Juicio a los principales criminales de Guerra Alemanes.
En Nuremberg, Alemania
21 de enero a 1 de febrero de 1946
Cuadragésimo cuarto día: Lunes, 28 de enero de 1946
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Sr. DUBOST: El testigo que me
propongo pedirle al Tribunal que escuche aclarará un punto pendiente desde hace
varias semanas. El Tribunal recordará que cuando mis colegas presentaron sus
pruebas, surgió la cuestión de saber si Kaltenbrunner había estado en
Mauthausen. Para demostrarlo, voy a llamar al Sr. Boix, que demostrará al
Tribunal que Kaltenbrunner estuvo en Mauthausen. Hizo fotografías, y el
Tribunal oirá su testimonio y verá las fotografías que el testigo ha traído
consigo.
(FRANCESC BOIX subió al
estrado).
EL PRESIDENTE:
P: Muy bien. ¿Cómo se llama?
R: Francesc Boix.
P: ¿Es usted francés?
R: Soy un refugiado español.
EL PRESIDENTE: Repita este
juramento. Juro hablar sin odio ni miedo, y decir la verdad, toda la verdad y
nada más que la verdad.
(El testigo repitió el
juramento).
EL PRESIDENTE: Levante la
mano derecha y diga "lo juro".
EL TESTIGO: Lo juro.
EL PRESIDENTE: Puede
sentarse. Sr. Dubost, ¿puede deletrear el apellido?
Sr. DUBOST: B-O-I-X.
Sr. DUBOST:
P: ¿Nació usted el 14 de
agosto de 1920 en Barcelona?
R: Si.
P: ¿Es usted un reportero
fotográfico? Usted estuvo internado en el campo de Mauthausen desde...
R: Desde
el 27 de enero de 1941.
P: ¿Entregó usted a la
comisión de investigación un cierto número de fotografías?
R: Sí.
P: Se van a proyectar en la
pantalla y usted declarará bajo juramento en qué circunstancias y dónde se
hicieron estas fotografías.
R: Sí.
P: ¿Cómo hizo estas
fotografías?
R: Debido
a mi experiencia profesional me enviaron en Mauthausen a trabajar en la sección
de identificación del campo. Había una sección fotográfica, y se podían tomar
fotografías de todo lo que ocurría en el campo y enviarlas al Alto Mando en
Berlín.
(Proyección de las
fotografías).
Esto es una vista
general de la cantera.
P: ¿Es aquí donde trabajaban
los internos?
R: La
mayoría de ellos.
P: ¿Dónde está la escalera?
R: En
la parte de atrás.
P: ¿Cuántos escalones había?
R: Al
principio había 160 escalones. Después fueron 186.
P: Podemos pasar a la
siguiente fotografía.
R: Esta
se hizo en la cantera durante una visita del Reichsführer Himmler,
Kaltenbrunner, el Gobernador de Linz y algunos otros líderes cuyos nombres no
conozco. Lo que ven abajo es el cadáver de un hombre que había caído desde la
parte de arriba de la cantera, y cada día caían algunos.
P: Podemos pasar a la
siguiente fotografía.
R: Esta
se tomó en abril de 1941. Mis camaradas españoles que habían buscado refugio en
Francia empujan una vagoneta cargada de tierra. Ese es el trabajo que teníamos
que hacer.
P: ¿Quién tomó esta
fotografía?
R: Por
aquel entonces Paul Ricker, un profesor de Essen.
P: Podemos pasar a la
siguiente.
R: Esto
es una fotografía de un austriaco que se había fugado. Era carpintero en el
garaje, y se las arregló para hacer una caja, una caja en la que pudo
esconderse para salir del campo. Pero poco después lo volvieron a capturar. Le
pusieron en la carretilla en la que se llevaban los cadáveres al crematorio.
Había algunos letreros que decían en alemán: "todos los pájaros han
vuelto". Fue sentenciado, y después desfiló delante de 10.000 deportados
con la música de una banda gitana. Cuando le colgaron, su cuerpo osciló con el
viento mientras tocaban la "Polka del Barril de Cerveza".
P: La siguiente. En esta foto
los españoles están a la izquierda, son más bajos.
R: El
hombre de delante con la boina es un criminal de Berlín de nombre Schulz que
era empleado en estas ocasiones. Al fondo pueden ver al hombre al que van a
colgar.
P: La siguiente. ¿Quién hizo
estas fotos?
R: El
Oberscharführer de las SS Fritz Kornac. Tropas americanas lo mataron en Holanda en 1944.
Este hombre recibió un
balazo en la cabeza. Lo colgaron para hacernos creer que se había suicidado y
que había tratado de tirarse contra la alambrada. La otra fotografía muestra a
unos judíos holandeses. Se tomó en el barracón de cuarentena. Los judíos se
vieron empujados a lanzarse contra la alambrada el mismo día de su llegada
porque se dieron cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de escapar.
P: ¿Quién hizo estas
fotografías?
R: Por
aquel entonces el Oberscharführer de las SS Paul Ricker, un profesor de Essen,
vicelíder de las SS.
