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1669. Rivesaltes

Internos en el campo de Rivesaltes en 1941 - Vitchy (AP)


Medio millón de españoles, víctimas de la guerra,  cruzaron la frontera francesa entre enero y febrero de 1939. Un total de 21.000 de estos refugiados fueron encerrados en el campo de concentración de Rivesaltes, el mayor de Occidente, y que estuvo habilitado como tal hasta finales de los años sesenta, destinado a las personas calificadas oficialmente de indeseables.

Los primeros españoles procedían de Árgeles sur mer y construyeron los primeros barracones con sus manos. Se trataba de trabajadores forzados.

Cerca de ocho mil refiguados españoles fueron deportados a los campos nazis.

Los que lograron salir de Rivesaltes, Argelés y otros campos, se unieron a la resistencia, lucharon contra los nazis en África y participaron en la liberación de París.

Pero eso España, claro está, lo desconoce.

El presidente del Comité Científico del Memorial de Rivesaltes es Denis Peschanski, historiador, hijo de un brigadista ruso que combatió en la Guerra española. Resalta refiriéndose a Rivesaltes: "Aquí hay una parte importante de la historia de España"

Transcribimos la entrevista qye le realizó Caros Yárnoz para El País el pasado 16 de octubre de 2015.

 

Pregunta. ¿Qué importancia tiene este campo para los españoles?

Respuesta. Es el principal lugar de la memoria de España de la II Guerra Mundial. Esa guerra empieza en España con la victoria de Franco y con La Retirada, el paso a Francia de 450.000 refugiados españoles. Entre 1941 y 1942, había 17.000 encerrados en Rivesaltes, de los que 9.000 eran españoles.

P. ¿En qué condiciones?

R. Terribles. Todos los testigos recuerdan con horror el viento, la Tramontana, la malnutrición, la catastrófica higiene. El invierno era helador. Y el verano, asfixiante. En unos barracones de paredes muy endebles y delgados. Y aún estaban contentos, porque venían de Argelés. Mi padre, brigadista con 30 años, estuvo en Argelés. Pasó durante La Retirada tras luchar en Albacete. Era chófer. Luchó luego en la Resistencia y había españoles en su grupo. Una parte de mi corazón está en España. Por ese combate por la República en España, contra el franquismo, que ha sido también mi combate.

P. Y para Francia, ¿qué significa este campo?

R. Aquí están las trazas de dos grandes traumatismos que Francia sufrió en el siglo XX: la II Guerra Mundial y la guerra de Argelia. En enero de 1941, en Rivesaltes hay españoles, judíos y gitanos. O sea, Los Indeseables. Para el régimen de Vichy, eran los responsables del hundimiento de Francia: los judíos, los comunistas y los francmasones. Había que excluirlos y el Campo de Rivesaltes es una pieza decisiva en la política de exclusión.

P. ¿Cuántos judíos había?

R. Más de 7.000. Y aquí se aplicaba la lógica de la deportación para la exterminación. Vichy aceptó cogestionar con Alemania la solución final. Entre 1941 y octubre de 1942, cuando no había ni un solo soldado alemán en el sur de Francia, las autoridades francesas enviaron a campos de exterminio nazis 2.300 judíos desde Rivesaltes.

P. ¿Y cuántos españoles?

R. Los españoles fueron los únicos que, siendo excombatientes, fueron encerrados en el campo por los franceses y, luego, considerados prisioneros de guerra por los alemanes después de 1942. Y como tales fueron los únicos, juntos con los judíos, enviados a campos de exterminio. Entre 8.000 y 10.000 fueron enviados a Maunthausen y otros. Murieron el 65%. Por eso, la Memoria española está muy marcada por esta historia.

P. Aunque con tardanza, Francia al menos empieza a recuperar la Memoria.

R. Hace años que sí, que se mira de cara a la historia. Y es curioso, porque la sensibilidad, la movilización, ha partido de la sociedad civil. También asociaciones españolas de descendientes de refugiados. El Estado se sumó después. Había ya un proyecto para destruir el campo de Rivesaltes, pero ese movimiento y el apoyo de algunas autoridades forzó este Memorial. Yo entré en el proyecto en 2000.

P. ¿Contactaron con el Gobierno español o pidieron su participación?

R. Hubo contactos al comienzo, pero luego se desvaneció la colaboración. Para los españoles, es “su” lugar…a pocos kilómetros de la frontera. Es una importante parte de la historia de España que está aquí. No hay nada equiparable. Yo espero a España, al Gobierno español, a la Generalitat de Cataluña… Tienen que venir. Y tienen que venir los escolares, los profesores…

P. Usted conoce el problema con la Memoria en España.

R. Habrá que construirla. La transición se basó en parte en el olvido de la fractura de la guerra, pero está ahí. La condición para que la España democrática se desarrolle es que asuma su historia, su pasado. Es una condición para construir la democracia del presente.

P. ¿Este Memorial puede aportar algo en ese objetivo?

R. Sí. Este Memorial es el recuerdo de historias negras, pero también un espacio de esperanza. Porque por aquí pasaron muchos que lucharon primero por unos ideales y luego otros para que fuera un lugar libre.













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