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2060. Federica Montseny. Toulouse, 23 de julio 1967

XXXI Aniversario de la Revolución Española

Estimados compañeros. Estimados amigos, Séame permitido, en nombre de todos vosotros, y por coincidir casi esta fecha con la de un sacrificio que hoy tiene características singulares, extraordinariamente actuales, ofrendar, de una manera especial, estas flores, dedicadas al recuerdo de todos los que han caído por la defensa de la libertad del pueblo español; permitidme, repito, que estas flores sean especialmente ofrendadas, como símbolo y resumen de todos los sacrificados, a un hombre que, el día 25 de julio hará 25 años, fue asesinado: Me refiero a Juan Peiró.

Jamás, repito, tuvo tan terrible y emocionante actualidad evocar el fin de Peiró. Mañana hará 25 años, Peiró fue visitado, una vez más, en la cárcel de Valencia, por los elementos que en representación de la CNS, y en representación de la Falange, le habían ya visitado en diferentes ocasiones, insistiéndole en el sentido de garantizarle la vida, y después la libertad, si se decidía a colaborar con ellos. Llegaron seis o siete, con sus botas de cuero, sus correajes, sus camisas azules, sus boinas, su aire envarado, que tanto recordaba el de los SS alemanes. Una vez más Peiró se vió obligado a recibirles, yuna vez más le intimaronun ultimátum. Le dijeron: “Si acepta Vd. colaborar con nosotros, si acepta Vd. integrarse a los cuadros sindicales de la Organización sindical española, aquí tiene Vd. el indulto, y le garantizamos que dentro de un mes estará Vd. en libertad.” Y Peiró una vez más, les dijo: “Es inútil que insistan Vds. Mi elección está hecha. Soy un hombre de la CNT, he dedicado mi vida a la CNT, y prefiero morir antes que manchar y que deshonrar a la CNT (grandes aplausos). Y a Peiró le dijeron los emisarios: “¿Es esta su última palabra?” “En efecto, esa es mi última palabra.” “Pues bien, he aquí la nuestra: Mañana a la madrugada será Vd. fusilado.” Peiró se inclinó y dijo: “Bueno, pues, hasta mañana por la mañana.”

A la mañana siguiente, a la aurora, a las cuatro y media, el director de la cárcel fue a llamarle y le dijo: “Sr. Peiró, la hora ha llegado. Vistase Vd.” Y Peiró dijo: “¿Para que?” También se puede morir en pijama.” Y así, tranquilamente, sin aspavientos, sin ningún gesto espectacular, sobriamente, así marchó a la muerte Peiró. Y así cayó, junto con la saca de la cárcel de Valencia, el día 25 de julio de 1942.

He querido evocar esta muerte de Peiró, porque considero que en este fin está implícita toda la conducta de los hombres que, verdaderamente, no pertenecen a la CNT, sino que la CNT la llevan dentro del corazón, dentro del alma.

Peiró era consciente de que en cada hombre de la CNT está la CNT integrada y encarnada. De que cuando un hombre de la CNT disminuye de valor moral, se arrastra, se acobarda, cede, limosnea o se degrada, es la CNT la que se degrada, la que limosnea, la que cede, la que se ensucia y se deforma. Peiró sabía que con él la CNT adquiría una vez más carta de integridad, de valor. Carta de valentía, carta de dignidad ante el régimen que se había enseñoreado del poder en España, después de derramar un río de sangre y de haber lanzado unos españoles contra otros. Peiró sabía que era mil veces preferible la muerte a la deshonra, para él como para otros hombres, y para la Organización que representaba y que llevaba en el alma, que aceptar el preciode la cobardía y de la traición. Saludemos en Peiró el hombre que encarna lo que han sido a través de la historia de España los hombres de la CNT, los hombres de la FAI, los hombres del anarquismo militante.

