El gobierno Fascista y el Gobierno Nacional español, unidos en la lucha común contra el comunismo, que en este momento más que nunca amenaza la paz y la seguridad en Europa, […] han procedido, a través de sus representantes respectivos en Roma y Burgos, a un examen profundo de los problemas que interesan a los dos países, llegando, de mutuo acuerdo, a las conclusiones siguientes:
1. El Gobierno Fascista
continuará prestando al Gobierno Nacional español su apoyo y ayuda para
mantener la independencia e integridad de España tanto en el Continente como en
las colonias y para restablecer el orden interno en lo social y en lo político.
[…]
2. El Gobierno Fascista y el
Gobierno Nacional español, convencidos de las ventajas que para ambos países y
el orden político y social de Europa nacen de una estrecha colaboración,
mantendrán contacto y se consultarán uno a otro sobre cualquier problema que
afecte a ambos países, especialmente en los relativos al Mediterráneo
occidental, ante los cuales actuarán de acuerdo y se concederán recíproca ayuda
para la protección efectiva de sus intereses respectivos.
3. Cada uno de los dos
Gobiernos se obliga a no participar de ninguna forma en coaliciones o acuerdos
entre poderes que puedan ser dirigidos contra la otra parte y a no participar
en ninguna medida militar, económica o financiera, que vaya dirigida contra la
otra persona. […]
4. El Gobierno Fascista y el
Gobierno Nacional español están de acuerdo en que el artículo 16 de la Liga de
las Naciones, tal como está formulado en el presente y ha sido interpretado y
aplicado, contiene graves peligros para la paz y debe ser revocado o cambiado
fundamentalmente. En todo caso, y empezando desde este momento, tan pronto como
una de las dos naciones se encuentre envuelta en un conflicto con uno o varios
países o se apliquen medidas colectivas de naturaleza militar, económica o
financiera, la otra nación se obliga a adoptar una actitud de benevolente
neutralidad y asegurar todas las mercancías que necesite, así como facilidades
para el uso de puertos, aeropuertos, ferrocarril, carreteras de tránsito y tráfico
naval indirecto. […]
5. El Gobierno Fascista y el
Gobierno Nacional español reconocen la posibilidad y la ventaja para ambos
países de intensificar al máximo las relaciones económicas de todas clases que
existen entre ellos y las comunicaciones respectivas por mar y aire. […]
En testimonio de lo cual se
firma el protocolo presente.
Documents on German
Foreign Policy, Serie D, vol III, Londres, 1951, p. 147
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