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2078. Sonetos a Federico

Federico García Lorca fotografiado por Eduardo Blanco Amor en Junio de 1935


No haya mención para tu falso sino,
lo cierto es vivir en cada cosa;
el río en ti, el pájaro y la rosa,
la espiga exacta y el celado vino;
las presencias de innúmero destino,
el querube, el delfín, la nebulosa
y la, sin eco, injuria de esa fosa
que el misterio blasfema, granadino.
Transitado de sangre y de alegría,
dócil de eternidad y de regreso
te siento, ancángel mudo, a mi costado.
Me ampara tu celeste cetrería,
de cada ardiente azar tórnasme ileso,
guardián arquero, dulce hermano alado.

No por jazmines, pájaros, testuces,
arroyos, trigos, lágrimas, canciones,
ni en recodos de adioses que propones,
ni en duros ceños de abatidas cruces.
Triunfador de la muerte que conduces,
se te ha visto pasar, ya sin crespones,
alanceado de costelaciones,
bebiendo cielo y tripulando luces
Tras el tiempo de sangres postrimeras,
de Dios negado y hombre receloso,
de hálito amargo y de mortal saliva,
arcángel de tu nube nos esperas
en el portal del tiempo victorioso,
vivo en tu vida más que nunca vivo.


Eduardo Blanco-Amor
En soledad amena (Emecé Editores, Buenos Aires, 1942, p. 63)











3 comentarios:

  1. Sublime el soneto de Eduardo Blanco-Amor y sublime vuestra sensibilidad escogiéndolo y con la foto tomada por él mismo. Gracias y felicidades

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