Porque, lo ha dicho el compañero Liarte, y es necesario repetirlo una vez más, para que penetre y se afinque en todas las conciencias, para que quede grabado en letras de oro en todos los corazones: un movimiento, una organización, no adquieren la fuerza, el prestigio, la influencia que tenía y que tiene la CNT en España; un movimiento organizado no logra catalizar y galvanizar todas las fuerzas que totalizamos y galvanizamos nosotros el 19 de julio de 1936 si ese movimiento, esa organización, esa fuerza, no está enraizada en la entraña popular. Y no es por generación espontánea como se forjan los movimientos, como se hacen las organizaciones, como enraízan esos movimientos y esas organizaciones en las conciencias: todo eso se logra a través de la acción de generaciones que se van sucediendo, generaciones encarnadas en los más sinceros, en los más abnegados, en los más enteros de los hombres. Y esto es lo que todos debemos tener en cuenta.

Si la CNT, si la FAI, si las Juventudes Libertarias tenían, el 19 de julio, por lo menos 250.000 militantes activos, es porque esos 250.000 militantes activos se habían ido gestando, formando, a través de años y años de lucha de las generaciones que les precedieron. Y esos 250.000 hombres y mujeres lograron arrastrar a las masas, lograron que esas masas, en el momento de realizar algo, volvieran sus ojos hacia lo que eran nuestros planes, nuestros programas, es porque en cada pueblo, en cada barriada, en cada sindicato, en cada grupo humano había un hombre que tenía cerca de ellos influencia moral, y que era por ellos amado y respetado.

Es ésta nuestra fuerza; fue ésta nuestra fuerza a través de cien años de actuación y movimiento. Y esta fuerza nuestra, esta fuerza, jamás, jamás, ni la ha tenido, ni la tendrá, ni la organización sindical fabricada por el fascismo en España, ni ninguna otra organización sindical que quiera fabricarse en España. Pues esos pergaminos, esas cartas de nobleza, esa aristocracia revolucionaria que representamos nosotros, no se improvisa.

Eso se forja, y eso se conserva, a través de la conducta ejemplar, del sacrificio, de la voluntad, de la energía, del trabajo, de miles y miles de hombres que han sido espejo, ejemplo para todo un pueblo.

Peiró, a la hora de hacer su elección dramática, tuvo plena conciencia de todo esto. Como la tuvo Higinio Carrocera, y tantos otros, que prefirieron también el paredón a la traición. Los desgraciados, los ex-hombres, los que han renunciado a su propia dignidad al pretender encenagar y deshonrar a la CNT, no han tenido conciencia de ello, probablemente porque eran incapaces de tenerla. Porque si Peiró llevaba a la CNT en el corazón; si Peiró había sido uno de los hombres que habían forjado a la CNT; si Peiró amaba por encima de la vida propia a la CNT, aquéllos que reniegan de la CNT, que encenagan a la CNT, que ensucian a la CNT, que deshonran a la CNT, ni la representan, ni la han amado, ni la han llevado nunca dentro de sus corazones ni de sus conciencias. (Inmensos aplausos)

Examinemos, ahora, objetivamente, la multitud de aspectos que aparecen ante nuestras vista en el momento que vivimos. Algunos, bastantes incluso diremos, de los que hoy visitan España, algunos con pasaporte francés, porque se han naturalizado, otros con pasaporte consular, otros terceros simplemente por que son franceses, o porque no han sido nunca antifascista, o por lo que sea, vuelven de España diciendo: “Pues sí, la cosa está mejor que estaba". 

Se han hecho muchas construcciones. Hoy no se reconocería Madrid, ni Barcelona. No se reconoce la Costa Brava. Aquello ha cambiado mucho”. Y, llevados ya de su afán de bienquistarse con los que están en el candelero, incluso dicen: “No se puede negar que el franquismo ha hecho su obra”. Cada régimen, en veinticinco o veintiocho años de existencia, evidentemente realiza su obra. Si hoy recorremos Italia, nos dicen: “Esta autopista la hizo el fascismo”. En Alemania, muchos dicen: “Si, los cuarteles están muy bien instalados. Los soldados en Alemania viven en verdaderos palacios. Esto lo hizo Hitler”. Perón en la Argentina realizó también algunas mejoras y algunas reformas. ¡Cómo no! 