P: Siguiente.
R: Son
dos judíos holandeses. Pueden ver la estrella roja que llevaban. Eso fue un
intento de fuga, "Fluchtversuch".
P: ¿Lo era en realidad?
R: Los
SS los enviaron a coger piedras cerca de la alambrada, y los guardias de las SS
de la segunda alambrada les dispararon porque recibían una recompensa por cada
hombre que paraban.
La otra fotografía
muestra a un judío en 1941 durante la construcción del campo ruso, que después
se convirtió en el campo sanitario. Se colgó con el cordón que usaba para
sujetarse los pantalones.
P: ¿Fue un suicidio?
R: Eso
se dijo. Era un hombre que ya no tenía esperanzas de escapar. Fue empujado a la
desesperación por los trabajos forzados y las torturas.
P: ¿Qué es esta fotografía?
R: Un
judío cuya nacionalidad no conozco. Lo pusieron en un barril de agua hasta que
no pudo soportarlo más. Lo golpearon hasta casi matarlo y le dieron diez
minutos para ahorcarse. Usó su cinturón para hacerlo porque sabía lo que le
ocurriría si no.
P: ¿Quién tomó esta
fotografía?
R: El
Oberscharführer de las SS Paul Ricker.
P: ¿Y qué es esta fotografía?
R: Aquí
pueden ver a la policía de Viena visitando la cantera. Esto fue en junio o
julio de 1941. Los dos deportados que ven aquí son dos de mis camaradas
españoles.
P: ¿Qué están haciendo?
R: Le
están indicando a la policía cómo tenían que subir las piedras porque no había
ningún aparato para hacerlo.
P: ¿Conocía a alguno de los
policías que vinieron?
R: No,
porque sólo vinieron una vez. Sólo tuvimos tiempo de echarles un vistazo. La fecha de esta fotografía es septiembre de 1943, en
el cumpleaños del Obersturmbannführer de las SS Franz Ziereis. Está rodeado de
todo el personal del campo de Mauthausen. Puedo darles los nombres de todas las
personas de la fotografía.
P: Pasen a la fotografía
siguiente.
R: Esta
es una fotografía tomada el mismo día del cumpleaños del Obersturmbannführer
Franz Ziereis. El otro hombre era su adjunto, he olvidado su nombre. Se ha de
recordar que este adjunto era miembro de la Wehrmacht y se ponía uniforme de
las SS en cuanto llegaba al campo.
P: ¿Qué es esta fotografía?
R: Es
la misma visita a Mauthausen de oficiales de policía en junio o julio de 1941.
Es la puerta de la cocina. Los prisioneros que están ahí de pie habían sido
enviados a la compañía disciplinaria. Usaban ese pequeño aparato en sus espaldas para llevar piedras de hasta 80 kilos hasta
que terminaban exhaustos. Muy pocos hombres volvían de la compañía
disciplinaria.
Esta foto en
particular muestra la visita de Himmler a la Führerheim del Campo de Mauthausen
en abril de 1941. Se ve a Himmler con el Gobernador de Linz al fondo y al
Obersturmbannführer Ziereis, el oficial al mando del Campo de Mauthausen, a su
izquierda.
Esta es otra foto que
se tomó en la cantera. En la parte del fondo a la izquierda pueden ver un grupo
de deportados trabajando. En primer plano están Franz Ziereis, Himmler y el
Obergruppenführer Kaltenbrunner. Lleva la insignia dorada del Partido.
P: ¿Esta foto se tomó en la
cantera? ¿Quién la hizo?
R: Una
vez más el Oberscharführer de las SS Paul Ricker. Esto fue en abril o mayo de
1941. Este caballero visitaba frecuentemente el campo en ese tiempo para ver
cómo se podían organizar campos similares en Alemania y en los países ocupados.
P: He terminado. ¿Nos asegura
que esta persona es realmente Kaltenbrunner?
R: Lo
aseguro.
P: ¿Y qué esta foto se hizo
en el campo?
R: Lo
aseguro.
P: ¿Le llevaron a Mauthausen
como prisionero de guerra o como prisionero político?
R: Como
prisionero de guerra.
P: ¿Había combatido como
voluntario en el Ejército Francés?
R: En
batallones de Infantería, en la Legión Extranjera, en el regimiento de pioneros
adjunto al Ejército al que pertenecía. Estuve en los Vosgos con el 5º Ejército.
Nos hicieron prisioneros. Nos retiramos hasta Belfort, donde me hicieron
prisionero la noche del 20 al 21 de junio de 1940. Me juntaron con algunos
compañeros españoles y nos transfirieron a Mauthausen. Sabiendo que habíamos
sido antes republicanos españoles y antifascistas, nos pusieron con los judíos
como miembros de un orden inferior de la Humanidad. Fuimos prisioneros de
guerra durante seis meses, y después nos enteramos de que el Ministro de
Exteriores se había entrevistado con Hitler para discutir la cuestión de los
extranjeros y otros asuntos. Nos enteramos de que nuestra situación había sido
una de las cuestiones tratadas. Oímos que los alemanes preguntaron qué se debía
hacer con los prisioneros de guerra españoles que habían servido en el Ejército
Francés, los que eran republicanos y ex-miembros del Ejército Republicano. La
respuesta...
