En España se desarrolla actualmente un debate público sobre los crímenes cometidos por la dictadura de Franco y el inventario completo de las violaciones de los Derechos Humanos durante aquella época aún no ha sido finalizado.
A la vez que recomienda un conjunto de medidas
orientadas a acelerar este proceso, la Asamblea parlamentaria subraya que la
violación de los Derechos Humanos no es asunto interno que afecte a un solo
país y el Consejo de Europa está bien situado para propiciar un debate riguroso
sobre este tema a escala internacional. Además, la Asamblea pide al Consejo de
Ministros que adopte una declaración oficial de condena internacional del
régimen franquista y declara la fecha del 18 de julio de 2006 como Día oficial
de condena del régimen de Franco.
l.- Declaración de condena
1. La Asamblea parlamentaria condena con
firmeza las múltiples y graves violaciones de los Derechos Humanos cometidos en
España por el régimen franquista de 1939 a 1975.
2. En España, el debate público iniciado en
los años 80 e intensificado bajo la administración actual, prosigue
en el objetivo de establecer un inventario completo de los crímenes de la
dictadura de Franco.
3. Desde el inicio de los años 80, distintas
iniciativas han sido coronadas por el éxito, tales como la retirada de los
espacios públicos de símbolos de la dictadura como las estatuas; el cambio de
nombre de las calles y escuelas que llevaban el nombre de Franco o de sus
generales.
4. La Asamblea espera que el debate en
curso en España desembocará en un examen y una evaluación completa y profunda
de las acciones y los crímenes del régimen franquista. La Asamblea espera, en
particular, los resultados del trabajo de la Comisión interministerial sobre la
situación de las víctimas de la guerra civil y del régimen franquista,
establecida en octubre de 2004.
5. Al mismo tiempo, la Asamblea
subraya que la violación de los Derechos Humanos no es un asunto interno que
afecte a un solo país y que, por consiguiente, la comunidad internacional está
tan interesada en esta cuestión como los españoles mismos.
6. La conciencia de la Historia es
una de las condiciones previas para evitar que se repitan los errores del
pasado. Además, la evaluación moral y la condena de los crímenes cometidos
juega un papel importante en la educación de las jóvenes generaciones.
7. La Asamblea subraya que el Consejo de
Europa está bien situado para propiciar un debate riguroso sobre esta cuestión.
De conformidad con los principios fundamentales que defiende, debe condenar a
nivel internacional los crímenes y violaciones de los Derechos Humanos
perpetrados por el régimen franquista.
8. Por consiguiente, la Asamblea pide al
Comité de Ministros:
8.1 que proclame una declaración oficial de
condena internacional del régimen de Franco y declare la fecha del 18 de julio
de 2006 como Día oficial de condena del régimen de Franco en el 70 aniversario
del golpe de Estado y del inicio de la guerra civil en España.
8.2 Que inste al Gobierno español a:
8.2.1. poner en marcha una comisión nacional de
investigación sobre las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por el
régimen franquista, y que ésta presente el correspondiente informe al Consejo
de Europa;
8.2.2. continuar a poner a disposición de todos
los historiadores e investigadores el conjunto de los archivos civiles y
militares que puedan contener documentos que permitan establecer la verdad
sobre la represión;
8.2.3. instalar una exposición permanente en la
basílica subterránea del Valle de los Caídos en la Comunidad de Madrid -donde
está enterrado el general Franco- , que explique cómo fue construida por
prisioneros republicanos;
8.2.4. invitar a las autoridades locales a que
erijan monumentos en memoria de las víctimas del régimen franquista en la
capital española y en otras grandes ciudades del país.
II.- Exposición de motivos
1. El 3 de noviembre de 2004, el
Parlamento español aprobó una moción en la que pedía la retirada de los
espacios públicos de los cientos de símbolos de la dictadura franquista
presentes en todo el país, en particular las estatuas, y que fueran
rebautizadas las calles, vías y establecimientos de enseñanza que llevaran el
nombre de Franco o de sus generales.
2. Cuatro meses más tarde, a
medianoche y con el pretexto de obras públicas, una estatua ecuestre de Franco
fue retirada de una de las grandes plazas de Madrid. Pese a que la operación
fue organizada en secreto, un centenar de partidarios de Franco intentaron
impedir la retirada de la estatua. Este incidente ilustra las controversias que
suscita la evaluación de la reciente historia de España.
3. Tan sólo recientemente, la
cuestión del franquismo ha sido objeto de un debate público serio y profundo en
España. Las peticiones públicas se multiplican a favor de un examen y un
balance detallado de los actos de la dictadura y, en particular, de sus
crímenes. Los llamamientos a la apertura de fosas comunes donde están
enterradas las víctimas de los escuadrones de la muerte franquistas son
elementos nuevos del debate público.
