Recibimos
la siguiente carta que publicamos íntegra seguida de la contestación de nuestro
colaborador Miguel Hernández:
Camarada
Director de Frente Sur.
Estimado
camarada: En el número 13 del semanario de su digna dirección, aparece
una crónica firmada por Miguel Hernández, haciendo el relato de lo que fue el
ataque y conquista del Santuario de la Virgen de la Cabeza.
En
la mencionada crónica aparecen algunos conceptos equivocados que deseamos
rectificar y esperamos que, haciendo honor a su proverbial ecuanimidad, dé
publicidad a esta carta con las siguientes aclaraciones:
Primera.
En la mencionada crónica se dice que fue el comisario del cuarto Batallón
de la Brigada (parece ser que se refiere a la 16 Brigada Mixta) quien empuñaba
la bandera que se plantó en lo alto del cerro, concepto completamente equivocado,
pues la bandera, la única bandera que allí ondeó señalando a nuestros soldados que
la conquista del Cerro Chico estaba realizada, fue la de la cuarta Compañía del segundo
Batallón de Jaén, que no debe confundirse con la del cuarto Batallón de la Brigada.
En
esta bandera, y en letras blancas sobre fondo rojo, podía leerse antes de ser
hecha jirones por las bombas enemigas la siguiente inscripción: GRUPO DE TORREVIEJA
(ALICANTE), por pertenecer a un grupo de milicianos de dicha localidad, que forman
parte de la mencionada Compañía.
Segunda.
Durante el ataque no fue arrebatada esta bandera por ningún miliciano al
comisario, pues completamente se han invertido los términos.
La
bandera fue victoriosa hasta mitad de Cerro Chico, conducida por su abanderado
y allí, al caer éste herido, fue cuando se hizo cargo de ella el Delegado político
accidental de la Compañía, camarada Ruiz Santos, el cual, con valor inimitable y
dando pruebas de un encendido amor a la causa antifascista, logró colocar en el puesto
de honor a la bandera de la Cuarta Compañía del segundo Batallón de Jaén;
y
Tercera.
Que si bien es cierto que fue la 16 Brigada la animadora de este ataque,
dados sus elementos bélicos, no es menos cierto que el segundo Batallón de Jaén
fue en primer término el forjador de este triunfo, que tan alto pone el
espíritu y la combatividad y entusiasmo de nuestro Ejército Popular.
Mil
gracias, camarada Director, por la molestia en la publicidad de esta carta,
y con este motivo reciba el testimonio de mi más atenta consideración.
Afectuosamente,
por la cuarta Compañía del Batallón de Jaén,
Juan
Celdrán. Miliciano.
Andújar,
7-5-37
*
Compañero
Juan Celdrán:
Siento
los errores que haya podido haber en el relato de la toma del Santuario de la
Cabeza. Desde luego, puedes creer que no han sido intencionados. He procurado
siempre ser justo y verdadero, y, aunque no soy periodista, sino poeta, escribo
en el periódico de mis compañeros de Altavoz del Sur la prosa
de la poesía que veo y siento en lo mas hondo de esta guerra. Sabe que me
irrita la falsedad, mala hierba abundante entre los periodistas, acostumbrados
a contar sucesos no sucedidos o sucedidos de otra manera y mucho antes de
que ellos pasaran por el campo de su desarrollo. Las cosas, para
sentirlas, vivirlas y verlas, y la prensa no sería tantas veces irritante
o aburrida si algunos de los que escriben sus diarios se acercaran más
oportuna y menos prudentemente a los campos donde la verdad habla a
balazos.
Todo
esto lo digo a propósito de tu carta, que agradezco nos hayas enviado.
Yo,
compañero Celdrán, asistí al combate desde los primeros momentos, aunque sin lápiz
ni papel, que no me gusta ni puedo explotar el momento que vivo, y prefiero volver
a vivirlo recordándolo. De ahí nacen los errores que tu, y todos nuestros compañeros
que colaboraron valientemente en la tome de Cerro Chico, sabréis disculpar. En
los instantes de emoción, de lucha, de muerte, es difícil, casi imposible, retener
la atención en un determinado detalle. Recordarás que antes de plantarse definitivamente
una bandera en Cerro Chico conquistado, hacia las diez de la mañana se
llevó otra hasta su cumbre y sigo en la creencia de que aquella bandera fue arrebatada
al Comisario del cuarto Batallón de la 16 Brigada Mixta por uno de sus soldados.
Ahora bien: creo que confundes este rasgo que cito con otro. Al relatar la toma
de Cerro Chico digo: "La nube tempestuosa se retiraba reculando. Un
soldado que tenía a mi derecha, se levantó con una bandera roja iluminado por
una luz especial, saltó sobre la piedra más alta de Cerro Chico y allí
permaneció varios minutos: los precisos para que el sol irrumpiera sobre él y
le rodeara de resplandores y hermosuras nunca vistos entre un cerco de
balas." Este soldado a que me refiero es, de seguro, el Comisario
político de la cuarta compañía del Batallón de Jaén, y siento no haber
mencionado como se merece a Ruíz Santos. Aquellos momentos eran de mucha
emoción y yo no veía más que la hermosura de cuanto sucedía bajo ningún nombre, porque
los nombres reducen, achican en mí los actos de las personas que los hacen, y
no quería empequeñecer luego aquella victoria preguntando los nombres y
apellidos de cada uno de sus forjadores.
Punto
y aparte ya, te pido saludes de mi parte a ese grupo de Torrevieja (Alicante),
porque yo he nacido por aquella tierra: soy de Orihuela. Precisamente, el
teniente que me confundió con uno de los prisioneros en el momento de
rendírsenos me dijo que era de los de Torrevieja. Salúdalo también, y que
los cincuenta anos que lleva encima le sean leves para seguir metido en
estos penosos trotes. Y nada más. ¡Salud!. - M.H.
Frente
Sur, (Jaén), 13 de mayo de 1937
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