P: Eso no importa. Así que
aunque usted era un prisionero de guerra, lo enviaron a un campo que no estaba
bajo control del Ejército.
R: Exacto.
Éramos prisioneros de guerra. Se nos dijo que nos transferían a un mando
subordinado al igual que a todos los demás franceses. Después nos transfirieron
a Mauthausen, donde vimos por primera vez...
EL PRESIDENTE: Hable más
despacio.
R: ...vimos que no había soldados de la
Wehrmacht, y nos dimos cuenta de que estábamos en un campo de exterminio.
P: ¿Cuántos de ustedes fueron
allí?
R: Nosotros
éramos 1.500, y había un total de 8.000 españoles.
P: ¿Cuántos de ustedes fueron
liberados?
R: Aproximadamente
1.600.
P: No tengo más preguntas.
EL PRESIDENTE: ¿Quieren hacer
alguna pregunta?
GENERAL RUDENKO: Tengo
algunas preguntas. Si el Presidente me lo permite, las haré en la sesión de
mañana.
EL PRESIDENTE: Se levanta la
sesión.
(Se levantó la sesión hasta
el 29 de enero de 1946 a las 10 horas).
Juicio
a los principales criminales de Guerra Alemanes.
En
Nuremberg, Alemania
21 de
enero a 1 de febrero de 1946
Cuadragésimo
Quinto Día: Martes, 29 de enero de 1946
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ALGUACIL: Con la venia, deseo
decir que el acusado Kaltenbrunner estará ausente de la sesión de esta mañana
por enfermedad.
Sr. DUBOST: Como
representante de la acusación francesa, quiero pedirle al Tribunal que estudie
esta petición: los testigos que fueron interrogados ayer van a ser interrogados
por la defensa. Las condiciones en las que están aquí son bastante precarias,
ya que lleva 30 horas volver a París. Querríamos saber si debemos mantenerlos
aquí, y si la defensa realmente tiene previsto interrogarlos, querríamos
proceder lo más rápidamente posible para garantizar su vuelta a Francia.
EL PRESIDENTE: En vista de lo
que dijo usted ayer, Sr. Dubost, dije en nombre del Tribunal que el Dr. Babel podría
tener la oportunidad de interrogar a uno de sus testigos en los dos días
siguientes. ¿Está el Dr. Babel preparado para interrogar ahora a ese testigo?
Dr. BABEL (abogado de las SS
y el SD): No, Sr. Presidente, aún no he recibido una copia de su
interrogatorio, y por tanto no he podido preparar mi interrogatorio. El tiempo
disponible de ayer a hoy es además, lógicamente, demasiado breve. Por tanto,
aún no puedo declarar definitivamente si querré o no interrogar al testigo. Si
se me diera una oportunidad a lo largo del día de obtener la transcripción...
EL PRESIDENTE:
(interrumpiendo) Bien, ese testigo deberá quedarse hasta mañana por la tarde,
Sr. Dubost, pero los demás testigos pueden irse. Sr. Dubost, ¿puede encargarse, si le
es posible, de que se proporcione al Dr. Babel una copia de las notas taquigráficas
tan pronto como sea posible, las notas taquigráficas del testimonio de ese
testigo?
Sr. DUBOST: Sí, Sr.
Presidente.
(FRANCESC BOIX volvió al
estrado).
Sr. DUBOST: Me encargaré de
que así sea, Señoría. Continuemos. El Tribunal recordará que ayer por la tarde
proyectamos seis fotografías de Mauthausen que nos trajo el testigo que está
ahora ante ustedes, y ofreció sus comentarios sobre éstas. El testigo declaró
específicamente bajo qué condiciones se había tomado la fotografía en la que
Kaltenbrunner está en la cantera de Mauthausen. Presentamos estas fotografías
como prueba RF 332.
¿Me permitirá que le haga una
pregunta más al testigo? Con esto terminaré con él, al menos con la parte
importante de este testimonio. ¿Reconoce el testigo entre los acusados a
alguien que visitara el campo de Mauthausen?
R: Herr
Speer.
P: ¿Cuándo le vio?
R: Vino
al campo de Gusen en 1943 para organizar algunas construcciones, y también a la
cantera de Mauthausen. No le vi personalmente porque estaba en el servicio de
identificación del campo y no podía marcharme, pero durante estas visitas Paul
Ricker, jefe del departamento de identificación, hizo
un carrete de película con su Leica que yo revelé. En esta película reconocí a
Speer y junto a él a otros líderes de las SS. Speer llevaba un traje de color
claro.
P: ¿Vio eso en las
fotografías que usted reveló?
R: Sí.
Lo reconocí en las fotos y después tuvo que firmar con su nombre y la fecha,
porque siempre había muchos SS que querían
coleccionar todas las fotos de las visitas al campo.
EL PRESIDENTE: Creo que el
testigo estaba yendo un poco rápido. Creo que será mejor que repita eso.
