquista de La Puebla
de Cazalla, Manuel Gerena, Santiago Ramos y el siempre considerable Ricardo
Palacios) apenas si conoció distribución.
La vieja memoria (España, Jaime Camino). Quizás
el documental más importante rodado sobre la guerra civil en la Transición
(aunque solamente sea por la nutrida presencia de testigos) obra de un notable
especialista como Jaime Camino apoyado en un guión escrito por Román Gubern
(ambos fueron también responsable de películas socialmente tan importante
como Dragon Rapide)
que goza de un considerable prestigio por la amplitud y la libertad que abordó
los acontecimientos. Camino entrevista a todo el espectro político de un bando
y otro (aunque es sabido que en el PCE-PSUC no gustó a muchos que creían que
Camino “uno de los suyos”) siendo las voces cenetistas la de Federica Montseny
y la de Silesio García Fernández, más conocido como Diego Abad de Santillán,
quienes en 1978 ya habían matizado mucho sus concepciones de 1936 sin dejar por
ello de resultar representativos.
1982
L‘ Ombre rouge (Francia, Jean-Louis
Comolli). Intérpretes: Nathalie Baye, Claude Brasseur, Jacques Dutronc, Andréa Ferréol, William Lubtchansky, Michel Portal, Jean-Louis Comolli. Documentalista
de formación, Jean-Louis Comolli realiza aquí una suerte de film de aventuras
ancladas en una realidad politica, en la que sus personajes hacen una “mala
elección”, la del estalinismo que no duda en emplear militantes abnegados
para sus propios fines, en un momento histórico oscuro donde los haya ya que,
al tiempo que las tropas
franquistas marchan sobre Madrid, el campo republicano sufre la falta de armas,
y estas llegan vía del “Centro” soviético en un tiempo en que Stalin está
exterminando la vieja guardia bolchevique y a buena parte de los comunistas
exiliados en la URSS. El “Centro” determina que la ayuda militar a España debe
de estar orientada exclusivamente hacia las filas comunistas oficiales. Los
protagonistas de la trama se ven inmerso en dramáticas contradicciones mientras
tienen que escapar de las redes de la Gestapo. Interpretada por actores
reputados como Claude Brasseur (que produjo una versión de La orquesta roja, la historia de Leopold
Trepper) y Natalia Baye, la “sombra roja” no es lo que se dice una buena
película, aunque fue una película necesaria que contribuyó a desvelar la
contrarrevolución estaliniana y sus desastrosas consecuencias.
1983
Las bicicletas son para el verano (España,
Jaime Chavarri) Producción: Alfredo Matas. Música: Francisco Guerrero. Guión: Lola
Salvador. Fotografía: Miguel
Ángel Trujillo. 103 m. Intérpretes: Agustín González, Marisa Paredes, Victoria Abril, Gabino Diego, Amparo Soler Leal, Jorge De Juan, Emilio Gutiérrez Caba, Laura del Sol, Patricia Adriani, Carlos Tristancho. Adaptación
de uno de los mayores éxitos teatrales de comienzos de la década de los
ochenta, una premiada pieza del polifacético Fernando Fernán Gómez, y también
uno de los mayores éxitos del cine español, amén de un documento vivo sobre lo
que fue el pueblo “consciente” durante la República y la guerra, tan olvidado
en la historia oficial de la Transición. Jaime Chavarri fue el encargado de
llevar al cine la obra, después de haber hecho algunas de las más interesantes
propuestas cinematográficas de la década anterior, especialmente con El desencanto, una
película que ofrece un testimonio excepcional en la que psicoanaliza la familia
Panero, marcada por la figura del padre, el bardo franquista Leopoldo Panero.
