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2035. Discurso de Joaquín Xirau en el II Congreso Internacional de Escritores

La Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza me ha hecho el honor, gran honor para mí, de nombrarme su delegado en esta asamblea. En nombre de ella voy a dirigiros sólo dos palabras, dos breves palabras, porque he venido en rápido viaje y no traigo preparado nada de lo que tengo que decir.

Recordaré, como lo he recordado hace un momento con uno de los maestros, trabajadores de nuestra Enseñanza, de los más ilustres, que la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza tiene en el frente una gran cantidad de hombres, consagrados habitualmente a las tareas del espíritu, y que tienen en este momento en sus manos las armas. Pero, con las armas en la mano, los trabajadores españoles de la Enseñanza no han olvidado, ni tan siquiera en el frente, que son representantes de la cultura y del espíritu. En el frente, en los momentos más trágicos de esta lucha, no olvidando su misión esencial, se han consagrado a organizar escuelas, y en los frentes de batalla funcionan, organizadas por los trabajadores de la Enseñanza, escuelas dedicadas a los milicianos y los soldados. Con tal éxito, que en uno sólo de los frentes de batalla, en el frente de Toledo, funcionan actualmente, con pleno éxito, veinte escuelas, sostenidas íntegramente por los soldados que asisten a ellas y en los demás frentes ocurre cosa análoga.

Con esto se pone de relieve una paradoja profunda que afecta a lo más radical de nuestra lucha. Se pone de relieve que en esta lucha de los trabajadores, de los trabajadores de la Enseñanza y de los demás trabajadores, se lucha por la vida, es decir, por el espíritu, es decir, por el ocio, y que aún en los momentos más agobiantes en que está en peligro inminente la vida, se lucha por el ocio y por la vida. Como ha dicho en su admirable disertación mí querido amigo Bergamín, no es miedo a la muerte el que tienen aquellos que tienen mucho miedo, sino miedo a la vida. Pero yo añadiría que el miedo a la vida es siempre miedo a la muerte; que el miedo a la muerte y el miedo a la vida se identifican en un solo miedo. Los que temen a la muerte son los que están próximos a la muerte, los que, en vida, llevan ya implícita la muerte. Los viejos temen la muerte. Los jóvenes dan a vida, no temen nunca a la muerte, porque les sobra vida para darla...


Joaquín Xirau
Valencia, Julio 1937
Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE)

Publicado en Nueva Cultura, Valencia, julio 1937










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