Sr. DUBOST:
P: ¿Puede por favor repetir
que reconoció a Speer en fotografías que usted reveló?
R: Reconocí
a Speer en 36 fotografías que fueron tomadas por el Oberscharführer de las SS
Paul Ricker en 1943, durante la visita de Speer al campo de Gusen y la cantera
de Mauthausen. Se le veía extremadamente satisfecho en estas fotografías. Hay
incluso fotografías en las que se le ve felicitando al Obersturmbannfuehrer
Franz Ziereis, entonces comandante del campo de Mauthausen, con un cordial
apretón de manos.
P: Una última pregunta.
¿Había alguna capellán ejerciendo su ministerio en su campo? ¿Cómo morían los internos que
querían algún consuelo religioso?
R: No
entiendo.
P: ¿Había algún capellán en
su campo?
R: Sí,
por lo que pude ver, había varios. Había una orden de católicos alemanes
conocida como "Bibelforscher". Pero oficialmente...
P: Pero oficialmente, ¿la
administración del campo concedía a los internos el derecho a practicar su
religión?
R: No,
no podían hacer nada, estaba absolutamente prohibido incluso vivir.
P: ¿Incluso vivir?
R: Incluso
vivir.
P: ¿Había algún capellán
católico o algún pastor protestante?
R: Los
miembros de los "Bibelforscher" eran casi todos protestantes. No sé
mucho de este asunto.
P: ¿Cómo eran tratados
monjes, sacerdotes y pastores?
R: No
había la más mínima diferencia entre ellos y nosotros. Morían de la misma forma
que nosotros. A veces eran enviados a la cámara de gas, a veces les pegaban un
tiro, o los sumergían en agua helada, cualquier método era bueno. Los SS eran
particularmente duros en el trato dado a estas personas porque sabían que no
podían trabajar como trabajadores normales. Trataban a todos los intelectuales
de todos los países de esta manera.
P: ¿No se les permitía
ejercer su ministerio?
R: No,
en absoluto.
P: ¿Disponían los hombres que
morían de un capellán antes de ser ejecutados?
R: No,
en absoluto. Por el contrario, a veces, en lugar de ser consolados como usted
dice por alguien de su fe, recibían justo antes de ser fusilados 25 ó 75
latigazos con un látigo de cuero, a veces haciendo esto incluso un
Obersturmbahnführer de las SS personalmente. Vi esto especialmente en el caso
de unos pocos oficiales, comisarios políticos y prisioneros de guerra rusos.
Sr. DUBOST: No tengo más
preguntas para el testigo.
EL PRESIDENTE: General
Rudenko.
GENERAL RUDENKO:
P: Testigo, ¿tendrá la bondad
de contarnos lo que sabe usted del exterminio de prisioneros soviéticos?
R: Posiblemente
no podré decirle todo lo que sé de eso. Sé tanto que un mes no bastaría para
decirle todo.
P: Querría que nos contara
brevemente lo que sabe usted del exterminio de prisioneros de guerra soviéticos
en el campo de Mauthausen.
R: La
llegada de los primeros prisioneros de guerra tuvo lugar en 1941. Se anunció la
llegada de 2.000 prisioneros de guerra rusos. Con los prisioneros de guerra
rusos tomaron las mismas precauciones que con los prisioneros de guerra
republicanos españoles. Pusieron ametralladoras por todas partes alrededor de
los barracones, y se esperaban lo peor. Tan pronto como los prisioneros de
guerra rusos entraron en el campo, pudimos ver que estaban en muy mal estado,
ni siquiera podían entender nada. Eran espantapájaros humanos. Los pusieron en
barracones, 1.600 por barracón. Deben tener en cuenta que estos barracones eran
de 7 metros de ancho por 50 de largo. Se les privó de sus ropas, lo poco que
llevaban encima. Sólo podían quedarse con un par de calzones y una camiseta.
Hay que recordar que esto era en noviembre, y en Mauthausen estábamos a más de
10 grados bajo cero.
Nada más llegar 24
murieron sólo por caminar la breve distancia de 4 kilómetros desde la estación
hasta el campo de Mauthausen. Al principio se les aplicó el mismo sistema que a
nosotros, los prisioneros republicanos españoles. Al principio nos dejaron sin
nada que hacer, sin ningún trabajo.
EL PRESIDENTE: Va usted
demasiado rápido. Hable más despacio.
R: Le
aplicaron el mismo sistema a los rusos. Los dejaron solos, sin casi nada que
comer. Pasados unos pocos días estaban ya al límite de su resistencia. Comenzaron
entonces el proceso de eliminación. Se les hizo trabajar en las condiciones más
horribles, les golpearon, les pegaron, les dieron patadas, les insultaron. Y de
los 7.000 prisioneros de guerra rusos que vinieron de casi todas partes, al
final de tres meses sólo quedaban 30 supervivientes. El departamento de Paul
Ricker hizo fotografías a estos 30 supervivientes como documento fotográfico.
Tengo estas fotografías y puedo mostrárselas si el Tribunal lo desea.