La trama transcurre en el Madrid previo al golpe militar-fascista, cuando, recién
terminado el curso, un muchacho muy semejante a Fernando, intenta convencer a
su padre para que le regale una bicicleta, como le tenía prometido. El
estallido de la Guerra Civil, que se creía cosa de poco tiempo, trastorna
totalmente la vida de esta familia tibia pero auténticamente izquierdista,
zarandeada en un conflicto que no comprende. La buena ambientación, el notable
trabajo de los actores, la pulcra realización del Chavarri, confieren al filme
un estimable tono histórico y a la vez cotidiano, nada maniqueo, con detalles
varios, sobre todo en el ámbito familiar y vecinal. Destaca un espléndido
Agustín González, como un trabajador culto que le habría gustado escribir
como Gorki, y que cuenta porque han puesto la empresa en la que trabajo en mano
de sus trabajadores. El retrato del miliciano anarquista (interpretado por
Emilio Gutiérrez Caba), queda como simpático aunque un tanto ingenuo…
1985
El rey y la reina (España, José Antonio
Páramo) Producción: Fernando Quejido. Guión: Luis Ariño, José Antonio Páramo, según la novela homónima de Ramón J. Sender. Fotografía: Francisco Fraile.
Música: José Nieto. 125 m. La acción tiene como fondo social y argumental el
levantamiento del 18 de julio de 1936 y la guerra como parábola sobre la
conmoción y trasgresión de valores: la suerte de la duquesa de Alquézar (Nuria
Espert), que vive en un lujoso palacio depende ahora de su criado y jardinero
Rómulo (Omero Antonutti), que siempre ha soñado con bañarse en la piscina del
palacio y demostrarle a su dueña que es un hombre. Fuera, el pueblo se organiza
y se levanta en armas; dentro, las relaciones entre reina y rey reflejarán el
discurrir de la guerra, los presagios de victoria y derrota, según el momento
de la larga batalla. Adaptación sobre “la guerra” realizada con ocasión del 50
aniversario de esta, y en una coyuntura en la que el gobierno de Felipe
González puso su mayor interés, en el olvido de la que había significado la
República. Sender quedaba muy lejos.
Réquiem por un campesino español (España,
Francesc Betriú) Guión: Francisco Betriú según la novela de Ramón J. Sender.
Fotografía: Raúl Artigot. Música: Antón García Abril. 93 min. Intérpretes:
Francisco Algora, Simón Andreu, Antonio Banderas, Eduardo Calvo, Teresa del
Olmo, Fernando Fernán-Gómez, Antonio Ferrandis, Ana Gracia, Emilio Gutiérrez
Caba.
1990
¡Ay, Carmela! (España,
Carlos Saura) Productor: Andrés Vicente Gómez. Guión: Carlos Saura, Rafael Azcona, basado en la
obra teatral homónima de Sanchis Siniestra. Fotografía: José Luis Alcaine.
Música: Alejandro Massó. 105 m. Intérpretes: Andres Pajares, Carmen Maura, Antonio Fuentes, Mauricio De
Razza, Miguel Rellan, Edward Zentara, Gabino Diego, José Sancho.
1991
Operació Nikolai (España,
M. Dolors Genovès, Lllibert Ferri). 60 m. Fascinante y riguroso documental de
investigación que busca en los archivos soviéticos recién abiertos las pistas y
las claves de la trama puesta en marcha por Stalin para acabar con el POUM,
secuestrando a Andreu Nin, antiguo secretario general de la CNT, para conseguir
que este se convirtiera en u acusador de sus propios camaradas, tal como hizo
Zinóviev y otros en los procesos de Moscú. Como es natural, todo ello
transcurre en el contexto de la situación revolucionaria catalana de 1936-1937,
y se ofrece una extensa participación a los representes de la CNT que tratan de
justificar su actuación apaciguadora, muy criticada en los propios medios
libertarios.
1992
Huidos (España, Sancho Gracia) Produción:
S.G. Producciones Cinematográficas, S.A., con la colaboración de TeleMadrid,
Canal Sur Televisión, S.A. Argumento: Basado en la novela Fuxidos de sona, de
Carlos González Reigosa. Guión: Carlos González Reigosa. Fotografía: Porfirio Enríquez. Música: Juan Pablo Muñoz Zielinski. Intérpretes: Sancho Gracia
(Juan). Fernando Valverde (Marcial), Sara Mora (Luisa), Uxía Blanco (María),
Javier Bardem (Rafael), Rodolfo Montero (Paco) 103 minutos Producto un tanto
insólito dentro del panorama de un cine español y de una situación, de años de
despolitización y de olvido que no comenzará a romperse hasta unos años más
tarde, con el estreno de Tierra
y Libertad, y el inicio del movimiento llamado de la “memoria
histórica”. Tiene el problema de ser una película difícil, tanto por acumular
escenas de acción como por desarrollarse en un amplio periodo de tiempo.
