"He visto entregada esta tierra a aventureros de
la política, a advenedizos que hacen de ella asiento de su cretina vanidad y
base de su mezquino interés. Los que hacen de la política una profesión
exclusiva y excluyente (como una propiedad) suelen hablar de conflictos entre
ideas y realidades. La diferencia entre ellos y nosotros es esta: para ellos,
las realidades de un país son los intereses creados; para nosotros, las
realidades de un país son los dolores creados por esos intereses."
"La tiranía económica y política que se hubo de
desarrollar desde la conquista de este pueblo, no puede parangonarse con la que
pasó sobre pueblo alguno del mundo. Los andaluces oprimidos perdieron la esperanza
de su libertad y aún se olvidaron de ella. Pero esto no quiere decir que, si
llega el caso de ejercerla, no puedan demostrar los que después de tiranizados,
vilipendiados fueron, que, si hubo un pueblo creador en España, este pueblo fue
el de Andalucía, como lo patentiza su historia, enterrada por los dominadores y
desenterrada hoy por muchos de sus hijos entusiastas, los cuales se sienten
inspirado por la grandeza de la región".
"No habiendo sido jamás Andalucía entregada a si
misma desde la conquista y dominación cristiana que vino a absorber nuestros
jugos vitales y a esterilizar nuestro genio creador, no puede decirse que sea
Andalucía incapaz de regirse bajo las nuevas condiciones. Cuantas veces fue
libre, creó nuestra Región las únicas maravillosas civilizaciones que
existieron en España. En su último período de libertad, el Andalus salvó de la
barbarie europea la cultura occidental e inspiró a Europa la civilización con
que cuenta hoy en el mundo".
"Campesinos andaluces: Vuestra historia es la
historia de Andalucía. Vuestros padres, hicieron de esta triste patria nuestra
un vergel delicioso, en donde los más deleitosos frutos estaban de balde; en
donde todo el mundo sabía leer y escribir, presidido este vergel por la
gloriosa ciudad desde donde os dirigimos nuestra voz: por Córdoba, la ciudad
que condensó el espíritu andaluz, acumulándole en ochenta Universidades y
Bibliotecas ingentes, como no existen en la España de hoy; prodigándolo
generosamente a Europa, cuya civilización vino a iniciar. De aquí salió el
espíritu que fundó las Universidades europeas. Aquí la civilización tuvo asilo
inexpugnable, acosado por la barbarie medieval".
"Y vino esta barbarie a dominar por fin a
Andalucía. Y, entonces, los dominadores se repartieron en grandes porciones el
suelo de la patria y expulsaron a nuestros padres, generosos y creadores, a las
playas inhospitalarias del Africa hosca y redujeron a los que quedaron a
abdicar su genio rebelde y creador, encerrándole como esclavos en esas
ergástulas que llaman gañanías, en donde pena aún su martirio la Andalucía
jornalera, la verdadera y triste Andalucía".
"Los caciques territoriales y políticos, por
medio de la desamortización, por medio de contribuciones, vinieron a completar
la obra de arruinar al pequeño labrador que cultivaba intensamente sus tierras,
creándose así, junto a los estados de los nobles, los modernos
latifundios".
"Mienten quienes digan que Andalucía ríe. La risa
de Andalucía es la mueca del genio enloquecido por el martirio, debilitado por
el hambre; de un genio que tuvo y tiene por fondo un optimismo creador; una
santa alegría de vivir, caricaturizado hoy por una larga tragedia de miseria y
sufrimiento".
"Cuando todos los andaluces conozcan su verdadera
historia y esencia, será cuando logremos llegar a obtener el poder necesario
para exigir el respeto a nuestra personalidad tan diferente de aquella que
tratan de imponernos".
"Nosotros, conscientes de nuestra misión vital,
invitamos fervorosamente a todos los andaluces a que, recordando como un
acicate su gloriosa historia, no de guerras, sino de maravillosas
civilizaciones pasadas, colaboren en la batalla nuestra; a que sientan un
anhelo intenso y poderoso de la vida propia y distinta, considerándose cada
individuo factor activo de la Historia nueva; a que fundan, sin temor al
sacrificio, ese anhelo de eternidad que constituye el fondo último de todos los
seres, con el objeto de una posteridad triunfante, la cual únicamente podrá
perpetuar la vida nuestra, depurada por el dolor, dignificada por la libertad y
santificada por la justicia".
