Estimados
compañeros. Estimados amigos, Séame permitido, en nombre de todos vosotros, y
por coincidir casi esta fecha con la de un sacrificio que hoy tiene
características singulares, extraordinariamente actuales, ofrendar, de una
manera especial, estas flores, dedicadas al recuerdo de todos los que han caído
por la defensa de la libertad del pueblo español; permitidme, repito, que estas
flores sean especialmente ofrendadas, como símbolo y resumen de todos los
sacrificados, a un hombre que, el día 25 de julio hará 25 años, fue asesinado:
Me refiero a Juan Peiró.
Jamás,
repito, tuvo tan terrible y emocionante actualidad evocar el fin de Peiró.
Mañana hará 25 años, Peiró fue visitado, una vez más, en la cárcel de Valencia,
por los elementos que en representación de la CNS, y en representación de la
Falange, le habían ya visitado en diferentes ocasiones, insistiéndole en el
sentido de garantizarle la vida, y después la libertad, si se decidía a
colaborar con ellos. Llegaron seis o siete, con sus botas de cuero, sus
correajes, sus camisas azules, sus boinas, su aire envarado, que tanto
recordaba el de los SS alemanes. Una vez más Peiró se vió obligado a recibirles,
yuna vez más le intimaronun ultimátum. Le dijeron: “Si acepta Vd. colaborar con
nosotros, si acepta Vd. integrarse a los cuadros sindicales de la Organización
sindical española, aquí tiene Vd. el indulto, y le garantizamos que dentro de
un mes estará Vd. en libertad.” Y Peiró una vez más, les dijo: “Es inútil que
insistan Vds. Mi elección está hecha. Soy un hombre de la CNT, he dedicado mi
vida a la CNT, y prefiero morir antes que manchar y que deshonrar a la CNT
(grandes aplausos). Y a Peiró le dijeron los emisarios: “¿Es esta su última
palabra?” “En efecto, esa es mi última palabra.” “Pues bien, he aquí la
nuestra: Mañana a la madrugada será Vd. fusilado.” Peiró se inclinó y dijo:
“Bueno, pues, hasta mañana por la mañana.”
A
la mañana siguiente, a la aurora, a las cuatro y media, el director de la
cárcel fue a llamarle y le dijo: “Sr. Peiró, la hora ha llegado. Vistase Vd.” Y
Peiró dijo: “¿Para que?” También se puede morir en pijama.” Y así,
tranquilamente, sin aspavientos, sin ningún gesto espectacular, sobriamente,
así marchó a la muerte Peiró. Y así cayó, junto con la saca de la cárcel de
Valencia, el día 25 de julio de 1942.
He
querido evocar esta muerte de Peiró, porque considero que en este fin está
implícita toda la conducta de los hombres que, verdaderamente, no pertenecen a
la CNT, sino que la CNT la llevan dentro del corazón, dentro del alma.
Peiró
era consciente de que en cada hombre de la CNT está la CNT integrada y
encarnada. De que cuando un hombre de la CNT disminuye de valor moral, se
arrastra, se acobarda, cede, limosnea o se degrada, es la CNT la que se
degrada, la que limosnea, la que cede, la que se ensucia y se deforma. Peiró
sabía que con él la CNT adquiría una vez más carta de integridad, de valor.
Carta de valentía, carta de dignidad ante el régimen que se había enseñoreado
del poder en España, después de derramar un río de sangre y de haber lanzado
unos españoles contra otros. Peiró sabía que era mil veces preferible la muerte
a la deshonra, para él como para otros hombres, y para la Organización que
representaba y que llevaba en el alma, que aceptar el preciode la cobardía y de la
traición. Saludemos en Peiró el hombre que encarna lo que han sido a través de
la historia de España los hombres de la CNT, los hombres de la FAI, los hombres
del anarquismo militante.
