Los
familiares de las víctimas, a veces con un pico y una pala, tienen que suplir
la falta de antropólogos forenses y fiscales especializados en crímenes de lesa
humanidad, dice este activista de DD.HH.
El
ejemplo del Nunca Más. “Ustedes tuvieron el informe Sabato, pero eso no impidió
que pudiera haber investigaciones en los juzgados”, dice Beltrán
Esteban Beltrán vivió en la
Argentina cuando despuntaban los años 90. Alcanzó a ver el último alzamiento
carapintada contra la democracia y constató que la Justicia de un país se mueve
en medio de presiones políticas, procedimientos en sigilo y etapas de oxígeno,
donde los expedientes avanzan sin trabas. Esa puerta es la que vino a tocar a
Buenos Aires, donde está abierta la única causa que investiga los crímenes del
franquismo, una instancia clausurada en España por decisión de su máximo
tribunal.
El expediente que maneja la
jueza federal María Romilda Servini de Cubría lleva dos años de existencia y
pocos avances, pero el director de la sección española de Amnistía
Internacional, una organización enfocada en la lucha por los derechos humanos,
confía en que pronto se activará y llevará a la cárcel a los responsables.
Beltrán cree que la magistrada puede actuar como hizo el juez Baltasar Garzón
contra los represores argentinos, cuando aquí estaban cerrados los procesos y
allá, en cambio, pudieron avanzar. El principio de justicia universal, el mismo
que puso preso al dictador chileno Augusto Pinochet, es para este profesor “el
cordón umbilical de la humanidad” porque permite juzgar los crímenes
internacionales donde la Justicia encuentre esa bocanada de oxígeno El
Diccionario Biográfico Español, cuya elaboración fue financiada con dineros
públicos, evitar llamar “dictador” a Franco, lo que ha desatado en España una
suerte de guerra por una sola palabra. ¿Cómo interpreta usted esa tensión? Como
un ejemplo más de intentar pasar la página sobre una parte de nuestra historia
sin leer la página. No es el más grave, pero es parte del error que significa
dejar en impunidad los crímenes internacionales del franquismo.
El Tribunal Supremo bloqueó
la posibilidad de una persecución penal de los crímenes del franquismo. Alegó
la amnistía de 1977, el paso del tiempo para juzgarlos, de más de 20 años, y la
quita que se hizo entre 1932 y 1944, en el Código Penal, del castigo al delito
de desaparición de personas. ¿Cómo sostener el argumento de la no prescripción
de esos delitos? Con una sentencia del 27 de febrero último, el Tribunal
Supremo cierra con cuatro llaves el derecho a la verdad, la justicia y la
reparación de las víctimas del franquismo y la Guerra Civil. Esas cuatro llaves
son manifiestamente erróneas, y se apartan de la doctrina internacional de
derechos humanos y de los propios tribunales internacionales. La excusa de que
no existían esas figuras delictivas reconocidas internacionalmente cuando se
cometieron se rebate con dos antecedentes: ya existían la Conferencia de Paz de
la Haya de 1899 y la Convención de 1907 y, desde luego, el Tribunal Militar
Internacional de Nüremberg de 1945. En cuanto a la prescripción alegada, digo
que son crímenes internacionales, y por lo tanto no prescriben. No pueden ser
delitos ordinarios cuando estamos hablando de 114 mil casos denunciados. La ley
de amnistía nunca puede ser una ley de impunidad. Y si es un obstáculo, lo que
debería hacer el Gobierno español es derogarla. La cuarta excusa dice que todos
los responsables han muerto, pero la doctrina internacionalidad penal marca que
eso es una consecuencia de la investigación, no algo a priori.
¿Qué instancias les quedan a
los familiares de las víctimas? Por el desamparo en el que han quedado en
España, a las víctimas les quedan, de momento, tres posibilidades: una, la
Justicia argentina, que es el único lugar donde se juzga por el principio de justicia
universal el tema de España; la segunda es el recurso del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos y el tercera posibilidad es que el Tribunal Supremo español
rectifique el fallo, que se produzca un cambio de jurisprudencia. Eso ya
ocurrió en el caso de Argentina, Chile y Guatemala en el año 2000. Antes se
consideraba que no había lugar para la investigación de esos crímenes de lesa
humanidad, pero eso cambió. Por eso, digo que el principio de justicia
universal es el cordón umbilical de la humanidad: nos da luz cuando en algún
sitio pretenden dejarnos a oscuras.
Para tratar de entender: de
encontrarse hoy, por ejemplo, el cuerpo del poeta granadino Federico García
Lorca, se lo podría exhumar, identificar, entregar a sus familiares, pero los
responsables del asesinato no tendrían castigo penal ...