Los Faraones han pasado a la Historia porque a base de esclavos construyeron las Pirámides, y construyeron las sepulturas dentro de las que debían ser enterrados y debían esperar la resurrección final. Los que así razonan, los turistas que vuelven diciendo: “En España se come bien”, jamás se han preocupado de averiguar el porcentaje de analfabetos, y cuando han recorrido las playas españolas, Marbella, Torremolinos, la Costa Brava, no se han adentrado en el interior de los pueblos y no han visitado lo que es la miseria del agro andaluz, ni las condiciones sociales de la vida del obrero en España, que han obligado a emigrar al extranjero a cuatro millones de españoles.

Los turistas ricos, los grandes millonarios ingleses, o americanos, o italianos, o belgas, o de la América Latina, que visitan España, se encantan disfrutando las bellezas de las playas de las Baleares, y encontrando, en Madrid y Barcelona, lugares de ocio como no los hay en ningún otro país del mundo. Porque esto es lo que Franco y el franquismo han conseguido hacer de España: El burdel de Europa y de todos los países del mundo. (Grandes aplausos). Allí van todos los ricos a divertirse. Porque allí es donde, con menos dinero, se come mejor, se bebe mejor, y se encuentran chicas más guapas – y hasta, si me apuráis, diré chicos más guapos -. (Aplausos). Esto, compañeros, amigos, antifascistas, emigrados económicos, lo que seáis, los que estáis en esta sala y que me escucháis, esto no es para nosotros, ni progreso, ni timbre de gloria, ni realización alguna.

Lo importante y fundamental para un pueblo, la realidad social y política de España, no se puede mirar a través del paso raudo de un automóvil por carreteras y ciudades, ni a través de los placeres gastronómicos o fisiológicos que se encuentran en casinos, en palaces, en playas, en music-halls o simplemente en burdeles. Hay algo más importante, hay algo más profundo, hay algo más fundamental que representa y que constituye el marchamo, el label de un progreso, de una cultura, que garantiza y que asegura las mejoras realizadas en un país: Es el nivel de la enseñanza. Es la definición del número de analfabetos. Son las condiciones sociales de vida de la clase obrera en general, no de una parte de esa clase obrera, de una parte incluso de esa España. La España mediterránea; la España de Cataluña, del País Vasco, la España de los altos funcionarios de Madrid nada tiene que ver con la España triste y tradicional de los Burgos podridos, la España triste y tradicional de las estepas castellanas,de los poblados andaluces, donde los hombres se ven lanzados al hambre porque incluso los tres meses de trabajo en la época de cosecha, que tenían asegurados, hoy no existen, porque la mecanización de la agricultura, porque los tractores, porque las trilladoras mecánicas, porque todo cuanto ha representado el progreso técnico en el mundo, para España ha representado mayor miseria, mayor dolor, mayor tristeza, mayores privaciones, una condición más infrahumana de la clase agraria española y del proletario interior español en general.

En este aspecto, si estableciéramos -cosa que no haremos, porque no tenemos tiempo para ello- un parangón entre lo que fueron, dentro de su limitación y de su modestia, las reformas iniciadas y realizadas por la segunda República española, con lo que ha realizado en 29 años el franquismo, veríamos la enorme diferencia que hay entre lo que intentó hacer la República y no pudo, porque no duró más que cinco años, y porque, además, los años que duró fueron años difíciles, años en los cuales toda la sociedad española tuvo que debatirse dentro de las contradicciones que la desgarraban, si lo comparáramos, repito, el balance sería desastroso para el franquismo. Y si comparáramos lo realizado con el fusil en una mano y la herramienta de trabajo, la pluma o el libro del maestro en la otra, durante los tres años de la Revolución y de la guerra, ¡ah!, entonces no cabria comparación posible.