Porque,
lo ha dicho el compañero Liarte, y es necesario repetirlo una vez más, para que
penetre y se afinque en todas las conciencias, para que quede grabado en letras de
oro en todos los corazones: un movimiento, una organización, no adquieren la
fuerza, el prestigio, la influencia que tenía y que tiene la CNT en España; un
movimiento organizado no logra catalizar y galvanizar todas las fuerzas que
totalizamos y galvanizamos nosotros el 19 de julio de 1936 si ese movimiento, esa
organización, esa fuerza, no está enraizada en la entraña popular. Y no es por
generación espontánea como se forjan los movimientos, como se hacen las
organizaciones, como enraízan esos movimientos y esas organizaciones en las
conciencias: todo eso se logra a través de la acción de generaciones que se van
sucediendo, generaciones encarnadas en los más sinceros, en los más abnegados,
en los más enteros de los hombres. Y esto es lo que todos debemos tener en
cuenta.
Si la CNT, si la FAI, si las Juventudes Libertarias tenían, el 19 de
julio, por lo menos 250.000 militantes activos, es porque esos 250.000
militantes activos se habían ido gestando, formando, a través de años y años de
lucha de las generaciones que les precedieron. Y esos 250.000 hombres y mujeres
lograron arrastrar a las masas, lograron que esas masas, en el momento de
realizar algo, volvieran sus ojos hacia lo que eran nuestros planes, nuestros
programas, es porque en cada pueblo, en cada barriada, en cada sindicato, en
cada grupo humano había un hombre que tenía cerca de ellos influencia moral, y
que era por ellos amado y respetado.
Es
ésta nuestra fuerza; fue ésta nuestra fuerza a través de cien años de actuación
y movimiento. Y esta fuerza nuestra, esta fuerza, jamás, jamás, ni la ha
tenido, ni la tendrá, ni la organización sindical fabricada por el fascismo en
España, ni ninguna otra organización sindical que quiera fabricarse en España.
Pues esos pergaminos, esas cartas de nobleza, esa aristocracia revolucionaria
que representamos nosotros, no se improvisa.
Eso
se forja, y eso se conserva, a través de la conducta ejemplar, del sacrificio,
de la voluntad, de la energía, del trabajo, de miles y miles de hombres que han
sido espejo, ejemplo para todo un pueblo.
Peiró,
a la hora de hacer su elección dramática, tuvo plena conciencia de todo esto.
Como la tuvo Higinio Carrocera, y tantos otros, que prefirieron también el
paredón a la traición. Los desgraciados, los ex-hombres, los que han renunciado
a su propia dignidad al pretender encenagar y deshonrar a la CNT, no han tenido
conciencia de ello, probablemente porque eran incapaces de tenerla. Porque si
Peiró llevaba a la CNT en el corazón; si Peiró había sido uno de los hombres
que habían forjado a la CNT; si Peiró amaba por encima de la vida propia a la
CNT, aquéllos que reniegan de la CNT, que encenagan a la CNT, que ensucian a la
CNT, que deshonran a la CNT, ni la representan, ni la han amado, ni la han
llevado nunca dentro de sus corazones ni de sus conciencias. (Inmensos
aplausos)
Examinemos,
ahora, objetivamente, la multitud de aspectos que aparecen ante nuestras vista
en el momento que vivimos. Algunos, bastantes incluso diremos, de los que hoy
visitan España, algunos con pasaporte francés, porque se han naturalizado,
otros con pasaporte consular, otros terceros simplemente por que son franceses,
o porque no han sido nunca antifascista, o por lo que sea, vuelven de España
diciendo: “Pues sí, la cosa está mejor que estaba".
Se han hecho muchas
construcciones. Hoy no se reconocería Madrid, ni Barcelona. No se reconoce la
Costa Brava. Aquello ha cambiado mucho”. Y, llevados ya de su afán de
bienquistarse con los que están en el candelero, incluso dicen: “No se puede
negar que el franquismo ha hecho su obra”. Cada régimen, en veinticinco o
veintiocho años de existencia, evidentemente realiza su obra. Si hoy recorremos
Italia, nos dicen: “Esta autopista la hizo el fascismo”. En Alemania, muchos
dicen: “Si, los cuarteles están muy bien instalados. Los soldados en Alemania
viven en verdaderos palacios. Esto lo hizo Hitler”. Perón en la Argentina
realizó también algunas mejoras y algunas reformas. ¡Cómo no!
