Lo Último

1510. Ramón


Teodoro González de Zárate, alcalde de Vitoria, que sería ejecutado durante la guerra por los franquistas, con Ramón Franco (con 
boina) y Pablo Rada, encabezando la manifestación del 1 de mayo de 1931


Mar Mediterráneo, otoño de 1938: Ramón Franco estalla en el aire. 

En 1926, había atravesado el océano desde Huelva hasta Buenos Aires, en un avión llamado Plus Ultra. Y mientras el mundo entero aplaudía su hazaña, él la celebraba en noches de juerga, bebiéndose la gloria y cantando la Marsellesa y maldiciendo a los reyes y a los papas. 

Y no mucho después, en alguna borrachera, lanzó su avión sobre el Palacio Real de Madrid, y no echó las bombas porque había niños jugando en los jardines.

Y sumó y siguió: alzó la bandera republicana, participó en una sublevación anarquista, fue elegido diputado por el nacionalismo catalán y una mujer lo denunció por bigamia, aunque en realidad era trígamo. 

Pero cuando su hermano Francisco se alzó, Ramón Franco sufrió un súbito ataque de familismo y se incorporó a las filas de la cruz y la espada. 

Al cabo de dos años de guerra, los restos del avión, su avión, se pierden en las aguas del Mediterráneo. Ramón, cargado de bombas, se dirigía a Barcelona. Iba a matar a los que habían sido sus compañeros y al loco lindo que él había sido. 


Eduardo Galeano
Espejos. Una historia casi universal









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