Pasarán los años, pasarán las generaciones, pero algo quedará de ejemplar y de único en la Historia de España: El esfuerzo gigantesco realizado por un pueblo que, a la vez que se batía contra el fascismo internacional, conjurado, reunido contra la causa de la libertad en España, forjaba las contingencias, las condiciones, para una reorganización del mundo a partir de las realizaciones de carácter social, colectivista, comunitario, realizadas en España. 

Pasarán los años, pasarán las generaciones, eso, pese a todas las criticas, pese a cuanto se dice y se hace para disminuir su valor, para resaltar sólo sus aspectos negativos, queda y quedará permanentemente. La obra pedagógica realizada por la Revolución española, la obra social realizada por la Revolución social española, la creación de sistemas de organización de la sociedad, suprimido el capitalismo, suprimida la moneda, reducido a la mínima expresión el Estado, eso permanece y permanecerá siempre. Y esta floración de ideas sociales colectivistas, de las cuales se apodera incluso el mundo capitalista; todo eso que hoy se maneja, de lo que hoy se habla, la autogestión, la congestión, los ensayos de carácter socialista, realizados en diversos países de Europa, de América y de África; toda esa agitación que conmueve los mismos cimientos del orden social burgués, todo eso tiene, sobre todo, su base y su punto de partida en las realizaciones colectivistas españolas. Que esto lo haga un pueblo en paz, que esto pueda hacerlo un pueblo con una revolución triunfante, sin enemigo interior ni exterior que combatir, tiene su mérito, su gran mérito; pero que esto lo pueda hacer un pueblo combatiendo al enemigo interior, batiéndose en todos los frente a la vez, con todo el mundo conjurado contra él, y que así y todo lo haga, esto, compañeros y amigos, antifascistas, españoles indiferentes, sin preparación ni inquietud social, esto ha de enorgullecernos incluso como pueblo. Pero esto no puede ser tampoco ni desvirtuado, ni deshonrado, ni desviado de sus cauces, integralmente igualitarios y revolucionarios, integralmente socialistas.

Hablar hoy de la obra social que puede realizarse en España a través de las Cooperativas y a través de los Planes Badajoz y Albacete, eso es no tan sólo de un cinismo acreditado, sino un insulto y un escarnio que no podemos recoger sin rechazarlo enérgicamente aquéllos que nos consideramos ofendidos, simplemente porque se establezca una similitud, un parangón, entre lo que hizo el pueblo español en los años del 36 al 39 y la caricatura de la adaptación de aquello a las contingencias de tipo social y político creadas en España por un sistema totalitario.

Se nos ha dicho, en diferentes ocasiones, que ni sabíamos lo que queríamos, ni dónde íbamos, ni cuál era nuestro programa. En pocas palabras el compañero Liarte os lo ha definido. ¿Quién ha dicho que no tuviéramos programa? Yo puedo deciros que no hay ningún partido político, que no hay ninguna organización obrera, que no hay ningún movimiento, que hoy pueda exponer un programa de realizaciones y de reestructuración de la sociedad más claro, más definido y más explicito que el nuestro. Y si no, la prueba. Ese programa que hoy ha sido expuesto a grandes rasgos, esas lineas generales que levantan un mundo sobre la base del individuo, de la federación, que consideran que la sociedad nueva ha de estructurarse a base de la federación de productores y consumidores, que integran toda la sociedad dentro de esta organización de un mundo mejor, ese era nuestro programa el 19 de julio de 1936. 

Y cuando el capitalismo, aterrorizado al ver el cauce que tomaban los acontecimientos, cuando los propietarios de fábricas, los alcaldes, los gobernadores civiles, los funcionarios de la policía, los altos mandos del ejército, pusieron pies en polvorosa, y parecía que la sociedad debía hundirse, el mundo debía hundirse, por que las bases de la sociedad se habían quebrado, la sociedad no se hundió, el mundo no cesó de dar vueltas, y la vida se organizó sobre bases nuevas. Esas bases que parecen vagas, porque son amplías, ese programa que no está precisado diciendo: Fulano de Tal será gobernador de tal población y a menganito lo haremos alcalde de esta otra. 