Los
Faraones han pasado a la Historia porque a base de esclavos construyeron las
Pirámides, y construyeron las sepulturas dentro de las que debían ser
enterrados y debían esperar la resurrección final. Los que así razonan, los
turistas que vuelven diciendo: “En España se come bien”, jamás se han
preocupado de averiguar el porcentaje de analfabetos, y cuando han recorrido
las playas españolas, Marbella, Torremolinos, la Costa Brava, no se han
adentrado en el interior de los pueblos y no han visitado lo que es la miseria
del agro andaluz, ni las condiciones sociales de la vida del obrero en España,
que han obligado a emigrar al extranjero a cuatro millones de españoles.
Los
turistas ricos, los grandes millonarios ingleses, o americanos, o italianos, o
belgas, o de la América Latina, que visitan España, se encantan disfrutando las
bellezas de las playas de las Baleares, y encontrando, en Madrid y Barcelona,
lugares de ocio como no los hay en ningún otro país del mundo. Porque esto es
lo que Franco y el franquismo han conseguido hacer de España: El burdel de
Europa y de todos los países del mundo. (Grandes aplausos). Allí van todos los
ricos a divertirse. Porque allí es donde, con menos dinero, se come mejor, se
bebe mejor, y se encuentran chicas más guapas – y hasta, si me apuráis, diré
chicos más guapos -. (Aplausos). Esto, compañeros, amigos, antifascistas,
emigrados económicos, lo que seáis, los que estáis en esta sala y que me
escucháis, esto no es para nosotros, ni progreso, ni timbre de gloria, ni
realización alguna.
Lo
importante y fundamental para un pueblo, la realidad social y política de
España, no se puede mirar a través del paso raudo de un automóvil por
carreteras y ciudades, ni a través de los placeres gastronómicos o fisiológicos
que se encuentran en casinos, en palaces, en playas, en music-halls o
simplemente en burdeles. Hay algo más importante, hay algo más profundo, hay
algo más fundamental que representa y que constituye el marchamo, el label de
un progreso, de una cultura, que garantiza y que asegura las mejoras realizadas
en un país: Es el nivel de la enseñanza. Es la definición del número de
analfabetos. Son las condiciones sociales de vida de la clase obrera en
general, no de una parte de esa clase obrera, de una parte incluso de esa
España. La España mediterránea; la España de Cataluña, del País Vasco, la
España de los altos funcionarios de Madrid nada tiene que ver con la España
triste y tradicional de los Burgos podridos, la España triste y tradicional de
las estepas castellanas,de los poblados andaluces, donde los hombres se ven
lanzados al hambre porque incluso los tres meses de trabajo en la época de
cosecha, que tenían asegurados, hoy no existen, porque la mecanización de la
agricultura, porque los tractores, porque las trilladoras mecánicas, porque
todo cuanto ha representado el progreso técnico en el mundo, para España ha
representado mayor miseria, mayor dolor, mayor tristeza, mayores privaciones,
una condición más infrahumana de la clase agraria española y del proletario
interior español en general.
En
este aspecto, si estableciéramos -cosa que no haremos, porque no tenemos tiempo
para ello- un parangón entre lo que fueron, dentro de su limitación y de su
modestia, las reformas iniciadas y realizadas por la segunda República
española, con lo que ha realizado en 29 años el franquismo, veríamos la enorme
diferencia que hay entre lo que intentó hacer la República y no pudo, porque no
duró más que cinco años, y porque, además, los años que duró fueron años
difíciles, años en los cuales toda la sociedad española tuvo que debatirse
dentro de las contradicciones que la desgarraban, si lo comparáramos, repito,
el balance sería desastroso para el franquismo. Y si comparáramos lo realizado
con el fusil en una mano y la herramienta de trabajo, la pluma o el libro del
maestro en la otra, durante los tres años de la Revolución y de la guerra,
¡ah!, entonces no cabria comparación posible.