P: ¿Tiene estas fotografías?
R: El
Sr. Dubost lo sabe, sí, el Sr. Dubost las tiene.
P: Gracias. ¿Puede mostrarnos
estas fotografías?
R: El
Sr. Dubost las tiene.
P: Gracias. ¿Qué sabe de los
yugoslavos y los polacos?
R: Los
primeros polacos llegaron al campo en 1939, cuando Polonia fue derrotada.
Recibieron el mismo trato que todo el mundo. Por aquel entonces sólo había allí
delincuentes comunes alemanes. Después comenzó el trabajo de exterminio.
Decenas de miles de polacos murieron en condiciones espantosas.
Se debería prestar
atención a la situación de los yugoslavos. Comenzaron a llegar en convoyes,
vestidos de paisano, y eran fusilados de una manera formal, por así decirlo.
Los SS incluso se pusieron sus cascos de acero para estas ejecuciones. Se
fusilaba a los yugoslavos de dos en dos, vinieron 165 en el primer transporte,
180 en el segundo, después vinieron en grupos pequeños de 15, 50, 60, 30.
Trajeron incluso a mujeres.
Es necesario señalar
que entre éstos, se fusiló a cuatro mujeres, y fue la única vez en el campo de
deportados. Algunos le escupieron en la cara al Führer del campo antes de
morir. Los yugoslavos sufrieron como pocos pueblos han sufrido. Su situación es
comparable sólo a la de los rusos. Fueron masacrados hasta el último momento
por todos los medios imaginables. Querría hablar más de los rusos, porque han
sufrido tanto...
P: ¿Debo entender de su
testimonio que el campo de concentración era en realidad un campo de
exterminio?
R: El
campo pertenecía a la última categoría, grado 3. Es decir, era un campo del que
no salía nadie.
GENERAL RUDENKO: No tengo más
preguntas.
EL PRESIDENTE: ¿Desea hacer
alguna pregunta la acusación de Gran Bretaña?
CORONEL PHILLIMORE: No hay
preguntas.
EL PRESIDENTE: ¿La acusación
de Estados Unidos?
Sr. DODD: No hay preguntas.
EL PRESIDENTE: ¿Desea la
defensa interrogar al testigo?
Dr. BABEL (abogado de las SS
y el SD):
P: Testigo, ¿cómo le marcaron
en el campo?
R: ¿El
número? ¿El qué, por favor? ¿Qué tipo de marca?
P: No. Los prisioneros eran
marcados con estrellas de diversos colores, rojo, verde, amarillo, y otros. ¿Se
hacía eso también en Mauthausen? ¿Qué llevaba usted?
R: Todo
el mundo llevaba una insignia. No eran estrellas, eran triángulos con letras
para indicar la nacionalidad. Había estrellas amarillas y rojas para los
judíos, estrellas de seis puntas rojas y amarillas, dos triángulos, uno encima
del otro.
P: ¿Qué color llevaba usted?
R: Un
triángulo azul con una "S" en él, indicando "Español".
P: ¿Era usted un
"Kapo"?
R: Al
principio fui intérprete.
P: ¿Cuáles eran sus tareas y
deberes?
R: Tenía
que traducir al español todas las barbaridades que los alemanes querían decirle
a los prisioneros españoles. Después comencé a trabajar en fotografía,
revelando las películas que se fotografiaban por todo el campo, mostrando la
historia completa de lo que ocurría en el campo.
P: ¿Cuál era la política con
respecto a los visitantes? ¿Iban los visitantes sólo al campo interior y a
lugares donde se trabajaba?
R: Visitaban
todo el campo. Era imposible que no supieran lo que estaba pasando. Sólo se
hacían excepciones cuando venían altos cargos u otras personas importantes de
Polonia, Austria o Eslovaquia, de todos los países. Entonces sólo les enseñaban
las partes mejores. Franz Ziereis decía: "Véanlo ustedes mismos".
Mostraba a cocineros, ladrones internados y delincuentes comunes, gordos y bien
alimentados. Escogía a éstos para poder decir y demostrar que todos los
internos estaban como éstos.
P: ¿Se prohibía a los
prisioneros comunicarse entre ellos o con el exterior?
R: Estaba
tan absolutamente prohibido que si se cogía a alguien haciéndolo, no sólo
significaba su muerte, sino también terribles represalias para todos los de su
nacionalidad.
P: ¿Qué observó usted con
respecto a los Kapos? ¿Cómo se comportaban con sus compañeros prisioneros?
R: A
veces eran dignos de ser de las SS. Para ser Kapo había que ser ario puro. Eso
significaba que tenían porte marcial y, como los SS, plenos derechos sobre
nosotros. Tenían derecho a tratarnos como animales. Los SS les daban carta
blanca para hacer con nosotros lo que quisieran. Es por eso por lo que en el
momento de la Liberación los prisioneros y los deportados ejecutaron a todos
los Kapos a los que pudieron coger. Poco antes de la Liberación los Kapos
pidieron alistarse voluntarios en las SS, y se fueron con los SS porque sabían
lo que les aguardaba. A pesar de eso les buscamos por todas partes y los
ejecutamos sumariamente.