Fue la base, fue la asamblea, fue la reunión de todos los habitantes de los pueblos, de los comités de barriada, de los comités de empresa, de los órganos naturales de los trabajadores y de las organizaciones sindicales, los que organizaron sobre la marcha esta sociedad nueva.

Y el ejemplo no fue tan desastroso. Y los resultados no fueron tan malos, por cuanto pudimos, a la vez, organizar las industrias de guerra, pudimos, a la vez, improvisar incluso lo que no teníamos, fabricar las armas que el mundo nos negaba para defendernos contra el enemigo interior que él si era defendido y ayudado por Italia, por Alemania y por la complicidad del mundo entero.

Ha hablado Liarte del pueblo de Israel. Y bien, hablemos un momento del pueblo de Israel, y establezcamos un parangón y un ejemplo entre nosotros y ellos. En Israel, los que se han batido, los que han hecho frente a la ofensiva conjugada de los países árabes, apoyados por las armas de Rusia, que en este caso desgraciado ha jugado el mismo papel que jugaron Italia y Alemania vis-à-vis del franquismo y de España (aplausos), han sido los hombres y mujeres, la generación creada en los kibboutz los que han dado la flor y nata de esas muchachas y muchachos que han hecho frente a una situación que parecía sin salida. 

Durante unos días, con el corazón acongojado, pensábamos que ese pequeño pueblo, reunido en una lengua de tierra, sería inexorablemente batido, destruído, aniquilado, por todas las fuerzas de cien millones de hombres armados por la Unión Soviética y galvanizados por ideas primitivas como es esa idea, que prende siempre en el carácter árabe, de la guerra santa. Y el milagro se produjo: Y el milagro lo produjeron dos millones y medio de seres, la mayor parte de hijos de los kibboutz y forjados por eso que alguien ha llamado “la civilización de los kibboutzs” ¿Y sabéis cómo funcionan los kibboutzs? Hay kibboutzs de todas clases. Los hay religiosos, marxistas, laicos; los hay en los que están integrados compañeros, incluso compañeros españoles, pero todos se rigen por el mismo mecanismo que rigió nuestras colectividades. Todos los acuerdos se toman en asamblea abierta, y cuando no hay unanimidad sobre un aspecto concreto de trabajo, de adquisición de material, de lo que sea, la asamblea se levantan y no se toma acuerdo alguno. No se impone ni aun la ley de las mayorías. Y en el interior de los kibboutzs no existe la moneda. La moneda se ha abolido. Y es toda una civilización basada en el esfuerzo humano, en el trabajo, en la igualdad, la que ha creado esa fuerza que ha sido capaz de hacer frente a toda la conjuración de fuerzas catapultadas contra Israel porque se creía que, atacando a Israel, se conseguía desencadenar la guerra mundial que se buscaba.

Yo no os diré que la situación de Israel sea parecida a la nuestra, porque ellos han dispuesto de material de guerra del que nosotros no pudimos disponer. Porque ellos han tenido una cobertura económica que no pudimos tener nosotros. Pero reflexionad un poco y deciros que hasta bajo el punto de vista del ejemplo humano, eso ha de ser valido: Son los supervivientes del genocidio realizado por el nacional-socialismo. Son los supervivientes, como nosotros, de las más enorme, monstruosa, complicidad de todo un mundo, dejando que se suprimiera físicamente una raza entera. Seis millones de judíos murieron en los hornos crematorios de Alemania. Y son los supervivientes, los hijos, los hermanos, los descendientes, los amigos, los que consiguieron escapar y refugiarse en diversos países e ir a Israel al final, viviendo epopeyas como la que nos muestra el film “Exodus”, los que han constituido hoy el pueblo de Israel. Y el ejemplo que nos dan esos hombres, ejemplo siempre válido, ejemplo que deberemos tener en cuenta, es que, de todo el dolor sufrido, de todas las humillaciones que se les infligieron, de todo el sacrificio impuesto y consentido por una raza ha surgido una moral y un principio nuevo. El pueblo de Israel ya no se dejará nunca más masacrar. Ya no se dejará nunca más sacrificar sin resistencia. Es una mentalidad de combate y de lucha laque ha forjado estos hombres y esas mujeres, cuya media de edad son de 20 a 30 años. Ellos tienen en su haber tantos muertos como nosotros. Ellos han sido, como nosotros, víctimas de la misma indiferencia, de la misma suicida actitud del mundo, que prefirió salvaguardar su precaria seguridad, dejando que se masacran pueblos, primero el nuestro y después el suyo. Y de ese dolor, de ese calvario, de ese sacrificio consentido, han sacado ellos la energía y la voluntad que hoy les ha hecho y les hace una fuerza peligrosa. Fuerza, sin embargo, que, no nos hagamos ilusiones, el propio judaísmo internacional, el propio judaísmo capitalista internacional, mira hoy con inquietud. 