Pasarán
los años, pasarán las generaciones, pero algo quedará de ejemplar y de único en
la Historia de España: El esfuerzo gigantesco realizado por un pueblo que, a la
vez que se batía contra el fascismo internacional, conjurado, reunido contra la
causa de la libertad en España, forjaba las contingencias,
las condiciones, para una reorganización del mundo a partir de las
realizaciones de carácter social, colectivista, comunitario, realizadas en
España.
Pasarán
los años, pasarán las generaciones, eso, pese a todas las criticas, pese a
cuanto se dice y se hace para disminuir su valor, para resaltar sólo sus
aspectos negativos, queda y quedará permanentemente. La obra pedagógica
realizada por la Revolución española, la obra social realizada por la
Revolución social española, la creación de sistemas de organización de la
sociedad, suprimido el capitalismo, suprimida la moneda, reducido a la mínima
expresión el Estado, eso permanece y permanecerá siempre. Y esta floración de
ideas sociales colectivistas, de las cuales se apodera incluso el mundo
capitalista; todo eso que hoy se maneja, de lo que hoy se habla, la
autogestión, la congestión, los ensayos de carácter socialista, realizados en
diversos países de Europa, de América y de África; toda esa agitación que conmueve
los mismos cimientos del orden social burgués, todo eso tiene, sobre todo, su
base y su punto de partida en las realizaciones colectivistas españolas. Que
esto lo haga un pueblo en paz, que esto pueda hacerlo un pueblo con una
revolución triunfante, sin enemigo interior ni exterior que combatir, tiene su
mérito, su gran mérito; pero que esto lo pueda hacer un pueblo combatiendo al
enemigo interior, batiéndose en todos los frente a la vez, con todo el mundo
conjurado contra él, y que así y todo lo haga, esto, compañeros y amigos,
antifascistas, españoles indiferentes, sin preparación ni inquietud social,
esto ha de enorgullecernos incluso como pueblo. Pero esto no puede ser tampoco
ni desvirtuado, ni deshonrado, ni desviado de sus cauces, integralmente
igualitarios y revolucionarios, integralmente socialistas.
Hablar
hoy de la obra social que puede realizarse en España a través de las
Cooperativas y a través de los Planes Badajoz y Albacete, eso es no tan sólo de
un cinismo acreditado, sino un insulto y un escarnio que no podemos recoger sin
rechazarlo enérgicamente aquéllos que nos consideramos ofendidos, simplemente
porque se establezca una similitud, un parangón, entre lo que hizo el pueblo
español en los años del 36 al 39 y la caricatura de la adaptación de aquello a
las contingencias de tipo social y político creadas en España por un sistema
totalitario.
Se
nos ha dicho, en diferentes ocasiones, que ni sabíamos lo que queríamos, ni
dónde íbamos, ni cuál era nuestro programa. En pocas palabras el compañero
Liarte os lo ha definido. ¿Quién ha dicho que no tuviéramos programa? Yo puedo
deciros que no hay ningún partido político, que no hay ninguna organización
obrera, que no hay ningún movimiento, que hoy pueda exponer un programa de
realizaciones y de reestructuración de la sociedad más claro, más definido y
más explicito que el nuestro. Y si no, la prueba. Ese programa que hoy ha sido
expuesto a grandes rasgos, esas lineas generales que levantan un mundo sobre la
base del individuo, de la federación, que consideran que la sociedad nueva ha
de estructurarse a base de la federación de productores y consumidores, que
integran toda la sociedad dentro de esta organización de un mundo mejor, ese
era nuestro programa el 19 de julio de 1936.
Y
cuando el capitalismo, aterrorizado al ver el cauce que tomaban los
acontecimientos, cuando los propietarios de fábricas, los alcaldes, los
gobernadores civiles, los funcionarios de la policía, los altos mandos del
ejército, pusieron pies en polvorosa, y parecía que la sociedad debía hundirse,
el mundo debía hundirse, por que las bases de la sociedad se habían quebrado,
la sociedad no se hundió, el mundo no cesó de dar vueltas, y la vida se
organizó sobre bases nuevas. Esas bases que parecen vagas, porque son amplías,
ese programa que no está precisado diciendo: Fulano de Tal será gobernador de
tal población y a menganito lo haremos alcalde de esta otra.
