Carta de Federico García Lorca a Juan Ramírez de Lucas, julio de 1936
Mi querido Juanito:
He recibido tu carta que aunque triste me
ha dado alegría por tener noticias tuyas.
Lo primero que se me ocurre es decirte que
como tienes talento debes llevar con talento el enojoso asunto de tu padre. Tu
padre no es de tu generación y es lo más natural, no solo el que no te
entienda, sino que piense todo lo contrario que tú. Lleva años y años aferrado
a unas ideas y a unas normas que te son antagónicas y es natural que choque
contigo. Una persona que no tuviera luces, te daría leña para tu fuego; yo te
quiero dar agua para tu fuego, flores para tu quemadura. Juan: yo te pido por
Dios que sobrelleves a tu padre y le hagas comprender con dulzura y silencio
que está equivocado contigo. Si algún canalla o inconsciente le ha contado
calumnias tuyas, tú debes hacerle comprender que son calumnias, pero no adoptes
actitudes airadas en contra suya. Adopta un aire de gran dignidad hasta que él
salga de su ofuscación.
Y desde luego ten fe en ti, nada de
desmayos, ten fuerza hijo mío y lee y estudia y piensa que esa tormenta que
estás pasando solo servirá para enriquecer tu espíritu. En tu carta hay cosas
que no debes, que no puedes pensar. Tú vales mucho y tienes que tener tu
recompensa. Piensa en lo que puedas hacer y comunícamelo enseguida para
ayudarte en lo que sea. Pero obra con cautela. Estoy muy preocupado contigo
pero como te conozco sé que vencerás todas las dificultades porque te sobra
energía, gracia y alegría, como decimos los flamencos para parar un tren.
Yo pienso mucho en ti y esto lo sabes tú
sin necesidad de decírtelo pero con silencio y entre líneas tú debes leer todo
el cariño que te tengo y toda la ternura que almacena mi corazón.
Solo tengo una obsesión y es que quisiera
meterte en la cabeza la actitud que debes guardar, llena de fuerza y de astucia
para contrarrestar la actitud equivocada de tu padre que tú tienes que encauzar
con talento y hombría y respeto.
Conmigo cuentas siempre. Yo soy tu mejor
amigo y que te pide que seas político y no dejes que el río te lleve. Juan: Es
preciso que vuelvas a reír. A mi me han pasado también cosas gordas por no
decir terribles y las he toreado con gracia. No te dejes llevar de la tristeza.
Tienes muchas cosas y el mundo aunque nos viera es hermoso.
Bien sabes lo mucho que yo te quiero y por
eso te aconsejo prudencia y bien hacer.
No vuelvas a desesperarte. Es de gente
débil y tú debes recordar en todo momento que eres un verdadero hombre.
Dime
todos tus proyectos.
Yo empiezo ahora a trabajar de nuevo y
tengo un espíritu caluroso en buena disposición para aconsejarte.
Muchos recuerdos a “tus hijos te formaron”
y tú recibe un abrazo cariñoso de este gordinflón poético que tanto te quiere.
Federico
Estoy en mi huerta. El día 18 es día de mi
Santo.
Escríbeme enseguida y ¡por Dios! que estés
más contento
kiquiriquí.
¡Ya viene Don Berondian Pollino!
Señas Sr. D. Manuel Fernández Montesinos
Para FGL
San Antón 39
Granada
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