P: Dice que se comportaban
como bestias salvajes. ¿De qué hechos saca usted la conclusión de que lo hacían
por gusto?
R: Habría
que haber estado ciego para no verlo. Se podía ver la forma en la que se
comportaban. Era mejor morir como un hombre que vivir como una bestia, pero
preferían vivir como bestias, como salvajes, como criminales. Eso eran
considerados.
P: No he entendido nada. Por
favor, repita. No le he entendido.
R: Habría
que haber estado ciego para no ver lo que les estaba pasando. Viví allí cuatro
años y medio y sé muy bien lo que hacían. Había muchos de entre nosotros que
podrían haber llegado a ser Kapos por su trabajo, por ser especialistas en
algún ámbito u otro en el campo. Pero prefirieron ser golpeados, y masacrados
si era necesario, antes que convertirse en Kapos.
Dr. BABEL: Gracias.
EL PRESIDENTE: ¿Desea algún
otro miembro de la defensa hacerle preguntas al testigo? Sr. Dubost, ¿quiere
hacer alguna pregunta?
Sr. DUBOST: No tengo más
preguntas, Sr. Presidente.
GENERAL RUDENKO: Señoría, el
testigo nos informó de que tenía a su disposición una fotografía documental de
30 prisioneros de guerra soviéticos, los únicos supervivientes de varios miles
de internos de este campo. Querría pedir su permiso, Sr. Presidente, para
presentarle esta fotografía documental al testigo para que pueda confirmar ante
el Tribunal que es realmente un documento sobre este grupo de prisioneros de
guerra soviéticos.
EL PRESIDENTE: Puede por
supuesto mostrarle la fotografía al testigo si la tiene. Puede darle la
fotografía al testigo si está disponible.
GENERAL RUDENKO: Sí.
GENERAL RUDENKO:
P: Testigo, ¿puede ver esta
fotografía?
R: ¿Cómo,
por favor? ¿A quién?
EL PRESIDENTE:
P: ¿Es ésta la fotografía?
(señalando)
R: Sí,
son esos mismos 30. Les puedo asegurar que estos treinta supervivientes aún estaban
vivos en 1942. Desde entonces, en vista de las condiciones del campo, es muy
difícil saber si alguno de ellos aún sigue vivo.
P: ¿Puede por favor indicar
la fecha en la que se hizo esta fotografía?
R: Fue
a finales del invierno de 1941-42. Por aquel entonces, aún estábamos a 10
grados bajo cero. Pueden ver en la fotografía el aspecto de los prisioneros
producido por el frío.
EL PRESIDENTE: ¿Se ha
presentado ya como prueba este libro?
Sr. DUBOST: Este libro se ha
presentado como prueba, como prueba oficial.
EL PRESIDENTE: ¿Han recibido
copias los acusados?
Sr. DUBOST: Fue presentado
como prueba RF 331. Es un documento oficial que también se ha entregado a la defensa.
EL PRESIDENTE: ¿Los franceses
han presentado el documento como prueba RF 331?
Sr. DUBOST: La defensa
también ha recibido una copia de este libro en alemán, no estoy seguro de si el
texto alemán tiene también las fotografías. No, las fotografías no están en la
versión alemana, Señoría.
EL PRESIDENTE: Bien,
entonces, que se marque esta fotografía. Creo que sería mejor marcarla con un
número de prueba francés. ¿Cuál será?
Sr. DUBOST: Le daremos el
número 333, RF 333.
EL PRESIDENTE: Que se marque
así, y se entregue al Dr. Babel.
GENERAL RUDENKO: Gracias,
Señoría. No tengo más preguntas.
(Se entregó el documento al
Dr. Babel).
EL PRESIDENTE: Creo que se
debería entregar al resto de abogados de la defensa en caso de que quieran
hacer alguna pregunta. Sr. Dubost, creo que se ha depositado una copia aprobada
de este libro, fotografías incluidas, en el Centro de Información de los
acusados.
Sr. DUBOST: El libro entero,
excepto las fotografías.
EL PRESIDENTE: ¿Por qué no
las fotografías?
Sr. DUBOST: No las teníamos
en ese momento para presentarlas. En nuestra exposición no hemos mencionado las
fotografías.
EL PRESIDENTE: La defensa
alemana debería tener los mismos documentos que se presentan al Tribunal. Se
han presentado las fotografías al Tribunal; por tanto, se deberían haber
entregado en el Centro de Información.
Sr. DUB0ST: Sr. Presidente,
el texto francés, fotografías incluidas, fue depositado en el Centro de
Información de los acusados, además de un cierto número de textos en alemán a
los que no se añadieron las fotografías porque preparamos esa traducción para
uso de la defensa. Pero hay copias francesas del libro que tienen ante ustedes
que incluyen las fotografías.
EL PRESIDENTE: Muy bien.