Fue
la base, fue la asamblea, fue la reunión de todos los habitantes de los pueblos,
de los comités de barriada, de los comités de empresa, de los órganos naturales
de los trabajadores y de las organizaciones
sindicales, los que organizaron sobre la marcha esta sociedad nueva.
Y
el ejemplo no fue tan desastroso. Y los resultados no fueron tan malos, por
cuanto pudimos, a la vez, organizar las industrias de guerra, pudimos, a la
vez, improvisar incluso lo que no teníamos, fabricar las armas que el mundo nos
negaba para defendernos contra el enemigo interior que él si era defendido y
ayudado por Italia, por Alemania y por la complicidad del mundo entero.
Ha
hablado Liarte del pueblo de Israel. Y bien, hablemos un momento del pueblo de
Israel, y establezcamos un parangón y un ejemplo entre nosotros y ellos. En
Israel, los que se han batido, los que han hecho frente a la ofensiva conjugada
de los países árabes, apoyados por las armas de Rusia, que en este caso
desgraciado ha jugado el mismo papel que jugaron Italia y Alemania vis-à-vis
del franquismo y de España (aplausos), han sido los hombres y mujeres, la
generación creada en los kibboutz los que han dado la flor y nata de esas
muchachas y muchachos que han hecho frente a una situación que parecía sin
salida.
Durante unos días, con el corazón acongojado, pensábamos que ese
pequeño pueblo, reunido en una lengua de tierra, sería inexorablemente batido,
destruído, aniquilado, por todas las fuerzas de cien millones de hombres
armados por la Unión Soviética y galvanizados por ideas primitivas como es esa
idea, que prende siempre en el carácter árabe, de la guerra santa. Y el milagro
se produjo: Y el milagro lo produjeron dos millones y medio de seres, la mayor
parte de hijos de los kibboutz y forjados por eso que alguien ha llamado “la
civilización de los kibboutzs” ¿Y sabéis cómo funcionan los kibboutzs? Hay
kibboutzs de todas clases. Los hay religiosos, marxistas, laicos; los hay en
los que están integrados compañeros, incluso compañeros españoles, pero todos
se rigen por el mismo mecanismo que rigió nuestras colectividades. Todos los
acuerdos se toman en asamblea abierta, y cuando no hay unanimidad sobre un
aspecto concreto de trabajo, de adquisición de material, de lo que sea, la
asamblea se levantan y no se toma acuerdo alguno. No se impone ni aun la ley de
las mayorías. Y en el interior de los kibboutzs no existe la moneda. La moneda
se ha abolido. Y es toda una civilización basada en el esfuerzo humano, en el
trabajo, en la igualdad, la que ha creado esa fuerza que ha sido capaz de hacer
frente a toda la conjuración de fuerzas catapultadas contra Israel porque se
creía que, atacando a Israel, se conseguía desencadenar la guerra mundial que
se buscaba.
Yo
no os diré que la situación de Israel sea parecida a la nuestra, porque ellos
han dispuesto de material de guerra del que nosotros no pudimos disponer.
Porque ellos han tenido una cobertura económica que no pudimos tener nosotros.
Pero reflexionad un poco y deciros que hasta bajo el punto de vista del ejemplo
humano, eso ha de ser valido: Son los supervivientes del genocidio realizado
por el nacional-socialismo. Son los supervivientes, como nosotros, de las más
enorme, monstruosa, complicidad de todo un mundo, dejando que se suprimiera
físicamente una raza entera. Seis millones de judíos murieron en los hornos
crematorios de Alemania. Y son los supervivientes, los hijos, los hermanos, los
descendientes, los amigos, los que consiguieron escapar y refugiarse en
diversos países e ir a Israel al final, viviendo epopeyas como la que nos
muestra el film “Exodus”, los que han constituido hoy el pueblo de Israel. Y el
ejemplo que nos dan esos hombres, ejemplo siempre válido, ejemplo que deberemos
tener en cuenta, es que, de todo el dolor sufrido, de todas las humillaciones
que se les infligieron, de todo el sacrificio impuesto y consentido por una
raza ha surgido una moral y un principio nuevo. El pueblo de Israel ya no se
dejará nunca más masacrar. Ya no se dejará nunca más sacrificar sin resistencia.