Porque la realidad es ésta: las realizaciones socialistas de Israel son inquietantes para el mundo capitalista mundial. Y es posible que, a la hora la verdad, el propio pueblo de Israel sea sacrificado por lo que el pueblo de Israel ha realizado de revolucionario y transformador dentro del orden social burgués capitalista mundial, que tiende a su conservación.

Sin embargo yo os diré: no soy pesimista. No lo he sido jamás. He tenido siempre fe y confianza, no solamente en nuestras ideas, sino también en el destino de la humanidad. Sé que, de una manera inexorable, fatal, el curso de los acontecimientos lleva al mundo hacia los derroteros por nosotros revistos y anunciados. ¿Qué importa que florezcan las dictaduras? Las dictaduras son la prueba evidente de la incapacidad del sistema capitalista para resolver sus propias contradicciones. Leemos hoy que en Grecia ha sido condenado en rebeldía Teodorakis, el compositor autor de la música de “Zorba el Griego”. Leemos hoy que en un accidente de tren un poco sospechoso ha muerto Albert Luthuli, el escritor negro que fue agraciado con el premio Nobel de la paz en 1960, y que el gobierno fascista de Sud-África tenía encerrado en una reserva. Vemos de qué manera el mundo capitalista, el mundo teocrático, el mundo dictatorial, el mundo del dinero se debate luchando de todas las maneras para sostener sus privilegios. 

Contemplad el panorama de la América Latina, en donde el levantamiento de los pueblos es hoy fustigado y estigmatizado, calificándolo de maniobra castrista y comunista. Yo os repito hasta la saciedad: ¡No es verdad! Si los pueblos americanos se levantan y declaran huelgas, si los pueblos sud-americanos se organizan en guerrillas, no es por la presión del castrismo, ni del comunismo: es por la evolución fatal e inevitable de la propia Historia. Porque esos pueblos quieren vivir, porque están cansados de ser explotados, de ser esquilmados, de la condición infrahumana de sus proletariados. Y el mundo, todo el mundo, está en convulsión y en transformación. Cada país capitalista busca los medios para sobrevivir, para afianzarse. Ved en Francia: De Gaulle se convierte, sobre el papel, en el líder de las reformas sociales más revolucionarias. Pero para imponer esas reformas que representan la intervención de los obreros de los comités de empresa de las fábricas y la participación de los obreros en los beneficios, ha exigido, y obtenido, los poderes especiales. ¿Por qué? Porque él sabe perfectamente que, si una parte de la clase obrera puede dejarse cazar en el lazo de esa participación hipotéticay teórica en los beneficios, en la realidad eso no es más que una añagaza destinada a asfixiar el espíritu revolucionario de las masas obreras. (Aplausos). De una manera también inevitable, el mundo marcha hacia una formidable crisis económica.

Ved los Estados Unidos, de qué forma se debaten en las agitaciones sociales y raciales. Los Estados Unidos no habían sufrido directamente ninguna guerra. Hoy sufren la del Vietnam, que les agota, que les extenúa, que cada día arranca hijos a los hogares americanos. Y los negros, que saben que son ellos los primeros que parten como soldados para el Vietnam, los negros se revuelven. Y su revuelta, como la de los judíos, deja de ser pasiva, deja de ser resignada, deja de ser una resistencia que acepta, para convertirse en una lucha que encara, que desafía, en una lucha en que mata y en una lucha en que muere.