4. El gobierno del Sr. Zapatero ha tomado
algunas medidas, incluida la indemnización de las víctimas del régimen
franquista. En octubre de 2004 se estableció una Comisión interministerial para
el examen de la situación de las víctimas de la guerra civil y del régimen
franquista. Es un buen punto de partida para un examen y un balance riguroso de
los crímenes del régimen franquista.
5. La comunidad internacional está
tan afectada como España por este problema. La protección de los Derechos
Humanos representa uno de los valores universales fundamentales. La violación
de los Derechos Humanos no puede ser considerada únicamente como un asunto
interior de un país. El conocimiento de la Historia es necesario para impedir
que se repitan los errores. La evaluación moral y la condena de los crímenes
cometidos juegan, además, un papel importante en la educación de las jóvenes
generaciones. El Consejo de Europa está bien situado para acoger una discusión
seria de este asunto a escala internacional.
6. El presente documento tiene por
objetivo principal el análisis del balance cuando menos turbador del franquismo
en materia de Derechos Humanos y de iniciar a escala internacional un proceso
de condena de los crímenes cometidos en su nombre.
7. El Ponente expresa su reconocimiento a
los historiadores e investigadores eminentes Helen Graham (Departamento de
Historia española contemporánea, Royal Holloway University, Londres), Paul
Preston, biógrafo de Franco, y David Wingeate Pike, autor de Españoles en los
campos alemanes, por su ayuda y cooperación en la preparación de este informe.
MEMORIA HISTÓRICA
8. Francisco Franco Bahamonde, más
conocido con el nombre de Generalísimo Francisco Franco (1892-1975), fue el
jefe militar español que accedió al poder en el curso de la guerra civil
(1936-1939) y gobernó posteriormente a España de forma dictatorial durante
cerca de cuarenta años, de 1939 a 1975.
9. Durante los primeros decenios del siglo
20, España atravesó una serie de graves crisis económicas, políticas y
sociales. El desarrollo de movimientos a favor de la autonomía regional en el
País Vasco y en Cataluña debilitaba gravemente la autoridad del gobierno
central de Madrid. Los disturbios sociales y las huelgas generadas por la
pobreza, las pésimas condiciones de trabajo y un sistema económico superado
eran frecuentes, tanto en las ciudades como en las zonas rurales del país.
10. La negativa del régimen monárquico
constitucional, con el rey Alfonso Xlll al frente, a comprometer reformas
políticas y sociales, precipitó su caída en 1931 y condujo a la creación de la
Segunda República.
11. La formación del primer gobierno de
coalición de la República, compuesto de partidos de izquierdas, encrespó a los
conservadores y entre ellos a Franco, que era entonces el general más joven de
Europa desde su nombramiento en 1926, a los 34 años de edad. Poco después de su
acceso al poder, los republicanos lanzaron un ambicioso programa de reforma del
Ejército español, que generó la hostilidad de numerosos oficiales. Desde 1931,
un grupo de militares empezó a conspirar con el objetivo de derrocar a la
República.
12. La incapacidad de la República
para satisfacer una gran parte de las aspiraciones que su creación había
suscitado en el seno de la población y la división de los partidos de
izquierdas permitieron el acceso al poder en 1933 de un gobierno autoritario de
derechas. Las tensiones sociales pendientes de solución se manifestaron en 1934
con la insurrección de los mineros en Asturias, que fue aplastada por las
tropas al mando de Franco, quien aseguró de este modo su promoción al cargo más
alto del Ejército, como jefe del Estado Mayor.
13. En las elecciones de la primavera
de 1936, los partidos republicanos y de izquierdas formaron una coalición, el
Frente Popular. Aquellas elecciones, celebradas en un clima de tensión, dieron
una apretada victoria a estos partidos. El gobierno nacido de las elecciones ha
sido presentado con frecuencia como un gobierno de izquierdas, cuando en
realidad estaba compuesto íntegramente por personalidades políticas
republicanas liberales, sin ministros socialistas o comunistas.
14. En vísperas de la guerra civil, el
país estaba sumido en el caos: las huelgas eran frecuentes, la violencia
endémica y la situación en vías de radicalización. Según las fuentes oficiales,
durante este período 330 personas fueron asesinadas y 1.511 heridas en
enfrentamientos políticos. Se cuenta en la misma época 213 tentativas de
asesinato, 113 huelgas y la destrucción de 160 edificios religiosos.
15. Después de haberse negado durante algún
tiempo a conspirar contra el gobierno, en el verano de 1936 Franco se aproximó
a un grupo de oficiales derechistas cada vez más impacientes por derrocar al
gobierno. Se sumó a la sublevación militar poco antes de que estallara, una vez
convencido de sus posibilidades de éxito, y desempeñó un papel determinante en
el alzamiento.
16. EI golpe de estado que estalló en julio
de 1936 fracasó en un gran número de grandes ciudades y la situación se
deterioró rápidamente, conduciendo a la guerra civil.
