Vuestro odio me inyecta nueva
vida.
Vuestro miedo afianza mi
sendero.
Vida de muchos puesta en el
tablero
de la paz, combatida, defendida.
(Ira y miedo apostaron la
partida,
quejándose los dos con el
dinero.
Qué hacer, hombre de dios, si
hay un ratero
que confunde la Bolsa con la
vida).
Vuestro odio me ayuda a
rebelarme.
A ver más claro y a pisar más
firme.
(Mientras viva, habrá noche y
habrá día).
Podrán herirme, pero no dañarme.
Podrán matarme pero no morirme.
Mientras viva la inmensa
mayoría.
Blas de Otero
Que trata de
España, 1960-1964
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