El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre, ahora, la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre, ahora, la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.
El frío del mañana
está en la instancia.
Hospicios y orfanatos fueron duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Igual que la poesía: un buen poema,
por más bello que sea, será cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.
Hospicios y orfanatos fueron duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Igual que la poesía: un buen poema,
por más bello que sea, será cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.
El pare afusellat.
O, com el jutge diu,
executat.
La mare, la misèria
i la fam,
la instància que
algú li escriu a màquina:
Saludo al Vencedor,
Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia
deixar els fills
dins de la Casa de
Misericòrdia.
El fred del seu demà
és en una instància.
Els orfenats i
hospicis eren durs,
però més dura era la
intempèrie.
La vertadera caritat
fa por.
És com la poesia: un
bon poema,
per bell que sigui,
ha de ser cruel.
No hi ha res més. La
poesia és ara
l’última casa de
misericòrdia.
Joan Margarit
Casa de misericordia, 2007
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