17. España se dividió en dos campos
hostiles. De un lado se encontraban distintos grupos anti-republicanos, civiles
y militares, pronto denominados como “nacionales” y que incluía a los fascistas
de la Falange, los monárquicos y la mayor parte de los conservadores. Las
organizaciones “nacionales” coincidían en la idea de que las políticas de la
Segunda República ponían en peligro la sociedad española tradicional que
defendían. También estaban convencidos de que el Ejército debía tomar la cabeza
del movimiento para derrocar a la República y sustituirla por un gobierno
autoritario fuerte.
18. Del otro lado se encontraba el
campo republicano, compuesto a la vez de leales defensores de la República y
revolucionarios de izquierdas. Pese a las diferencias que les oponían en muchos
aspectos a las demás organizaciones republicanas, los revolucionarios les
apoyaron en la lucha contra la rebelión.
19. El Ejército “nacional” estaba
apoyado por tropas de la Alemania nazi (la Legión Cóndor) y de la Italia
fascista (el Corpo Truppe Volontarie). El Portugal de Salazar también sostuvo
abiertamente a los “nacionales” desde el inicio. Los republicanos, por su
parte, recibieron el apoyo de las Brigadas Internacionales, que agrupaban a los
voluntarios procedentes de numerosos países, organizados y dirigidos por el
KOMINTERN.
20. A finales de septiembre de 1936, una
Junta Militar provisional nombró a Franco Generalísimo (comandante en jefe) del
Ejército nacionalista. Franco también fue designado como el Caudillo, es decir
el nuevo jefe del Estado español. Franco se convirtió no sólo en el jefe de la
cadena de mando del Ejército, sino en el jefe supremo de la España
nacionalista.
21. El lº de abril de 1939, poco después de
la conquista de Madrid, Franco declaró formalmente la victoria de las tropas
nacionalistas, pese a que la resistencia al nuevo régimen continuó en forma de
guerrilla hasta finales de los años 40.
22. Se estima en medio millón el número de
personas muertas en el curso del conflicto. Entre 250.000 y 500.000 republicanos
abandonaron además el país para buscar refugio en el extranjero. La economía
española quedó arruinada y su infraestructura completamente destruida.
RASGOS ESENCIALES DE LA DICTADURA DE FRANCO
23. Desde el principio de la guerra
civil, Franco se comprometió en la construcción de un nuevo tipo de estado
autoritario con el que preveía gobernar al final de la guerra. Este sistema fue
llamado posteriormente Nuevo Estado. La organización política, económica y
social del régimen franquista descansaba sobre las ideas fascistas y
corporativistas.
24. El fascismo exigía una lealtad
incondicional al Estado y, en particular, hacia Franco como jefe del estado
español. El corporativismo perseguía establecer una estrecha colaboración entre
empresarios y trabajadores bajo la dirección del Estado. La
política corporativista tenia por objetivo el asegurar la regulación de la
economía mediante el control de las condiciones de trabajo, los salarios, los
precios, la producción y los intercambios comerciales.
25. EI decreto de unificación de 1937 fue
una de las primeras medidas adoptadas en aras de la instauración del Nuevo
Estado. Este decreto daba a Franco toda la autoridad para suprimir los partidos
políticos de derechas y reagrupar el conjunto de los nacionalistas en el seno
de un partido único situado bajo su control, el partido de la Falange Española
Tradicionalista de las JONS, FET).
26. La etapa siguiente fue el
reagrupamiento forzoso de todos los sindicatos aliados a los nacionalistas en
el seno de una gran organización, la Organización sindical Española (OSE),
completamente enfeudada al partido falangista. La política corporativista debía
permitir, en la intención de Franco, sentar las bases del desarrollo de
relaciones armoniosas entre empresarios y obreros.
27. Franco dio una base jurídica a su
gobierno impulsando un proceso constituyente y promulgando una serie de “leyes
orgánicas del Estado” entre 1938 y 1967. Estas leyes precisaron poco a poco los
poderes de Franco y le permitieron controlar todos los aspectos de la vida
política, económica y social en España. Franco resistió a todas las demandas de
democratización, parapetándose tras una serie de leyes seudo constitucionales,
con las que pretendía dirigir un Estado constitucional de un tipo totalmente
nuevo.
28. De todas las “leyes orgánicas”, la
ley de sucesión de 1947 tuvo las consecuencias más importantes para el futuro
del sistema franquista. Aquella ley definía formalmente al Estado español como
un Estado monárquico. Su objetivo no era revitalizar la monarquía liberal
constitucional anterior a 1931, sino instituir un nuevo estado monárquico que
Franco dirigiría hasta su muerte o incapacidad. La ley reconocía igualmente a
Franco el derecho de designar su sucesor.
29. Las libertades y los derechos
fundamentales de los ciudadanos, como la libertad de expresión o el derecho de
asociación fueron totalmente reprimidos. Toda crítica al régimen era
considerada como un delito; los partidos políticos fueron prohibidos y el sufragio
universal abolido. El partido falangista era la única organización política
reconocida como legal en todo el país y el parlamento reducido a una fachada.