Es una mentalidad de combate y de lucha laque ha forjado estos hombres y esas
mujeres, cuya media de edad son de 20 a 30 años. Ellos tienen en su haber tantos
muertos como nosotros. Ellos han sido, como nosotros, víctimas de la misma
indiferencia, de la misma suicida actitud del mundo, que prefirió salvaguardar
su precaria seguridad, dejando que se masacran pueblos, primero el nuestro y
después el suyo. Y de ese dolor, de ese calvario, de ese sacrificio consentido,
han sacado ellos la energía y la voluntad que hoy les ha hecho y les hace una
fuerza peligrosa. Fuerza, sin embargo, que, no nos hagamos ilusiones, el propio
judaísmo internacional, el propio judaísmo capitalista internacional, mira hoy
con inquietud.
Porque la realidad es ésta: las realizaciones socialistas de
Israel son inquietantes para el mundo capitalista mundial. Y es posible que, a
la hora la verdad, el propio pueblo de Israel sea sacrificado por lo que el
pueblo de Israel ha realizado de revolucionario y transformador dentro del
orden social burgués capitalista mundial, que tiende a su conservación.
Sin
embargo yo os diré: no soy pesimista. No lo he sido jamás. He tenido siempre fe
y confianza, no solamente en nuestras ideas, sino también en el destino de la
humanidad. Sé que, de una manera inexorable, fatal, el curso de los
acontecimientos lleva al mundo hacia los derroteros por nosotros revistos y
anunciados. ¿Qué importa que florezcan las dictaduras? Las dictaduras son la
prueba evidente de la incapacidad del sistema capitalista para resolver sus
propias contradicciones. Leemos hoy que en Grecia ha sido condenado en rebeldía
Teodorakis, el compositor autor de la música de “Zorba el Griego”. Leemos hoy
que en un accidente de tren un poco sospechoso ha muerto Albert Luthuli, el
escritor negro que fue agraciado con el premio Nobel de la paz en 1960, y que
el gobierno fascista de Sud-África tenía encerrado en una reserva. Vemos de qué
manera el mundo capitalista, el mundo teocrático, el mundo dictatorial, el
mundo del dinero se debate luchando de todas las maneras para sostener sus
privilegios.
Contemplad el panorama de la América Latina, en donde el
levantamiento de los pueblos es hoy fustigado y estigmatizado, calificándolo de
maniobra castrista y comunista. Yo os repito hasta la saciedad: ¡No es verdad!
Si los pueblos americanos se levantan y declaran huelgas, si los pueblos
sud-americanos se organizan en guerrillas, no es por la presión del castrismo,
ni del comunismo: es por la evolución fatal e inevitable de la propia Historia.
Porque esos pueblos quieren vivir, porque están cansados de ser explotados, de
ser esquilmados, de la condición infrahumana de sus proletariados. Y el mundo,
todo el mundo, está en convulsión y en transformación. Cada país capitalista
busca los medios para sobrevivir, para afianzarse. Ved en Francia: De Gaulle se
convierte, sobre el papel, en el líder de las reformas sociales más
revolucionarias. Pero para imponer esas reformas que representan la
intervención de los obreros de los comités de empresa de las fábricas y la
participación de los obreros en los beneficios, ha exigido, y obtenido, los
poderes especiales. ¿Por qué? Porque él sabe perfectamente que, si una parte de
la clase obrera puede dejarse cazar en el lazo de esa participación hipotéticay
teórica en los beneficios, en la realidad eso no es más que una añagaza
destinada a asfixiar el espíritu revolucionario de las masas obreras.
