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3179. Contra el frío en la sierra

Malagosto, cumbre recia, 
estar quieta te conviene. 
Reventón, tus andurriales 
sean de tierra caliente. 
Lomas de viento de hielo,
sed ya de jardines verdes, 
que los soldados del pueblo 
no pasen frío en el frente. 
Cumbres de brisas heladas, 
sujetad aún vuestras nieves. 
Nublados de los otoños, 
tristes fríos de septiembre, 
no hiráis a los milicianos 
que pasan noche en el frente. 
¡Al Norte, al Norte los fríos, 
las escarchas y las nieves! 
Por donde vienen fascistas, 
negras cruces en el vientre, 
desatad los vendavales, 
que venga el crujir de dientes;  
arrancadles las guerreras, 
las sotanas y bonetes, 
que vuestras noches de frió 
a ellos les lleve la muerte. 
¡Viento colado del puerto 
por Marichiva y Minguele, 
cortadles como cuchillos, 
en rebanadas calientes, 
las orejas de borricos, 
los sonrosados mofletes,
la baja mirada hipócrita
y la intención de serpiente! 



¡Respetad los milicianos, 
tristes fríos de septiembre. 
España lucha con ellos, 
lo mejor que España tiene! 


José Herrera Petere
Romancero de la Guerra civil
El Mono azul, 8 de octubre de 1936








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