30. Los artistas y los intelectuales fueron
forzados al exilio u obligados al silencio por la censura. La influencia de la
ideología oficial era perceptible en los programas educativos y los manuales
escolares. Bajo la dictadura, la influencia del régimen de Franco sobre el
contenido de los programas y libros escolares fue muy fuerte y formaba parte de
un programa intensivo de lavado de cerebros. Los sindicatos republicanos fueron
disueltos y sus fondos y bienes, confiscados. Las personas que habían sostenido
al Frente Popular fueron objeto de la prohibición de participar en la vida
pública.
31. Franco acometió una política de
represión contra todo individuo susceptible según él de representar una amenaza
para el nuevo régimen. Miles de republicanos fueron sumariamente ejecutados o
encarcelados y un número innumerable fueron sometidos a diversas formas de
sanción política o económica.
32. EI apoyo activo aportado al régimen por
la Iglesia católica romana contribuyó a asentar la legitimidad del Nuevo Estado
a los ojos de muchos creyentes españoles.
33. Con el estallido de la Segunda Guerra
mundial en septiembre de 1939, Franco afrontó nuevos retos. El más apremiante
era la cuestión de saber si España debía entrar en el conflicto al lado de las
potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón. Abiertamente favorable a los
principios fascistas, Franco era también consciente de la enorme deuda
contraída por su régimen con la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler en
razón de la ayuda financiera y militar que ambos países habían aportado a los
nacionalistas a lo largo de la guerra civil. Franco, sin embargo, consciente
también de la precaria situación de su régimen, decidió adoptar una política de
neutralidad.
34. En junio de 1940, Franco había
anunciado su intención de aproximarse a las potencias del Eje. Franco mantuvo
relaciones amistosas con Hitler y Mussolini, aunque Hitler juzgó excesivas las
condiciones planteadas por Franco para la participación en la guerra,
condiciones que incluían a la vez determinadas exigencias en materia de
seguridad y la adquisición de territorios coloniales en las zonas bajo control
francés en África del Norte.
35. A partir de mediados de 1943,
cuando la guerra empezó a evolucionar en un sentido más favorable a los
Aliados, Franco se mostró cada vez más receptivo a las presiones de los
Aliados, que exigían la neutralidad de España. Franco, sin embargo, continuó a
exportar materias primas hacia Alemania y sólo abandonó la esperanza de una
victoria alemana cuando la derrota se convirtió en cierta, en 1944.
36. AI evitar la participación directa
de España en la Segunda Guerra mundial, Franco ahorró a España los numerosos
muertos y destrucciones que sufrieron la mayor parte de los países europeos.
Sin embargo, las relaciones mantenidas por Franco con los regímenes fascistas,
así como el carácter antidemocrático del régimen franquista, contribuyeron al
aislamiento de España de los demás países de Europa occidental durante la
posguerra.
37. Considerado como un paria de la
comunidad internacional, la España franquista se encontró política y
económicamente aislada en los años siguientes.
38. Franco resistió a las presiones internas
y externas a favor de una democratización de España, principalmente por su
determinación en asegurar la legitimidad de su régimen por medios jurídicos.
39. Durante los años 50, las
relaciones entre España y las democracias occidentales entraron en una nueva
fase, habida cuenta que estos países comenzaron entonces a contemplar con una
mirada más favorable al régimen pro católico y ferozmente
anticomunista creado por Franco. Esta evolución estaba dictada por la guerra
fría y por la rivalidad ideológica y militar que oponía las democracias
occidentales a los países comunistas dirigidos por la URSS.
40. En 1953, Franco concluyó un
tratado con los Estados Unidos, los Pactos de Madrid, que daba a los Estados
Unidos acceso a varias bases militares y navales españolas a cambio de una
ayuda económica y militar. Este acuerdo convirtió a España en un miembro
importante del bloque anticomunista en Europa del oeste.
41. En 1955, España fue admitida
formalmente en el seno de la comunidad internacional, con su adhesión oficial a
las Naciones Unidas (ONU).
42. La reintegración progresiva de España en
el seno de la comunidad internacional permitió una estabilización de la
dictadura franquista. Durante los años 50, Franco se esforzó en consolidar el
sistema autoritario que presidía desde la guerra civil, apoyándose sobre el Ejército,
la Iglesia y las familias de la derecha con fuerte influencia política.
43. Su situación en el poder en España
estaba entonces más asegurada que nunca, pero Franco mantuvo su control sobre
la sociedad española, reprimiendo toda actividad a favor del regionalismo, de
la liberalización política o del sindicalismo de izquierdas.
44. A partir de finales de los años
50, sin embargo, importantes grietas empezaron a producirse en el edificio
autoritario del franquismo. Grupos de la oposición cada vez más influyentes,
que agrupaban los elementos progresistas de la Iglesia católica, las asociaciones
de estudiantes y las organizaciones clandestinas de los trabajadores
promovieron la contestación frente al régimen. Esta oposición estaba alimentada
en gran parte por el deterioro de la situación económica. Después de varios
años de autarquía, la economía española estaba al borde de la quiebra.