(Aplausos). De una manera también inevitable, el mundo marcha hacia una
formidable crisis económica.
Ved
los Estados Unidos, de qué forma se debaten en las agitaciones sociales y
raciales. Los Estados Unidos no habían sufrido directamente ninguna guerra. Hoy
sufren la del Vietnam, que les agota, que les extenúa, que cada día arranca
hijos a los hogares americanos. Y los negros, que saben que son ellos los
primeros que parten como soldados para el Vietnam, los negros se revuelven. Y
su revuelta, como la de los judíos, deja de ser pasiva, deja de ser resignada,
deja de ser una resistencia que acepta, para convertirse en una lucha que
encara, que desafía, en una lucha en que mata y en una lucha en que muere.
La
crisis es universal, porque universales son las contradicciones del sistema
capitalista, la imposibilidad, para el sistema capitalista, de resolver sus
contradicciones internas.
Y
en este contexto mundial, en ese conjunto de factores, unos positivos, otros
negativos, que alternan en el panorama del mundo, el lugar que tiene reservado
España continúa siendo, será siempre, primordial. Yo no soy de los que creen en
pueblos mesiánicos. No hay, no ha habido, no habrá jamas pueblos mesiánicos.
Pero hay condiciones étnicas. Pero hay situaciones geográficas. Pero hay
climas. Pero hay historias, que todas ellas coinciden creando algo personal y
único que es patrimonio de un pueblo o de otro, de un rincón o de otro. Yo sé,
estoy segura de ello, que España no
ha terminado su historia social. Este pueblo nuestro, que hoy se agita corroído
de inquietud, que hoy se manifiesta en la explosión de una juventud que no sabe
lo que quiere, pero que ya sabe lo que no quiere, y esto ya es bastante; en la
manifestación de un movimiento obrero que se multiplica en acciones de
reivindicación. De este pueblo nuestro, que se manifiesta en la torna de
posición de profesores y de intelectuales. En la solidaridad activa de una
muchachada estudiantil. En todos los factores que han forzado al propio
franquismo a lanzar lastre.
Yo
sé, repito, que ese pueblo está forjando hoy día ya las condiciones para hacer
algo de fundamental y de decisivo. Esta confianza es la que me anima y la que
me sostiene. Y me anima y me sostiene sobre todo ver de qué manera, en el
interior de España, de nuevo la gente nuestra se manifiesta. De qué manera la
CNT, que no dejó jamás de existir, de actuar, de organizarse, cada día va
adquiriendo más fuerza, más influencia; va manifestándose más claramente.
Se
refería el compañero Liarte al último proceso visto en Madrid ante el Tribunal
de Orden Público, y en el curso del cual han sido condenados cinco compañeros
nuestros. Pues bien: En ese proceso, tanto los abogados como el propio fiscal,
como los encartados, hablaron constantemente de la CNT, las tres letras célebres,
las que constantemente flotaron en el aire. Y uno de nuestros compañeros
–Cañete- declaró ante el Tribunal: “Fuí condenado por la República por
pertenecer a la CNT; dispuesto estoy a aceptar la condena que me inflija este
Tribunal reunido, todavía por pertenecer a la CNT. Porque a la CNT he pertenecido,
a la CNT pertenezco, y a la CNT perteneceré”. (Aplausos).
Si
en la figura de Peiró he sintetizado, recogido, ofrendado, en esas flores
traídas a la tribuna, el símbolo y el resumen de todos los hombres sacrificados
por el franquismo, quiero también, en la figura de Cañete, establecer el cordón
umbilical que une, que ha unido en España en el movimiento unas generaciones
con otras. Recuerdo que en el año 1932 me encontraba en Granada cuando se
produjo la Sanjurjada. Los fascistas se hicieron fuertes en el Casino de
Granada. En los combates de los obreros, todos los obreros, pero singularmente
los obreros confederales, contra el reducto de los fascistas granadinos,
murieron dos compañeros: un compañero llamado Donato y el padre de Cañete. Y
recuerdo que en aquellos días, agosto de 1932, fuí yo laque pronuncié la oración
fúnebre en la tumba abierta del padre de Cañete. Pues bien, el padre de Cañete,
muerto en el 32 en lucha contra el fascismo, el padre de Cañete, hombre de la
CNT, es, de una manera lógica, el cordón umbilical que une al Cañete de ahora
con el de ayer.
