María Torres / 12 mayo 2013
La Asociación de Expresos y represaliados políticos
antifranquistas (AERPA), constituida en 1965 y legalizada en
1979, agrupa a víctimas supervivientes de la represión franquista.
Su principal objetivo defender los derechos y la memoria de
todas las víctimas del franquismo.
La cárcel fue el eje de la represión franquista con un
objetivo muy definido: La degradación y transformación del preso en un ser
sumiso. En 1939, cuando se inició la larga noche del franquismo que
convirtió al país en una inmensa prisión, estaban encarcelados
cerca de cien mil hombres y mujeres, cifra que se duplicó al año
siguiente y en 1941 ascendió a 233.373 reos. La capacidad carcelaria
española en ese año era de 20.000 plazas.
La Justicia franquista actuó contra todos los que eran
contrarios a sus ideas pues representaban unos valores no permitidos
que había que exterminar en la edificación del Nuevo Estado. No hubo perdón, no
hubo clemencia para los vencidos, tan solo odio, humillación, negación y
olvido. No fue justicia, fue venganza, una venganza que aún hoy se paladea y
que continuó oficialmente hasta la muerte del dictador.
La mal llamada “democracia” nunca tuvo en cuenta a los
presos franquistas Su memoria está pendiente de reconocimiento. La palabra
“preso” aún chirria en las mentes de muchos como algo sucio, pero los presos de
Franco no eran delincuentes, eran personas normales como mi abuelo, cuya única “anormalidad” para las
enfermas mentes franquistas fue su lealtad a la República y su afiliación a
Izquierda Republicana. Los presos franquistas fueron, tiempo después, los
opositores al régimen, los que aún seguían soñando y peleando por un Estado
libre de fascismo. Esa fue su lucha, su única lucha, el restablecimiento de la
Democracia, y por ello nadie debería sufrir el encarcelamiento y la represión,
por ello nadie debería ser víctima del terror político.
Ningún gobierno de la mal llamada “Democracia” ha
hecho justicia con ellos. Ninguno ha reconocido la verdad de su legítima causa.
Ninguno ha reparado el daño.
La Asociación de Expresos y represaliados políticos
antifranquistas (AERPA) celebró ayer, 11 de mayo, el 48 aniversario
de su fundación en el Auditorum Marcelino Camacho de CC.OO de Madrid, con
una fiesta reivindicativa en la que representantes del mundo de la cultura
exigieron la reparación de la memoria de las víctimas y que no queden impunes
los crímenes de la dictadura.
"Hoy, 48 años después, seguimos luchando por lo
mismo. Pedimos que no queden impunes los crímenes tremendos cometidos durante
la dictadura franquista", declaró Luis Pérez Lara,
presidente de la Asociación, que sigue manteniendo los mismos
objetivos que perseguían en 1965: Verdad, Justicia y Reparación.
Mi agradecimiento a la Asociación y en particular al
secretario de la misma, Andoni Luis Ros Soler por la invitación.
Yo, nieta de un preso del franquismo que ya no puede
defender su memoria, también me siento víctima.
Campomanes, 8 1º A
28013 Madrid
Telf.:91 547 53 12
www.asocexpresospoliticos.org
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