Sr. DUBOST: Tenemos aquí
cuatro copias que exhibiremos ante ustedes de la fotografía que se mostró ayer,
en la que se ve a Kaltenbrunner y Himmler en la cantera de Mauthausen, de
acuerdo con el testimonio del Sr. Boix. También se entregará una de estas
fotografías a la defensa, es decir, al abogado del acusado Kaltenbrunner.
EL PRESIDENTE: Se ha
entregado la fotografía a la defensa. ¿Quiere algún miembro de la defensa hacer
alguna pregunta al testigo sobre esta fotografía? ¿Ninguna pregunta? Entonces, el
testigo puede retirarse.
EL TESTIGO: Querría
decir algo más. Querría señalar que hubo casos en los que se masacró a
oficiales soviéticos. Es importante señalarlo porque concierne a prisioneros de
guerra. Querría que el Tribunal me escuchara cuidadosamente.
EL PRESIDENTE:
P: ¿Qué es lo que quiere
decir sobre la masacre de los prisioneros de guerra soviéticos?
R: En
1943 llegó un transporte de oficiales. Eran oficiales rusos. El mismo día de su
llegada al campo comenzó su masacre por todos los medios. Pero parece que se
recibió una orden de una autoridad superior con respecto a estos oficiales que
decía que se tenía que hacer algo extraordinario. Así que les pusieron en el
mejor bloque del campo. Les dieron nueva ropa de prisionero ruso, incluso les
dieron cigarrillos. Les dieron camas con sábanas, les daban todo lo que querían
comer. El Sturmbannführer Krebsbach los examinó con un estetoscopio.
Bajaban a la cantera,
pero llevaban sólo piedras pequeñas, y en grupos de cuatro. El Oberscharführer
Paul Ricker, jefe del servicio de identificación, estuvo allí con su Leica
sacando incontables fotografías. Hizo unas 48 fotografías. Las revelé, y se
enviaron cinco copias de cada una, de 13 X 18 junto con los negativos, a
Berlín. Es una pena que no robara los negativos, como hice con los otros.
Cuando todo terminó, se hizo a los rusos entregar sus ropas y todo lo demás y
los enviaron a la cámara de gas. Terminó la comedia. Todo el mundo podía ver en
las fotografías que los prisioneros de guerra rusos, los oficiales, y
especialmente los comisarios políticos, eran tratados bien, y se les cuidaba bien, apenas trabajaban,
y estaban en buenas condiciones. Es una cosa que debería señalarse porque creo
que es importante.
Y otra cosa. Había un
barracón llamado nº 20. Ese barracón estaba dentro del campo, y a pesar de la
alambrada electrificada que rodeaba el campo, había un muro adicional con
alambre espino electrificado alrededor de él, y en ese barracón había
prisioneros de guerra: oficiales y comisarios rusos, algunos eslavos, unos
pocos franceses y decían que incluso unos pocos ingleses. Nadie podía entrar en
ese barracón, excepto los dos führer que eran del SD, es decir, los comandantes
de los campos interior y exterior. Estos internos iban vestidos, al igual que
nosotros, como prisioneros criminales, pero sin ninguna etiqueta o
identificación de su nacionalidad. No se podía saber su nacionalidad por su
ropa. El servicio de "Erkennungsdienst" les hizo fotos. Se puso una
placa con un número sobre su pecho. Comenzaron por un número superior a 3.000.
Había números que parecían el nº 11 (dos rayos azules). Los números comenzaron
en 3.000 y llegaron hasta el 7.000. El Unterscharführer de las SS Hermann
Schinbauer era entonces el fotógrafo jefe. Era de la región de Berlín, de algún
lugar a las afueras de Berlín, no recuerdo el nombre. Tenía orden de revelar
las películas y hacer todo el trabajo personalmente, pero como todos los SS de
los servicios del campo interno, eran hombres que no sabían nada. Siempre
necesitaban prisioneros para que hicieran su trabajo.
Por eso me necesitó
para revelar estas películas. Hice las ampliaciones, 5 X 7. Estas fotos se
enviaron al Obersturmführer Karl Schultz, de Colonia, el Jefe del
Polizeiabteilung. Me dijo que no le hablara a nadie de estas fotografías ni del
hecho de que revelamos estas películas, y que si lo hacía seríamos liquidados
de inmediato. Sin miedo a las consecuencias le conté todo a mis camaradas. Si
alguno de nosotros lograba salir, podría contarle al mundo lo ocurrido.
EL PRESIDENTE: Creo que hemos
oído suficientes detalles de lo que nos está contando. Pero volvamos por un
momento al lugar del que hablaba usted donde los prisioneros de guerra rusos en
1943... un momento... Querría que repitiera el caso de los prisioneros de
guerra rusos de 1943. Dijo que se llevó a los oficiales a la cantera para que
cargaran con las piedras más pesadas.
EL TESTIGO: No,
sólo piedras muy pequeñas, que no pesaban ni veinte kilos, y las llevaban entre
cuatro, para mostrar en las fotografías que los oficiales rusos no hacían
trabajos pesados, por el contrario, trabajos ligeros. Esto sólo fue para las
fotografías, la realidad era totalmente diferente.
EL PRESIDENTE: Pensaba que
había dicho que cargaban piedras grandes y pesadas.