A ese movimiento de ayer con ese movimiento de ahora, como se
unen y se suceden en la Historia de nuestra Organización esas filiaciones.
Recuerdo, por ejemplo, a Francisca Saperas, viuda del compañero Borrás, que se
suicidó en Montjuich. Viuda de Aschery, que fue fusilado en Montjuich. Los
hijos de Francisca Saperas y de Borrás han sido todos compañeros. La última en
morir de esa familia fue la viejecita Salud Borrás, que fue enterrada en París,
donde vivía refugiada. Y así, de esta manera, podría citar centenares de
familias en donde el cordón umbilical, la tradición revolucionaria, la
fidelidad al anarquismo y a la CNT, continúan y han continuado.
En
España eso no ha muerto. Vive y vivirá siempre. Y aun en la lucha subterránea,
en la clandestinidad a que nos ha sentenciado durante 29 años el franquismo. Y
aun a través de las defecciones fatales, porque no todos los hombres tienen el
mismo temple, aun eso continúa. Y son muchas veces los hijos de compañeros los
que continúan la labor realizada por sus padres, que continuaron ya la de los
abuelos. Cordón umbilical que establece la comunidad ideológica de un
movimiento, y que ha hecho, hace y hará su fuerza.
No
sé lo que pasará en España. No sé cuándo se desencadenarán los acontecimientos
que hagan posible
una nueva eclosión confederal. Lo que sí sé es que nosotros, ni ayer, ni hoy,
ni mañana hemos renunciado a nada.
Que
nuestra labor, que nuestro trabajo, que nuestra misión, es y continúa siendo la
misma: empujar al pueblo lo más lejos posible, conseguir para el pueblo la
mayor libertad posible, los mayores derechos posible. Realizar constantemente,
como decía Tarrida, nuestra misión de anarquistas. Restar constantemente
fuerzas a la autoridad. Empujar al pueblo hacia donde pueda llegar por si
mismo.
Por sus propios medios, por sus propios ideales, por sus propias
finalidades. Y conscientes de ese pasado glorioso que llevamos, de nuestras
experiencias realizadas, de las contradicciones en que se debate el mundo
entero, de la fatalidad en que se encuentra el sistema franquista de hundirse,
sin que puedan salvarle combinaciones de ninguna clase, maniobras de ninguna
clase, transacciones de ninguna clase. La CNT sin concesión alguna, una vez más
estará a la cabeza de este pueblo nuestro, para que este pueblo nuestro no tan
sólo no arríe la bandera de sus reinvidicaciones, la bandera de su dignificación
como pueblo, como colectividad, sino que todo lo que se inició en1936 continúe,
se amplíe, se cimente, y el pueblo español pueda ser, como es hoy el pueblo de
Israel, un ejemplo para el mundo, una lección para el mundo, el pionero de la
primera y más auténtica transformación social realizada.
Transformación
que no se limitó, que no puede limitarse, a una simple y vulgar transmisión de
poderes. Nosotros vamos a la destrucción de todos los poderes. Nosotros vamos a
la entronización de un sistema social en donde el Estado desaparezca y sea
sustituido por la administración de las cosas. En donde el productor y el
consumidor asuman por sí mismos la responsabilidad de su destino y de la
organización de la sociedad futura. Sociedad sin amos y sin esclavos. Sociedad
sin clases. Sociedad de hombres libres, unidos, todos, a través de un sistema
de federación que ha de arrancar del individuo y que ha de abarcar el universo.
(grandes aplausos).
Federica Montseny
Palacio de los Deportes de Toulouse, 23 de julio de 1967
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