45. EI cambio de la situación
económica a mediados de los años 60, al asegurar una prosperidad creciente a
los partidarios del régimen en las clases medias, parecía dar una nueva
juventud al franquismo. Sin embargo, las presiones internas y externas
continuaron a ejercerse. En respuesta a estas presiones, Franco promulgó en
1967 una ley orgánica que reducía sus poderes y funciones, así como las de su
sucesor.
46. Franco, sin embargo, conservaba un
derecho de veto absoluto, pues podía bloquear toda reforma susceptible de poner
en cuestión su autoridad.
47. La ley de 1967, por consiguiente,
sólo introducía cambios superficiales con el objetivo de mejorar la imagen de
España en el extranjero y dar al pueblo español la impresión de que España se
insertaba en el camino de la democracia. La popularidad de Franco, sin embargo,
continuaba a decaer por la lentitud de la modernización de las estructuras
políticas y sociales del régimen.
48. Franco, que sufría desde hace años
la enfermedad de Parkinson, murió en noviembre de 1975, dejando el porvenir de
España en manos del nuevo jefe de estado, el rey Juan Carlos I. Pese a que éste
había sido cuidadosamente preparado para asegurar la sucesión de Franco, Juan Carlos
entró en contacto con personalidades políticas y organizaciones sindicales con
el objetivo de- iniciar una transición relativamente sin sobresaltos hacia la
democracia.
49. El rey Juan Carlos I comenzó entonces a
desmantelar las instituciones autoritarias del régimen de Franco y apoyó la
renovación de los partidos políticos. Tres años después de la muerte de Franco,
España se había convertido en una monarquía constitucional plenamente
democrática.
BALANCE DE LOS CRIMENES DEL RÉGIMEN DE FRANCO.
50. EI acceso de Franco al poder puso
un término a los antagonismos políticos y a los disturbios sociales que
agitaron a España en la primera parte del siglo 20. Franco también contribuyó a
sentar las bases de la modernización económica de España, situando al país en
la vía de la cooperación con los demás países europeos.
51. Sin embargo, el balance del
régimen franquista en materia de Derechos Humanos sigue siendo profundamente
impactante. Franco no sólo ejerció represalias muy duras contra sus opositores,
sino que creó un régimen político que negaba a la mayoría de los españoles el
ejercicio de las libertades y los derechos individuales.
52. Durante la guerra civil, la
represión militar con su cortejo de horrores, después de haber comenzado en
Sevilla y en el oeste de Andalucía en 1936, se extendió progresivamente al
resto del país, a medida que avanzaban las tropas franquistas.
53. EI número total de víctimas permanece
controvertido: se estima generalmente entre 500.000 y 1 millón el número de
personas muertas. Un gran número de ellas, sin embargo, no perecieron en
combate militar, sino que fueron asesinadas en brutales ejecuciones de masa
perpetradas por ambos lados.
54. AI inicio de la guerra, más de
500.000 personas que se encontraban del “lado equivocado” de la línea del
frente fueron asesinadas o ejecutadas sumariamente. Las cifras son
probablemente comparables de ambos lados de la línea de frente. Las víctimas
fueron sacadas de sus refugios o de sus lugares de detención. La más célebre de
ellas fue sin duda el poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
55. La guerra civil española fue una
guerra total. El bombardeo de la ciudad vasca de Guernika por la Legión Cóndor,
tema de un célebre cuadro de Picasso, anticipó los momentos más negros de la
Segunda Guerra mundial.
56. En el curso de esta guerra, las
mujeres fueron sometidas a tratamientos particularmente crueles en nombre de la
idea franquista de las represalias: violaciones, confiscación de los bienes y
ejecución en castigo por el alistamiento de sus hijos o su marido.
57. Inmediatamente después del final
de los combates militares, el régimen franquista impuso la ley marcial en toda
España. Uno de los aspectos principales del nuevo régimen fue el sistema de
justicia militar expeditiva puesto en marcha para juzgar a sus opositores, es
decir, a toda persona que hubiera servido voluntariamente en el Ejército
republicano o toda persona que hubiera expresado su apoyo a la República. Al
someter a juicio militar hasta 1962 (e incluso más tarde en algunos casos) a
todo individuo considerado como oposito político, el régimen franquista privaba
de hecho a los defensores de toda garantía seria y de su derecho a un
representante legal.
58. Los procesos de presos políticos
terminaban con frecuencia con la pena capital (extremadamente frecuente en los
años 40) o a penas de 2O a 30 años de prisión por el único “crimen” de ser
republicanos.
59. Durante los años 40, además,
numerosos detenidos políticos no fueron presentados ante un tribunal. Miles de
personas fueron mantenidas durante años en detención administrativa, sin el
menor control judicial. Las cifras oficiales del régimen franquista, que son
sin duda inferiores a la realidad, reconoce un total de 62.000 personas en
detención administrativa entre 1940 y 1941.
