El próximo sábado, 16 de abril, la Asociación de Familias de Represaliados
en Valdenoceda (Burgos) entregará a sus familias los restos exhumados e
identificados de 11 represaliados en aquel penal, que murieron de hambre y frío
y fueron enterrados en una parcela de Instituciones Penitenciarias. Con estas
11 entregas, la Asociación ya ha conseguido realizar un total de 62
identificaciones desde el año 2010 (fecha en que se realizó el primer acto de
entregas a las familias).
Los restos identificados son los de las siguientes personas, todos ellos
presos políticos represaliados por el franquismo y que murieron de hambre y
frío en la posguerra:
Plácido Cabrera Fuentes, natural y vecino de Valdepeñas
de Jaén (Jaén). Murió el 16 de enero de 1942.
Juan Pedro Aliaga Sánchez Rey, natural y vecino de Argamasilla de
Alba (Ciudad Real). Muerto el 18 de mayo de 1941.
Antonio Abad Vara, natural y vecino de Getafe
(Madrid). Murió el 4 de septiembre de 1942.
Teodoro Pérez
Martín, natural de Miraflores de la Sierra (Madrid). Muerto en la
prisión el 18 de octubre de 1941.
Dimas Almendros García,
de Corral de Almaguer (Toledo), que residía en Piedrabuena (Ciudad Real).
Murió el 24 de octubre de 1941.
Anastasio del Barrio Herrero, de El Cubillo (Segovia) y
residente en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real). Murió el 27 de marzo de
1941.
Eloy Sánchez Martínez, natural de Masegoso (Albacete), que
vivía en Socuéllamos (Ciudad Real). Murió el 8 de abril de 1941.
José Estero Navarro, natural de Villanueva de la
Fuente (Ciudad Real) y vecino de Socuéllamos. Murió el 5 de abril de 1941.
Modesto Flores Jiménez, natural y vecino de Daimiel
(Ciudad Real). Muerto el 31 de marzo de 1941.
Valentín Villanueva García, natural y vecino de Villarrubia de
los Ojos (Ciudad Real). Murió el 18 de febrero de 1943.
Rafael González Secades, natural y vecino de Cuyences
(Asturias). Murió el 18 de abril de 1940.
Programa del acto de entrega en
Valdenoceda
11:30 horas. Cita en
la explanada situada junto a la iglesia parroquial. Exposición de objetos y
explicación por parte de los antropólogos responsables de la exhumación en el
Salón Municipal.
12:00 horas. Cementerio.
Inicio del acto de entrega a sus familias de restos exhumados identificados.
Intervendrán, además de las familias:
Ian
Gibson, escritor, hispanista y
especialista en historia contemporánea de origen irlandés y nacionalizado
español desde 1984.
Mirta
Núñez, historiadora, excatedrática de Memoria
Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.
Jokin
Garmilla, alcalde de la Merindad de Valdivielso (Burgos)
José
María González, presidente de la Asociación de Familias de
Represaliados en Valdenoceda.
Representantes
de las Familias
13:30 horas. Posible visita
a la cárcel (si conseguimos la autorización necesaria)
14:15 horas. Comida
de Hermandad en un restaurante de la zona (se precisa confirmación)
La prisión de Valdenoceda
La prisión central de Valdenoceda era una antigua fábrica de sedas, que abrió como penal a finales de 1938. Desde ese momento, comenzaron a ingresar en el penal habitantes de la zona, apresados durante la represión en Burgos. Desde el final de la guerra civil, fueron trasladados al penal presos de toda España, especialmente de las provincias de Ciudad Real, Jaén y Madrid, aunque había también vascos, valencianos, catalanes, extremeños y murcianos.
Desde el comienzo, las condiciones de vida de la prisión fueron muy duras. Muchísimo frío (es habitual en la comarca superar los 15 grados bajo en las noches de invierno), sin calefacción, en un edificio plagado de chinches y sin comida. Todos los presos supervivientes siempre han recordado el hambre que pasaban. En el pueblo siempre se decía que en Valdenoceda no se disparó ni un tiro, simplemente dejaban morir a los presos.
Desde finales de 1938 hasta septiembre de 1943, fecha en que cerró la prisión, tenemos constancia de la muerte en el penal de 154 presos. Los muertos eran enterrados por sus propios compañeros en una parcela propiedad de Instituciones Penitenciarias, hasta donde eran escoltados por los vigilantes de la prisión. Allí, los compañeros enterraban uno a uno a los fallecidos.
En los años 80, sin previo aviso, la Iglesia se hizo con la propiedad de ese solar de Instituciones Penitenciarias y decidió ampliar el cementerio parroquial. Comenzó a enterrar a los habitantes fallecidos en la localidad encima de los restos de los presos. Éste fue el detonante de una primera reunión de familias descendientes de represaliados. Esta reunión hizo posible que, poco a poco, fuésemos localizando nuevas familias, hasta conseguir en 2003 un colectivo de 35 familias descendientes, que dieron forma a la Agrupación de Familiares y Amigos de Represaliados en el Penal de Valdenoceda, constituida formalmente en 2005. La Agrupación solicitó en 2006 una primera subvención y consiguió exhumar en 2007 un total de 116 restos. En 2009 solicitó una segunda subvención para identificar los restos de los represaliados. Eso, y la implicación directa económica de muchos amigos, simpatizantes y familias, han hecho posible identificar hasta hoy a 61 de ellos.
La Agrupación se ha constituido desde hace un mes en Asociación de Familias, para tratar de conseguir cuotas y financiar las futuras identificaciones y la posible exhumación, ya que creemos que quedan varias decenas de cuerpos por exhumar.
Más información: Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda
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