"Nosotros no podemos no queremos, no llegaremos a
ser jamás europeos. Externamente en el vestido o en ciertas costumbres
ecuménicamente impuestas con inexorable rigor hemos venido pareciendo aquello que
nuestros dominadores exigieron de nosotros. Pero jamás hemos dejado de ser lo
que somos de verdad: esto es andaluces, euro-africanos, euro-orientales,
hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres".
“¡Europa, no; Andalucía! Europa es por su método, la
especialización que convierte al individuo en pieza de máquina. Andalucía por
el suyo, es la integridad que apercibe al individuo como un mundo completo
ordenado al mundo creador. Europa es el individuo para la masa. Andalucía, el
individuo para la Humanidad. Europa es el feudalismo territorial e industrial,
Andalucía, el individualismo libertario que siente el comunismo humano,
evolutivo, único comunismo indestructible por ser natural, el que añoraron
todos los taumaturgos; aquel que tiene un alma en la aspiración, que cada
individuo llegue en sí a intensificar, de crear por sí, pero no para sí, sino
para dárselo a los demás. Ese único comunismo posible que no puede llegar a
crearse por artificio maquinista, sino por la alegría y por el espíritu que la
alegría viene a crear. Europa es el empaque dominador megalómano, rabiosamente
utilitario. Andalucía es, como decía no sé quién, como son sus casas de
apariencia humilde, con patios, jardines centrados por fuentes; sencillez por
fuera; iluminación por dentro”.
"Andaluces: Andalucía es una nacionalidad porque
una común necesidad invita a todos su hijos a luchar juntos por su común
redención. Lo es también porque la Naturaleza y la historia hicieron de ella
una distinción en el territorio hispánico. Lo es también porque, lo mismo en
España que en el extranjero, se la señala como un territorio y un pueblo
diferente. La degeneración de Andalucía será la de todos vosotros. Un pueblo
abyecto y cobarde es un mero compuesto de individuos indignos y cobardes también.
Declaremos a los representantes del régimen actual y
sus procedimientos, incompatibles en absoluto, por su inconsciencia e
inaguantable contumacia con las aspiraciones generosas de renovación. Una
barrera impenetrable de intereses políticos o partidistas y plutocráticos,
consustancial de la conservación de dinastías arcaicas y de oligarquías
inmundas, impide el advenimiento de las nuevas condiciones, contradictorias de
absurdos privilegios.
Rechacemos la representación de un Estado que nos
deshonra, sosteniendo regímenes arcaicos y feudales en todos los órdenes de la
Administración: en la Hacienda, en la Enseñanza, en la Justicia; Poderes que
mantienen Códigos sancionadores de bárbaras costumbres privadas, por los cuales
la sociedad salvaje de este territorio ejerce una tiranía espiritual mil veces
peor que la económica y que la política, sobre los hombres cultos que se
preguntan si este país es una patria o un establo".
"Declarémonos separatistas de este Estado que,
con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de justicia
y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la libertad; de ese Estado
que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los
pueblos extranjeros. Avergoncémonos de haber sufrido y condenémoslo al
desprecio o al perecimiento; esto es, al vacío del olvido absoluto
en donde el recuerdo del malo se extingue, a esas castradas generaciones
antecedentes, que nos hubieron de legar la deshonra de este Estado, por no
haber concebido ni ejecutado en su inconsciencia, en su cobardía o en su maldad, el
esfuerzo generoso que exigía de ellas la esperanza de una posteridad feliz.
Reneguemos de los padres que despreciaron a los hijos, viviendo con la España
antigua la historia estéril para el progreso humano de un pueblo inspirado por
dogmas sombríos de muerte, que hiciera cruzada contra la naturaleza y la vida,
forjando para España y para los españoles de hoy la prevención y el menosprecio
universales".
Blas Infante
Blas Infante
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