60. En los años 40, los presos
políticos eran muy numerosos en España. Según las cifras oficiales, que los
historiadores consideran generalmente como infravaloradas, durante la primera
mitad del decenio eran 300.000 de una población de 25,9 millones. En
comparación, en enero de 1936, antes de la guerra civil, la población reclusa
en España era de 34.526 personas. La tasa de reclusión (número de detenidos por
100.000 habitantes) era en 1940 casi tan elevada como en la Alemania nazi
(respectivamente 1.158 y 1.614).
61. Las detenciones arbitrarias y las
terribles condiciones de detención a las que fueron sometidos los presos,
expuestos sistemáticamente al hambre. a la superpoblación y a las epidemias,
constituyen violaciones flagrantes de los Derechos Humanos.
62. Las brutalidades de la policía y
el recurso sistemático a la tortura eran la norma; estas prácticas eran
producto de un clima de impunidad y de políticas deliberadas. Las mujeres
detenidas en las comisarías de policía eran sometidas a menudo a violencias
sexuales y malos tratos físicos y psicológicos. Técnicas de control físico y
psicológico y de “vigilancia moral” fueron especialmente concebidas para romper
la moral de los detenidos e instaurar nuevas relaciones de dependencia hacia el
régimen y el orden social establecido por éste.
63. El recurso sistemático a la
tortura explica el elevado número de suicidios en prisión. No era raro que las
autoridades reaccionaran con la ejecución de un miembro de la familia del
detenido.
64. En 1944, un portavoz del ministerio
de justicia franquista reconoció que más de 190.000 detenidos habían sido
ejecutados o habían muerto en prisión. Las fosas comunes atestiguan de la
manera más terrible los medios utilizados por Franco para imponer su poder.
65. Psiquiatras militares efectuaron
experiencias sobre los presos para identificar los “genes rojos”. En 1938,
algunos miembros de las Brigadas Internacionales fueron sometidos a tests
físicos y psicológicos extraños; se trataba de una de las primeras
tentativas sistemáticas de poner la psiquiatría al servicio de una ideología.
Documentos publicados recientemente muestran el proyecto concebido por el
psiquiatra en jefe de Franco, el doctor Antonio Vallejo Nájera, para
identificar el “bio psiquismo del fanatismo marxista”.
66. Las terribles condiciones de detención
en las cárceles franquistas empiezan tan sólo hoy a ser conocidas gracias al
testimonio de los presos.
67. EI régimen franquista también creó
campos de concentración y batallones de trabajo forzado en los que miles de
personas, entre ellas mujeres y niños, fueron “reeducadas”. Los detenidos
republicanos eran sometidos a condiciones de esclavitud. Veinte mil presos
construyeron con sus manos, cortando en la roca, la basílica del Valle de los
Caídos, el monumento edificado por Franco para celebrar su victoria en la
guerra civil. Batallones de trabajo compuestos de prisioneros republicanos
fueron constreñidos al trabajo forzado en las minas, en la construcción de
líneas de ferrocarril o en la reconstrucción de “regiones devastadas”. También
fueron utilizados por el Ejército o alquilados a empresas privadas.
68. En 1953, la Comisión internacional
contra el régimen de concentración publicó un informe realizado tras la visita
de algunas prisiones y campos de trabajo en España, así como sobre la base de
entrevistas con presos políticos. La conclusión de dicho informe, que describía
los malos tratos físicos y psicológicos a los que eran sistemáticamente
sometidos los prisioneros, han sido corroboradas y ampliamente desarrolladas
por estudios históricos recientes; numerosos testimonios de presos políticos,
hombres y mujeres, describen también en detalle los malos tratos sufridos
durante su detención.
69. Con el fin de reducir la extrema
superpoblación de las cárceles, algunos detenidos fueron liberados antes de
haber cumplido el total de su pena. Su exclusión política y social no había
terminado: eran enviados a campos de trabajo o situados en un régimen disciplinario
de “libertad provisional”. Esto quería decir en general que estaban obligados a
vivir lejos de casa, con frecuencia en un lugar escogido por el régimen donde
eran sometidos a la vigilancia de la policía local. Las personas en régimen de
libertad condicional sólo podían ejercer un empleo manual e incluso les era
difícil encontrar este tipo de empleo. La libertad provisional constituía por
tanto, como tal, un régimen extremadamente punitivo que hacía a las personas
sometidas a él particularmente vulnerables a la explotación, confinándolas en
los márgenes del mercado de trabajo.
70. El encarcelamiento, la tortura y las
ejecuciones no eran las únicas violencias infligidas a los vencidos; a éstas se
añadían la humillación psicológica y la explotación económica. Todos aquellos
que habían apoyado a la República eran presentados como peligrosos y
calificados como “enemigos de España”. Excluidos de la nación, eran
considerados con privados de derechos.