El responsable del proyecto como productos, protagonista y
finalmente como director sería Sancho Gracia, muy implicado en una historia que
al parecer vivió muy de cerca siendo niño, y al que no se le conocían mayores
inquietudes como no fuese la de interpretar el Jarabo en el muy elaborado
capítulo de la importante serie “La huella del crimen”, capítulo en el que J.
A. Bardem trató de ofrecer un retrato veraz de un criminal que actuaba como un
adicto al régimen. Gracia trató de contar con otros es, Mario Matji incluso
comenzó el rodaje, pero según parece las desavenencias con Sancho, llevaron a
este a sustituirle. Sancho trató de hacer una suerte de “western” con muchos
caballos y mucha acción y para ello contó con unos escenarios propicios, una dura
historia de supervivencia, en el marco de la atroz represión que siguió el
triunfo del golpe militar-fascista en Galicia. Se basó en un guión de Carlos
Reigosa que contaba la huída hacia el monte y su conversión en maquis de Juan,
un anarquista maduro encarnado sin la debida propiedad por Sancho Gracia.
Un personaje que asume que el tiempo que le tocado vivir no es el suyo propio,
lo que se sitúa en contraposición de Marcial, (Fernando Valverde) un joven
comunista rebelde e impaciente, incapaz de someterse a esa situación que
no acaba de asumir, y por lo mismo, se encuentra mucho menos preparado. Entre
uno y otro tendrá sus encuentros y desencuentros en un ambiente de terror
generalizado. Sobre el papel, un argumento con todos los números para una buena
película, sin embargo, que nadie espere ningún detalle digno de consideración.
Lastimosamente, se trata de un producto fallido que no tuvo repercusión, y que
apareció como una mera curiosidad. El guión no acaba de combinar bien la
historia, Sancho deja claro que lo suyo no es dirigir, hay un final feliz que
se da de patadas con lo que se nos quiere contar…
1995
Tierra y Libertad (Land and Freeedom, España-GB-Alemania-Italia,
Ken Loach) Guión: Jim Allen. Música: George Fenton. Fotografía: Barry Ackroyd.
110 m. Intérpretes: Ian Hart, Icíar Bollaín, Rosana Pastor, Tom Gilroy, Marc Martínez, Frédéric Pierrot, Sergi Calleja, Raffaele Cantatore, Pascal Demolon, Paul Laverty, Josep Magen, Jürgen Müller, Emili Samper.
1996
Asaltar los cielos (España,
José Luis López-Linares Javier Rioyo) Concienzudo y celebrado documental que
sigue la pista de Ramón Mercader, el militante del PSUC que siguiendo los pasos
de su madre, Caridad, acabó cumpliendo los designios de Stalin, asesinando a
León Trotsky en Coyoacán, cerrando así el exterminio de la vieja guardia
bolchevique. La trama atraviesa también por la crisis revolucionaria catalana
de 1936-1937. Su metraje (88 m.) parece bastante insuficiente para abordar
todos los temas que plantea. Esta película contribuyó en no poca medida a un
creciente impulso del género documental, una zona en la que, temas como la
guerra civil y la resistencia antifranquista, han sido mucho más abundante que
en el cine de ficción.
