Hoy es el aniversario de la muerte de Francisco Giner de los Ríos, el creador de la Institución Libre de Enseñanza, una escuela activa, neutra y no dogmática basada en el método científico que formaba personas completas, abiertas a todos los ámbitos del saber humano y en la que primaban la coeducación y reconocimiento explícito de la mujer en pie de igualdad con el hombre, el racionalismo, la libertad de cátedra y de investigación, la libertad de textos y supresión de los exámenes memorísticos. Una Escuela que destruyó el franquismo y que ojalá, podamos recuperar algún día.
“La Institución no pretende limitarse a instruir, sino cooperar a que se formen hombres útiles al servicio de la Humanidad y de la patria. Para esto, no desdeña una sola ocasión de intimar con sus alumnos. Sólo de esta suerte, dirigiendo el desenvolvimiento del alumno en todas las relaciones, puede con sinceridad aspirarse a una acción verdaderamente educadora en aquellas esferas donde más apremia la necesidad de redimir nuestro espíritu: desde la génesis del carácter moral, tan flaco y enervado en una nación indiferente a su ruina, hasta el cuidado del cuerpo, comprometido como tal vez en ningún pueblo culto de Europa, por una indiferencia nauseabunda; el desarrollo de la personalidad individual, nunca más necesario que cuando ha llegado a su apogeo la idolatría de la nivelación y de las grandes masas; la severa obediencia a la ley, contra el imperio del arbitrio, que tienta a cada hora entre nosotros la soberbia de gobernantes y de gobernados; el sacrificio ante la vocación, sobre todo el cálculo egoísta, único medio de robustecer en el porvenir nuestros enfermizos intereses sociales; el patriotismo sincero, leal, activo, que se avergüenza de perpetuar con sus imprudentes lisonjas males cuyo remedio parece inútil al servil egoísta; el amor al trabajo, cuya ausencia hace de todo español un mendigo del Estado o de la vía pública; el odio a la mentira, uno de nuestros cánceres sociales, cuidadosamente mantenido por una educación corruptora; en fin, el espíritu de equidad y tolerancia, contra el frenesí de exterminio que ciega entre nosotros a todos los partidos, confesiones y escuelas”
Giner de los Rios, F., Ensayos, págs. 116 y 117.
Reproducido en F. DÍAZ-PLAJA, Historia de España en sus documentos. Siglo XIX, Madrid. Cátedra. 1983. pp. 375-376.
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