«Cierto que la guerra no ha creado ideas nuevas –no pueden las ideas brotar
de los puños–; pero ¿quién duda de que el árbol humano comienza a renovarse por
la raíz, y de que una nueva oleada de vida camina hacia la luz, hacia la
conciencia?» Antonio Machado
María Torres / 22 Febrero 2015
De Antonio Machado, la propaganda franquista siempre
insinuó que el poeta falleció solo y abandonado por los suyos. Dionisio
Ridruejo afirmó que «murió allí ignorado,
en soledad y desatendido», en «aquella Francia a quien Dios perdone, ya que los
hombres le han dado su castigo»
Desde su muerte, Machado fue un
patrimonio disputado entre franquistas y republicanos. Sucedió así hasta
iniciados los años cincuenta en que su figura y su recuerdo se transformaron en
símbolo de resistencia contra la dictadura franquista.
Hace 56 años en Colliure (Francia),
convocado por un grupo de
intelectuales franceses y respaldado por el Partido Comunista, se celebró el
primer homenaje al Poeta. El comité de honor estaba integrado por Louis
Aragon, Jean Paul Sartre, Marguerite Duras, Simone de Beauvoir, Raymond Queneau
y Pablo Picasso, entre otros.
No solo se trataba de reivindicar a
Machado y recuperar su memoria, existía también el objetivo de un encuentro
entre los exiliados físicos y los que habían adoptado el exilio interior,
españoles de las dos Españas, obligados hasta entonces a permanecer
separados: «Es ocasión de hacer
coincidir en torno al nombre de nuestro gran poeta a los intelectuales
españoles separados geográficamente por acontecimientos ya lejanos y cuyas
consecuencias es de interés fundamental para España eliminar definitivamente»
Y a ese acto político-literario de
clara oposición al Régimen celebrado un domingo de febrero en el diminuto
cementerio de Colliure, bajo cuyos cipreses estaba enterrado Machado,
acudieron un nutrido grupo españoles y de poetas españoles, los «poetas de la resistencia» les llamaron, como Blas de Otero José
Angel Valente, Ángel González, Miguel Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma,
Carlos Barral, José A. Goytisolo y Alfonso Costafreda, para rendir homenaje a
un hombre bueno que en vida soñaba con una España de todos y para todos.
Hubo otros que quisieron estar y no pudieron. Más de un centenar de
intelectuales, entre los que se encontraba Ramón Menéndez Pidal, enviaron
un hermoso mensaje.
Fue la fiesta de la poesía y la
libertad. Un desterrado de España, miembro del Partido Comunista ofreció un
cofre que contenía tierra de la cárcel Modelo de Barcelona, como homenaje a
Antonio Machado de los presos políticos de las cárceles de Franco.
Homenaje en Colliure
Aquí, junto a la línea
divisoria, este día
veintidós de febrero,
yo no he venido para
llorar sobre tu muerte,
sino que alzo mi vaso
y brindo por tu claro
camino, y por que siga
tu palabra encendida,
como una estrella, sobre
nosotros ¿nos recuerdas?
aquellos niños flacos,
tiznados, que jugaban
también a guerras, cuando,
grave y lúcido, ibas,
don Antonio, al encuentro
de esta tierra en que yaces.
José Agustín Goytisolo
Aquí, junto a la línea
divisoria, este día
veintidós de febrero,
yo no he venido para
llorar sobre tu muerte,
sino que alzo mi vaso
y brindo por tu claro
camino, y por que siga
tu palabra encendida,
como una estrella, sobre
nosotros ¿nos recuerdas?
aquellos niños flacos,
tiznados, que jugaban
también a guerras, cuando,
grave y lúcido, ibas,
don Antonio, al encuentro
de esta tierra en que yaces.
José Agustín Goytisolo
Algunos todavía concedemos el valor de su pensamiento, de su actitud moral y de su expresión literaria y dedicamos tiempo de nuestra lectura a su obra, que es también aliento para sobrellevar la vida. Y llegada esta fecha, le recordamos. ¿Habría que decir aquello tan surrealista de ¡Machado vive!? Vive su cada cual le hace vivir en su interior. Adjunto mi post de hoy:
ResponderEliminarhttp://laantorchadekraus.blogspot.com.es/2015/02/parentesis-para-celebrar-al-hombre.html
Salud siempre. Como dijo el Maestro, Hoy es siempre todavía...
Así es Fackel.
ResponderEliminarLo de ¡Machado vive! ya no es surrealista. Sigue entre nosotros. Es un simbolo de resistencia, de compromiso, de honestidad... De un tiempo pasado, cierto, pero los valores no tienen fecha de caducidad.
Gracias por el enlace.
Abrazo.
Esta mañana, como cada 14 de abril, y cada 22 de febrero he recorrido el espacio que hay entre el Azoguejo y la calle de los Desamparados. Al pasar junto al ayuntamiento, como siempre que doy este paseo en estas fechas, he creído ver ondear una enorme bandera tricolor,agitada por la diosa Minerva...
ResponderEliminarJosé Miguel, seguro que la tricolor sigue allí, desde que la colocó Machado. Toda Segovia está impregnada del poeta.
EliminarMachado es aún la conciencia de España. La conciencia de una España aún no llegada.
ResponderEliminar"Hay muertos que no han muerto, ideas siempre vivas"
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