2659. Pascual Facundo Famada

Me marqué como objetivo conocer a todos los de la foto que aparecen con mío tío abuelo, Isidro Sánchez (agachado a la derecha) de esta foto el penal francés de Eysses y que fueron deportados a Alemania; los señores Juan José Linares, Pedro Guardia, Pablo Salas, Evaristo Palomo y Pascual Facundo Famada. Empiezo por el señor Famada por ser el más joven, por su dramático final, y porque de todos ellos fue el que más tiempo pasó con Isidro, ya que ambos fueron al subcampo de Dachau-Allach. 

Pascual nació en Cataluña, en Las Llosses, 25/10/1917. En la foto solo tiene por tanto 25 años. Perteneció a la 3ª Brigada del Ariège y fue capturado en Les Cabannes (Francia) el 1 de mayo de 1943 por la Gestapo y la Milicia de Vichy, sometido a terribles torturas. Meses después en el juicio, en el cual estaban encausados todos los de la foto, fue condenado a 4 años de prisión, siendo internado en el penal de Eysses, documento el de la sentencia que he podido consultar gracias a mi tía Petra Sánchez, hija de Isidro, que ha podido contactar con la hija del comandante Jesús Ríos, que perdió la vida en una emboscada de la Milicia Fascista de Vichy. En febrero de 1944 participó en el motín e intento de evasión frustrado, la batalla de Eysses. En mayo de 1944 junto a 1200  personas de Eysses fue deportado a Dachau (convoy 18/6/1944) y junto a mi tío abuelo y un grupo de unos 70 españoles Resistentes fue enviado al subcampo de Allach.

Liberado a finales de abril de 1945, se vio todavía fuerte para seguir su labor de oposición y guerrilla contra Franco, pero era demasiado vulnerable a enfermedades.

Cruzaba la frontera para pasar e intercambiar informaciones. Pero un día de 1951 habiéndola cruzado se empezó a notar enfermo. Los guerrilleros pudieron llevarle al antiguo sanatorio del pueblo que se llama Brull, por ser su director simpatizante de las ideas republicanas. Varios guerrilleros le visitaron, pero la guardia civil que algo se olía, puso patrullas en todos los caminos. Aun así propusieron a Famada que le ayudarían a intentar cruzar la frontera, que estaba demasiado lejos. Famada, quizá porque no arriesgasen sus vidas y también por la enfermedad solo les dijo “iros y dejadme solo” y así hicieron; al día siguiente entró en la habitación el director del hospital y encontró a Famada muerto. Así falleció, acorralado y enfermo, con poco más de 30 años. Y así se lo explicó uno de aquello guerrilleros que le visitó en las últimas horas de su vida a Montserrat Roig cuando preparaba su libro “Catalanes en los campos Nazis”

Ningún recuerdo en su pueblo... pero viajero, si llegas a un sitio de Francia que se llama Penne-d'Agenais, fíjate bien en los nombres, porque entre ellos, desafiando al olvido, encontrarás al señor Don Pascual Facundo Famada. Una persona que ni en sus peores momentos perdió la sonrisa.

Juan Pedro Rodríguez Hernández