1997
Vivir la utopía (España,
Juan Gomero). Hermoso e intenso documental dividido en dos partes (70 m. aprox.) y producido por TVE en el que se describe animadamente la
experiencia anarquista vivida en España que transformó radicalmente las
estructuras de la sociedad en amplias zonas del bando republicano, evento
denominado revolución española, durante la guerra civil de 1936-39. Consta de 30
entrevistas con sobrevivientes anarquistas de la revolución española, cuyo testimonio
muestra la labor constructiva de la revolución social y los antecedentes
históricos del movimiento libertario español. Esta labor constructiva significó
según el documental la organización de colectividades agrícolas de alrededor de
7 millones de campesinos, 3000 fábricas y empresas colectivamente
autogestionadas en las ciudades, la unión de 150.000 milicianos anarquistas
contra el fascismo, así como las actividades culturales y el movimiento Mujeres
Libres de mujeres contra el patriarcado. Durante meses, las cámaras recorrieron
la geografía peninsular de la Iberia y parte de Francia, haciendo entrevistas y
tomando imágenes de libros, carteles, folletos, fotografías. Emitido en “La
noche temática”, el espacio tuvo que ser retransmitido completo en otra ocasión
por petición popular, y se mantiene como un referente de primera
mano. Seguramente, uno de los trabajos más completos sobre el anarquismo y la
guerra producido desde el medio televisivo.
1998
Durruti en la Revolución
Española (España, Paco Ríos) Guión: Abel Paz y
Paco Ríos. 55
1999
La lengua de las mariposas (España, José Luís Cuerda). 95 m. Intérpretes:
Fernando Fernán Gómez, Manuel Lozano, Uxía Blanco. Sentido homenaje a los
maestros.
2000
Buenaventura Durruti, anarquista (España,
Francia, Jean-Louis Comolli, Ginette Lavigne) Guión: Jean-Louis Comolli, Ginette
Lavigne. Fotografía: Jacques Pamart. Música: Michel Portal, I. Sanchez Ferlosio.
Producción: Gerald Collas, Paco Poch. 107 m. Intérpretes: Albert Boadella, Jesus
Agelet, Xavier Boada, Ramon Fonsere Rosalia Cervia, Jordi Costa, Juan Jose
Cuesta, Laura Diaz del Corral, Dolors Nones, I. Sanchez Ferlosio, Abel Paz.
2001
La guerra filmada (1 y 2): La
República en guerra y La España sublevada.
A Sangre y Fuego: Málaga 1936 (España) Directores:
Exequiel Caldas, Francisco J. Sánchez, Antonio Bravo y José A. Pareja.
Documental (61 m) titulado también Málaga 1936. Guerra y Revolución en la Ciudad del
Paraíso. Narra por vez primera los trágicos sucesos acaecidos en
Málaga durante la Guerra Civil Española. El fracaso de la trama
militar-fascista, el desarrollo de la revolución social animada por la CNT y la
ofensiva final fascista que culminará en uno de los episodios más trágicos y
menos conocidos de la contienda: el éxodo y la enorme matanza de la carretera
de Almería, uno de los acontecimientos más atroces perpetrados por los
sublevados contra el pueblo indefenso, etc. Un testimonio doloroso y necesario
en el que las voces del anarquismo tienen un lugar destacado.
2007
El honor de las injurias (España).
Dirección y guión: Carlos García-Alix. Productora No Hay Penas, 2997. Fotografía: José Luis Sánz Peñalba. Montaje: Juan
Luis de No, Marcos Flórez.Música: Álvaro
de Cárdenas. 88 min.
Cipriano Mera. Vivir de pie (España) Directores: Helena
Sanchez, Valenti Figueres. Guión:Helena
Sánchez, Valentí Figueres. Producción: Valentí
Figueres. Música: Ian Briton. Fotografía: Sr.
Marmota y Helena Sánchez Bel. Montaje: Helena Sánchez. Narradora: Mónica López. Voz Cirpriano Mera: Lluís Marco. 124 min.
2008
La Mujer del anarquista (España-Alemania-Francia) Directores: Marie Noelle, Peter Sehruión. Producción: Norbert Llaras, Eduardo Carnero.
Guión: Marie Noelle, Ray Loriga. Música: Zacarías M. de la Riva. 112 m.
Interpretes: María Valverde, Juan Diego Botto, Ivana Baquero, Nina Hoss, Laura
Morante, Irene Montalá.
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