Depende. En España se han
abierto más de 100 fosas, y los familiares lo hicieron sin ayuda del Estado,
salvo económica. O sea, el Estado, en un rasgo inédito en la historia de los
países donde se pasa de dictadura a democracia, o de guerra a paz, ha
tercerizado, como dicen aquí en la Argentina, la exhumación de las fosas en los
familiares, algo insólito. Cuando hay muchas fosas comunes y hay muchos
responsables, tendrán que ser investigados. Muchos seguramente han muerto y no
tendrán responsabilidad penal, pero no puede ser que sea a priori, eso viene
después de investigar.
Hay historias de mujeres que
recorren pueblos cavando fosas, con una mochila por todo equipo, solas.
Sí, conocemos a una mujer que
encontró a su abuelo a pulmón, lo exhumó con las uñas, con su pico y su pala,
pidió a las autoridades que estuvieran presentes y no fueron, pidió a la
Iglesia que estuviera y le sugirieron que lo enterrara en silencio. No puede
ser que sean los familiares los que hagan esto. Simplemente, no es legal, no es
posible, cuando hay restos de una persona que puedan provenir de un hecho
violento, tiene que haber un forense, policía científica, un juez presente,
como ocurre en cualquier país del mundo.
En este tiempo de ajuste en
España, se ha recortado la ayuda para las tareas de recuperación de la memoria
histórica. ¿Cómo los afecta? En principio, no afecta las exhumaciones, pero no
es esa ayuda la que necesitan los familiares. Necesitan que el Estado asuma su
obligación de investigar. No es una cuestión de subvenciones: debe haber una
policía científica, una fiscalía que se dedique a ello, un mapa de fosas, un
juez que se haga presente en las exhumaciones. Todo esto tiene que ver con
derechos, no con ayudas ocasionales. La posición de las diferentes autoridades
españolas frente a estos delitos como desaparición forzada, trabajo esclavo,
tortura a gran escala o niños robados ha sido “vamos a darle un descuento en
los impuestos a los familiares, una mejora en las pensiones”, pero nada que
haga a su obligación de investigar. Y no importa el paso del tiempo. Vemos
ahora cómo el gobierno australiano está reconociendo lo que hicieron con los
niños aborígenes discriminados y esclavizados a principios del siglo XX. ¿Por
qué España es una excepción? Todos los demás procesos de dictadura a democracia
han tenido su aspecto imperfecto en la reparación. En España sólo hubo una
reparación administrativa a una parte de las víctimas.
¿Por qué nadie interviene en
el Valle de los Caídos, que es un monumento a la guerra, un altar franquista,
donde está el verdugo y yacen sus víctimas? Efectivamente es así. Todo debería
partir de la voluntad política de leer la página. Debería haber una verdad
oficial y una verdad judicial. Ustedes tuvieron aquí el informe Sabato, pero
eso no impidió años después que pudiera haber investigaciones en los juzgados.
Pueden haber muerto muchos responsables, pero otros no, el régimen de Franco
duró hasta el año 1975. El otro concepto es la reparación, que es reconocimiento
del daño causado, restitución a la situación anterior en la medida de lo
posible y, sobre todo, garantías de no repetición. Este contexto hace que haya
algunos símbolos considerados ofensivos para las víctimas y éste es el Valle de
los Caídos.
Hay testigos de más de 90
años, pruebas que se mueren. ¿Están haciendo algún tipo de archivo oral para
salvar esos testimonios? Aunque vayan desapareciendo las personas más mayores,
nadie se resigna a que su abuela o abuelo fuera considerado un delincuente,
fuera ejecutado a sangre fría, enterrado en una cuneta sin saber dónde está.
Los hijos y los nietos continuarán la tarea. Es una gran injusticia para los
que se van, pero al ser un crimen de guerra, la tarea puede continuar.
Hay un cementerio en Málaga,
el de Teba, donde coinciden tumbas con la inscripción “Vilmente asesinado por
los enemigos de Dios” y otras que señalan a personas “Sin Dios, pertenecientes
a hordas marxistas”. ¿Hasta cuándo estas dos Españas en blanco y negro? No es
que en los contenidos escolares haya apoyo a la dictadura, ni nada de eso, pero
hay una asignatura, Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, que
está en riesgo de desaparecer. Esto se aprende cuando hay una verdad oficial,
cuando el Estado dice: “Mire usted, hemos abierto 4.000 fosas comunes, hemos
encontrado esto, hubo víctimas de ambos lados, pero las que no obtuvieron
justicia y reparación fueron éstas”. El bando republicano produjo dolor
también, pero las víctimas tuvieron reparación y justicia: en un expediente que
hubo en los años 40, que se llamó Causa General. Y ahora hay olvido y
discriminación contra estas otras víctimas.
www.clarin.com
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Qué fuerte, y qué interesante artículo. Desde fuera las cosas se ven simplificadas, lo que puede ser un peligro. Pero a la vez, la elementalidad hace que nos demos cuenta del enorme absurdo en que vivimos en muchas ocasiones.
ResponderEliminarMuchas cosas se entienden por ese franquismo sociológico que sigue estando presente. Por los herederos, vaya...