Internos en el campo de Rivesaltes en 1941 - Vitchy (AP) |
Medio millón de españoles, víctimas de la guerra, cruzaron la frontera francesa entre enero y febrero de 1939. Un total de 21.000 de estos refugiados fueron encerrados en el campo de concentración de Rivesaltes, el mayor de Occidente, y que estuvo habilitado como tal hasta finales de los años sesenta, destinado a las personas calificadas oficialmente de indeseables.
Los primeros españoles procedían de Árgeles sur mer y
construyeron los primeros barracones con sus manos. Se trataba de trabajadores
forzados.
Cerca de ocho mil refiguados españoles fueron deportados a
los campos nazis.
Los que lograron salir de Rivesaltes, Argelés y otros
campos, se unieron a la resistencia, lucharon contra los nazis en África y participaron en la
liberación de París.
Pero eso España, claro está, lo desconoce.
El presidente del Comité Científico del
Memorial de Rivesaltes es Denis Peschanski, historiador, hijo de un
brigadista ruso que combatió en la Guerra española. Resalta refiriéndose a
Rivesaltes: "Aquí hay una parte importante de la historia de España"
Transcribimos la entrevista qye le realizó Caros Yárnoz para El País el pasado 16 de octubre de 2015.
Pregunta. ¿Qué
importancia tiene este campo para los españoles?
Respuesta. Es
el principal lugar de la memoria de España de la II Guerra
Mundial. Esa guerra empieza en España con la victoria de Franco
y con La Retirada, el paso a Francia de 450.000 refugiados españoles. Entre
1941 y 1942, había 17.000 encerrados en Rivesaltes, de los que 9.000 eran
españoles.
P. ¿En
qué condiciones?
R.
Terribles. Todos los testigos recuerdan con horror el viento, la Tramontana, la
malnutrición, la catastrófica higiene. El invierno era helador. Y el verano,
asfixiante. En unos barracones de paredes muy endebles y delgados. Y aún
estaban contentos, porque venían de Argelés. Mi padre, brigadista con 30 años,
estuvo en Argelés. Pasó durante La Retirada tras luchar en Albacete. Era
chófer. Luchó luego en la Resistencia y había españoles en su grupo. Una parte
de mi corazón está en España. Por ese combate por la República en España,
contra el franquismo, que ha sido también mi combate.
P. Y
para Francia, ¿qué significa este campo?
R. Aquí
están las trazas de dos grandes traumatismos que Francia sufrió en el siglo XX:
la II Guerra Mundial y la guerra de Argelia. En enero de 1941, en Rivesaltes
hay españoles, judíos y gitanos. O sea, Los Indeseables. Para el régimen de
Vichy, eran los responsables del hundimiento de Francia: los judíos, los
comunistas y los francmasones. Había que excluirlos y el Campo de Rivesaltes es
una pieza decisiva en la política de exclusión.
P. ¿Cuántos
judíos había?
R. Más
de 7.000. Y aquí se aplicaba la lógica de la deportación para la exterminación.
Vichy aceptó cogestionar con Alemania la solución final. Entre 1941 y octubre
de 1942, cuando no había ni un solo soldado alemán en el sur de Francia, las
autoridades francesas enviaron a campos de exterminio nazis 2.300 judíos desde
Rivesaltes.
P. ¿Y
cuántos españoles?
R. Los
españoles fueron los únicos que, siendo excombatientes, fueron encerrados en el
campo por los franceses y, luego, considerados prisioneros de guerra por los
alemanes después de 1942. Y como tales fueron los únicos, juntos con los
judíos, enviados a campos de exterminio. Entre 8.000 y 10.000 fueron enviados a
Maunthausen y otros. Murieron el 65%. Por eso, la Memoria española está muy
marcada por esta historia.
P. Aunque
con tardanza, Francia al menos empieza a recuperar la Memoria.
R. Hace
años que sí, que se mira de cara a la historia. Y es curioso, porque la
sensibilidad, la movilización, ha partido de la sociedad civil. También
asociaciones españolas de descendientes de refugiados. El Estado se sumó
después. Había ya un proyecto para destruir el campo de Rivesaltes, pero ese
movimiento y el apoyo de algunas autoridades forzó este Memorial. Yo entré en
el proyecto en 2000.
P. ¿Contactaron
con el Gobierno español o pidieron su participación?
R. Hubo
contactos al comienzo, pero luego se desvaneció la colaboración. Para los
españoles, es “su” lugar…a pocos kilómetros de la frontera. Es una importante
parte de la historia de España que está aquí. No hay nada equiparable. Yo
espero a España, al Gobierno español, a la Generalitat de Cataluña… Tienen que
venir. Y tienen que venir los escolares, los profesores…
P. Usted
conoce el problema con la Memoria en España.
R. Habrá
que construirla. La transición se basó en parte en el olvido de la fractura de
la guerra, pero está ahí. La condición para que la España democrática se
desarrolle es que asuma su historia, su pasado. Es una condición para construir
la democracia del presente.
P. ¿Este
Memorial puede aportar algo en ese objetivo?
R. Sí.
Este Memorial es el recuerdo de historias negras, pero también un espacio de esperanza.
Porque por aquí pasaron muchos que lucharon primero por unos ideales y luego
otros para que fuera un lugar libre.
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