EL TESTIGO: No.
EL PRESIDENTE: ¿Se tomaron
las fotografías mientras iban de uniforme cargando estas piedras ligeras?
R: Sí,
Señoría, tuvieron que ponerse uniformes limpios e ir bien arreglados para
demostrar que los prisioneros rusos eran tratados bien y correctamente.
EL PRESIDENTE: Muy bien. ¿Hay
algún otro incidente particular del que quiera hablar?
R: Sí,
sobre el Bloque 20. Gracias a mis conocimientos de fotografía, pude verlo.
Tenía que estar allí para encargarme de las luces mientras mi jefe hacía las
fotografías. De esta forma pude seguir con todo detalle todo lo que ocurría en
este barracón. Era un campo interior. Este barracón, como todos los demás, era
de 7 metros de ancho por 50 de largo. Había 1.800 allí, con una ración
alimentaria de menos de la cuarta parte de lo que recibíamos nosotros como
comida. No tenían ni cucharas ni platos. Se vaciaban sobre la nieve grandes
recipientes de comida estropeada y se dejaba allí hasta que se empezaba a
congelar; entonces se ordenaba a los rusos comerla. Los rusos tenían tanta
hambre que se peleaban por esta comida. Los SS usaban estas peleas como
pretexto para golpear a algunos prisioneros con porras.
EL PRESIDENTE: ¿Quiere decir
que se puso directamente a los rusos en el Bloque 20?
EL TESTIGO (Sr. Boix): Los
rusos no vinieron al campo directamente. Los que no fueron enviados a la cámara
de gas nada más llegar fueron trasladados al Bloque 20. Nadie del campo
interior, ni siquiera el "Blockführer", podía entrar en este
barracón. Venían varias veces a la semana pequeños convoyes de 50 ó 60, y
siempre se oía ruido de peleas dentro. En enero de 1945, cuando los rusos se
enteraron de que los ejércitos soviéticos se acercaban a Yugoslavia, se jugaron
una última oportunidad. Se hicieron con extintores y mataron a soldados
apostados bajo la torre de vigilancia. Se hicieron con ametralladoras y todo lo
que se pudiera usar como arma. Cogieron mantas y todo lo que pudieron
encontrar. Eran 700, pero sólo 62 consiguieron llegar a Yugoslavia y unirse a
los partisanos. Ese día Franz Ziereis, comandante del campo, dio una orden por
radio a todos los civiles según la cual debían cooperar
"en liquidar" a los criminales rusos que habían huido del campo de
concentración. Dijo que todo el que pudiera presentar pruebas de que había
matado a alguno de estos hombres recibiría una recompensa especial en marcos.
Es por eso por lo que todos los partidarios de los nazis de Mauthausen se
pusieron a trabajar y lograron matar a más de 600 prisioneros fugados. No fue
difícil porque algunos de los rusos no pudieron arrastrarse más de diez metros.
Después de la Liberación uno de los rusos supervivientes vino a Mauthausen para
ver cómo estaba todo entonces. Nos contó todos los detalles de su dolorosa
marcha.
EL PRESIDENTE: No creo que el
Tribunal quiera oír más detalles de los que no fue testigo usted. ¿Quiere algún
miembro de la defensa hacer alguna pregunta al testigo sobre los puntos que él
mismo ha tratado?
Dr. BABEL (abogado de las SS
y el SD):
P: Sólo una pregunta. Durante
su testimonio, usted ha dado ciertas cifras, 105, 180 y justo ahora 700.
¿Estaba usted en situación de contarlos?
R: Casi
siempre los convoyes venían al campo en columnas de cinco. Era fácil contarlos.
Estos transportes siempre eran enviados desde prisiones de la Wehrmacht de
algún lugar en Alemania. Se enviaban desde todas las prisiones de Alemania, de
la Wehrmacht, de la Luftwafe, de las SD o de las SS.
EL PRESIDENTE: Simplemente
responda a la pregunta y no dé un discurso. Usted ha dicho que venían en
columnas de cinco y era fácil contarlos.
EL TESTIGO: Muy
fácil contarlos, especialmente para los que querían poder contar la historia
algún día.
DOCTOR BABEL:
P: ¿Tenía usted tanto tiempo
como para poder observar todas estas cosas?
R: Los
transportes siempre venían por la noche después de que los deportados hubieran
vuelto al campo. A esa hora siempre teníamos dos o tres horas en las que
podíamos pasear por el campo mientras esperábamos que sonara la campana que era
la señal para que nos fuéramos a la cama.
Creo que hay una película basada en estas declaraciones, pero no la he visto. Ahora me lo has recordado y buscaré si la encuentro online o en emule.
ResponderEliminarNo las había leído y así, desprovistas de la emotividad de la voz pero manteniendo sus características de la oralidad, con esa apariencia de frialdad, la verdad es que son desgarradoras.
He buscado y está en youtube:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=-04d60l0-EU
Gracias Eastriver. El video al que te refieres lo compartí en la entrada de Francesc Boix de ayer. Un abrazo.
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