71. La legislación franquista privaba
de sus bienes y del acceso al empleo público a los miembros de profesiones
liberales considerados republicanos. Sus hijos no podían acceder a la
Universidad.
72. Los “niños perdidos” son también
parte de las víctimas del franquismo: se trata de hijos de presas cuyos
apellidos fueron modificados para permitir su adopción por familias adictas al
régimen.
73. Varios miles de hijos de obreros fueron
también enviados a instituciones del estado porque el régimen consideraba su
familia republicana como “inadecuada” para su formación.
74. Niños refugiados fueron también
secuestrados en Francia por el servicio exterior de “repatriación” del régimen
y situados posteriormente en instituciones franquistas del Estado.
75. El régimen franquista invocaba la
“protección de menores” pero la idea que aplicaba de esta protección no se
distinguía de un régimen punitivo. Los niños debían expiar activamente los
“pecados de su padre” y se les repetía que ellos también eran irrecuperables.
Frecuentemente, eran separados de las demás categorías de niños internados en
las instituciones del Estado y sometidos a malos tratos físicos y psicológicos.
76. Para conseguir sus fines, la represión
ejercida por el régimen franquista reposaba en gran parte sobre la complicidad
y el sostén de los “españoles ordinarios”. Decenas de miles de personas
respondieron a las exhortaciones del régimen por convicción política, en razón
de prejuicios sociales, por oportunismo o simplemente por miedo. Denunciaron a
vecinos, conocidos o incluso miembros de su familia; ni siquiera era necesario
corroborar las acusaciones pues no era exigida la menor prueba.
77. La Iglesia católica de España,
estrechamente unida al régimen, participó en la persecución de los vencidos;
los sacerdotes denunciaban a sus parroquianos republicanos ante los tribunales
del Estado. También jugó un papel muy importante al proveer el personal de
numerosos establecimientos penitenciarios, siendo los más tristemente célebres
las prisiones de mujeres y los reformatorios para jóvenes cuyos antiguos
detenidos han denunciado públicamente los malos tratos físicos y psicológicos
que sufrieron por parte del personal religioso.
EL DESMANTELAMIENTO DEL RÉGIMEN FRANQUISTA.
78. En 1965 comenzó un proceso de
destrucción de archivos. El gobierno español sólo ha empezado a tomar medidas
tardías, incluso vacilantes, para proteger los archivos del país a partir de
1985, diez años después de la muerte de Franco. Los documentos destruidos
durante esos veinte años cruciales comprenden en particular los archivos del
partido único falangista y, especialmente, los expedientes individuales de cientos
de miles de sus miembros. Los archivos de los gobiernos civiles provinciales,
de las cárceles y de las principales autoridades locales del régimen
franquista, los gobernadores civiles, también han desaparecido.
79. Convoyes de camiones se llevaron
archivos “judiciales” de la represión. La destrucción de estos archivos ha sido
deliberada, pero se conocen también casos de destrucción “involuntaria” por
parte de determinados Ayuntamientos, que han vendido sus archivos al peso del
papel para su reciclado. Pese a las pérdidas de estos veinte años cruciales,
quedan documentos suficientes que permiten la reconstrucción del pasado.
80. Las elites franquistas han
aceptado la transición y el retorno de la democracia a cambio de una amnistía
política de hecho, que descansa en un “pacto del silencio”. Nadie sería llamado
a rendir cuentas ante la justicia y no se crearía una Comisión de “Verdad y
reconciliación”.
81. Los años 80 vieron en España una
explosión de trabajos de investigación detallada que tenían por objetivo
reconstruir la historia de la represión provincia por provincia. A finales de
los años 90, el 60% de las provincias ya estaban cubiertas por estudios de este
tipo. Estas investigaciones históricas, que se prosiguen en la actualidad,
constituyen un trabajo necesario de rememoración de la guerra civil y su largo
epílogo.
82. El trabajo de los historiadores es
absolutamente esencial para que sean tomadas públicamente en cuenta el conjunto
de los testimonios que no podían producirse bajo la dictadura, ni tampoco en
las condiciones muy particulares y precarias de la transición hacia la
democracia, a finales de los años 70.
83. Desde hace algunos años asistimos
a una verdadera explosión de la memoria republicana con la creación de grupos
civiles de presión, como es el caso de la Asociación para la Recuperación de la
Memoria Histórica (ARMH).
84. Esta asociación ha pedido la
exhumación de las fosas comunes de los restos de las víctimas de los asesinatos
extrajudiciales perpetradas por las tropas franquistas, con el fin de que
puedan ser identificadas y enterradas por sus familiares y amigos.
85. Recientemente, una primera víctima
española del régimen franquista a podido ser identificada con la ayuda de
muestras genéticas. La exhumación se había realizado en octubre de 2000.
