Josefa es una joven alegre, inteligente, entusiasta, observadora y curiosa en todo lo que se refiere a cultura y relaciones sociales. Años antes había leído artículos sobre el método pedagógico y humanista de Maria Montessori que, sin permiso de sus superiores, introdujo casi a hurtadillas en su pequeña Escuela.
Durante los veranos regresaba a Alicante junto a su familia y amigos, que todas las tardes se reunían en el Ateneo Científico y Literario. Josefa se codeaba con la flor de la intelectualidad alicantina: pintores, escritores, músicos. Fue allí, una tarde de 1928, que le presentaron a un Gabriel Miró ya maduro y famoso.
En Abril del 31 se proclama la República y es cuando sin tapujos puede poner en práctica el método Montessori, aceptado por entonces. La observación de la naturaleza, el respeto mutuo, la libertad con responsabilidad, fueron el germen con el que practicó su magisterio. Muchas familias de campesinos querían agradecerle con humildes regalos (y no tan humildes, en cierta ocasión le llevaron un borrego) pero ella nunca aceptó, tan sólo algún dibujo de sus alumnas.
En el invierno del 35 durante las Navidades, conoce a Juan, joven deportista amateur y se enamora inmediatamente. Pero las vacaciones duran poco y ella debe regresar a Callosa. Durante el curso se cartean, deseosa que llegue el Verano para volver a verlo. En Junio él le declara su amor, va a ser el verano más feliz y más terrible de su vida. El 17 de Julio el General Franco se alza en armas desde Marruecos. En principio Josefa pensaba que el “golpe” fracasaría, pero la guerra estalló y corrió como la pólvora. No volvería a ejercer de Maestra ni acudir a su Escuela de Callosa nunca más. Allí dejó a sus alumnas, amigas y parte de su vida. Para colmo, su padre falleció en plena guerra.
Pasó la guerra en Alicante como pudo, junto a sus amigos, su novio y su familia, quemando papeles, documentos y fotos comprometedoras. En el verano del 39 llegó una orden de busca y captura de D. Agustin Millet, padre de Josefa, acusado de masón; huelga decir que dicha orden no se pudo llevar a cabo.
Josefa, mi madre, se casó en 1941 con Juan, ejerciendo desde entonces “sus labores”, no porque mi padre no quisiera que trabajara. En el franquismo la mujer estaba sujeta a la tutela del hombre, fue ésta la razón.
Nunca perdió el entusiasmo, la curiosidad por la cultura, el respeto a sus semejantes y el amor a la libertad. Así nos educó a los siete hijos habidos en el matrimonio. Falleció a la edad de 93 años.
Javier Pastor, su hijo
Gracias por todos tus apuntes que enamoran.
ResponderEliminarUn abrazo