17 de agosto de 1936. Un cadáver en la carretera de entrada a Badajoz |
Al
borde del camino
lo encontramos
el mismo pantalón, la blusa blanca:
sobre su espalda
amapola de sangre.
Llaman de gracia al tiro
que enmudeció su boca,
ahogó su amor
y me dejó baldada.
El estallido
de aquel tiro de gracia
aún retumba
y aúlla en el aire, aúlla.
lo encontramos
el mismo pantalón, la blusa blanca:
sobre su espalda
amapola de sangre.
Llaman de gracia al tiro
que enmudeció su boca,
ahogó su amor
y me dejó baldada.
El estallido
de aquel tiro de gracia
aún retumba
y aúlla en el aire, aúlla.
Dolores Castro Varela
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