86. Desde el años 2000, la asociación
ha exhumado los restos de más de 100 personas. Numerosas otras exhumaciones
están previstas a petición de los familiares de desaparecidos, cuyo número se
estima en unos 30.000, pero se retrasan por falta de medios. La ARMH se ha
apoyado hasta ahora en el trabajo de voluntarios y en la contribución de las
familias. Algunas autoridades locales han aportado ayudas, aunque de carácter
discrecional; el gobierno central todavía no ha aportado un apoyo financiero.
87. Las personas que sobrevivieron a
los trabajos forzados y quieren que sean reconocidas públicamente, antes de su
muerte, los tratos que padecieron, también están encontrando dificultades.
88. Aunque algunos presos políticos
del franquismo tengan formalmente la posibilidad de obtener una indemnización
financiera en virtud de la legislación adoptada en 1990-1992 por el gobierno
socialdemócrata, el Partido Popular (PP) conservador que estuvo en el poder de
marzo 1996 a marzo de 2004 ha bloqueado este proceso, transfiriendo la
competencia de estas indemnizaciones a los gobiernos autonómicos, donde los
representantes del PP continúan a oponerse a estas iniciativas.
89. No es probable, sin embargo, que
los aspectos financieros sean aquí el principal obstáculo, pues el número de
presos políticos de larga duración y las personas obligadas a realizar trabajos
forzados es hoy poco elevado.
90. En 2001, el Congreso de los
Diputados se comprometió a borrar las fichas de antecedentes judiciales de las
personas homosexuales internadas por el régimen franquista y examinó la
posibilidad de acordarles una indemnización por los años de tortura y cárcel.
Durante la dictadura homófona del general Franco, miles de homosexuales fueron
encarcelados, agrupados en campos o encerrados en instituciones psiquiátricas
donde algunos de ellos fueron sometidos a electrochoques. El régimen franquista
y sus partidarios falangistas consideraban la existencia de los homosexuales
incompatible con su ideal de virilidad española. Aunque votaron contra una
enmienda que hubiera permitido la indemnización financiera automática de los
homosexuales encarcelados bajo el franquismo, el PP aceptó que la cuestión sea
examinada en el seno de una comisión especial.
CONCLUSIONES
91. Existen hoy suficientes pruebas de
violaciones numerosas y graves de los Derechos Humanos, cometidas por el
régimen franquista. Asumir el pasado no puede limitarse únicamente a retirar
los símbolos de la dictadura aún presentes en los lugares públicos. La
evaluación seria del régimen franquista debe desembocar en una condena sin
ambigüedades.
92. El Ponente considera necesario
evitar cualquier retraso injustificado en esta materia y recomienda a las
autoridades españolas que aporten su apoyo moral y financiero a los grupos y
asociaciones que intentan restablecer la memoria histórica de las vulneraciones
de los Derechos Humanos perpetradas bajo este régimen fascista.
93. EI Consejo de Europa debería crear
una comisión de expertos políticamente independiente para recoger y valorar las
informaciones sobre las violaciones de los Derechos Humanos cometidas bajo la
dictadura franquista.
94. El Gobierno español debería ser
instado a crear una comisión estatal de investigación de las violaciones de los
Derechos Humanos cometidas bajo la dictadura franquista y elevar su informe de
conclusiones al Consejo de Europa.
95. Las autoridades españolas deberían
permitir a los historiadores y a los investigadores el libre acceso a la
totalidad de los archivos públicos o privados, civiles o militares,
susceptibles de contener documentos que puedan contribuir al restablecimiento de
la verdad sobre la represión bajo el régimen franquista, especialmente los de
la Fundación Francisco Franco financiada por el Estado, y abrir todos los
archivos fascistas aún inaccesibles al público.
96. El Gobierno español debe
beneficiarse del pleno apoyo de la comunidad internacional para localizar y
abrir las fosas comunes, cuyo número se estima en varios centenares, donde
fueron enterradas en los años 30 las víctimas de los escuadrones de la muerte
franquistas.
97. EI Gobierno español debe ser instado
a crear una comisión de historiadores para el establecimiento de los hechos, la
revisión de la enseñanza de la guerra civil en la escuela y a contemplar la
instalación en la basílica subterránea del Valle de los Caídos, en las
cercanías de Madrid, donde Franco está enterrado, de una exposición permanente
mostrando cómo ese monumento fue construido por presos republicanos.
98. Los ciudadanos y ciudadanas españoles
víctimas del régimen franquista, o sus descendientes y sus familiares, deben
ser invitados a prestar testimonio ante ambas comisiones.
99. Las instituciones españolas deben
proseguir la supresión de monumentos, nombres de calles, placas conmemorativas
y demás signos exteriores que rindan homenaje a la dictadura franquista, a sus
defensores y a los principales responsables de la represión.
100. El Ponente propone recomendar al Comité
de Ministros del Consejo de Europa que adopte una declaración oficial de
condena del régimen franquista a escala internacional y a promover la erección
de uno o varios monumentos en memoria de las víctimas del franquismo en la
capital española y en otras ciudades importantes de España.
París, 17 de marzo de 2006
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