La crisis es universal, porque universales son las contradicciones del sistema capitalista, la imposibilidad, para el sistema capitalista, de resolver sus contradicciones internas.

Y en este contexto mundial, en ese conjunto de factores, unos positivos, otros negativos, que alternan en el panorama del mundo, el lugar que tiene reservado España continúa siendo, será siempre, primordial. Yo no soy de los que creen en pueblos mesiánicos. No hay, no ha habido, no habrá jamas pueblos mesiánicos. Pero hay condiciones étnicas. Pero hay situaciones geográficas. Pero hay climas. Pero hay historias, que todas ellas coinciden creando algo personal y único que es patrimonio de un pueblo o de otro, de un rincón o de otro. Yo sé, estoy segura de ello, que España no ha terminado su historia social. Este pueblo nuestro, que hoy se agita corroído de inquietud, que hoy se manifiesta en la explosión de una juventud que no sabe lo que quiere, pero que ya sabe lo que no quiere, y esto ya es bastante; en la manifestación de un movimiento obrero que se multiplica en acciones de reivindicación. De este pueblo nuestro, que se manifiesta en la torna de posición de profesores y de intelectuales. En la solidaridad activa de una muchachada estudiantil. En todos los factores que han forzado al propio franquismo a lanzar lastre.

Yo sé, repito, que ese pueblo está forjando hoy día ya las condiciones para hacer algo de fundamental y de decisivo. Esta confianza es la que me anima y la que me sostiene. Y me anima y me sostiene sobre todo ver de qué manera, en el interior de España, de nuevo la gente nuestra se manifiesta. De qué manera la CNT, que no dejó jamás de existir, de actuar, de organizarse, cada día va adquiriendo más fuerza, más influencia; va manifestándose más claramente.

Se refería el compañero Liarte al último proceso visto en Madrid ante el Tribunal de Orden Público, y en el curso del cual han sido condenados cinco compañeros nuestros. Pues bien: En ese proceso, tanto los abogados como el propio fiscal, como los encartados, hablaron constantemente de la CNT, las tres letras célebres, las que constantemente flotaron en el aire. Y uno de nuestros compañeros –Cañete- declaró ante el Tribunal: “Fuí condenado por la República por pertenecer a la CNT; dispuesto estoy a aceptar la condena que me inflija este Tribunal reunido, todavía por pertenecer a la CNT. Porque a la CNT he pertenecido, a la CNT pertenezco, y a la CNT perteneceré”. (Aplausos).

Si en la figura de Peiró he sintetizado, recogido, ofrendado, en esas flores traídas a la tribuna, el símbolo y el resumen de todos los hombres sacrificados por el franquismo, quiero también, en la figura de Cañete, establecer el cordón umbilical que une, que ha unido en España en el movimiento unas generaciones con otras. Recuerdo que en el año 1932 me encontraba en Granada cuando se produjo la Sanjurjada. Los fascistas se hicieron fuertes en el Casino de Granada. En los combates de los obreros, todos los obreros, pero singularmente los obreros confederales, contra el reducto de los fascistas granadinos, murieron dos compañeros: un compañero llamado Donato y el padre de Cañete. Y recuerdo que en aquellos días, agosto de 1932, fuí yo laque pronuncié la oración fúnebre en la tumba abierta del padre de Cañete. Pues bien, el padre de Cañete, muerto en el 32 en lucha contra el fascismo, el padre de Cañete, hombre de la CNT, es, de una manera lógica, el cordón umbilical que une al Cañete de ahora con el de ayer. 

A ese movimiento de ayer con ese movimiento de ahora, como se unen y se suceden en la Historia de nuestra Organización esas filiaciones. Recuerdo, por ejemplo, a Francisca Saperas, viuda del compañero Borrás, que se suicidó en Montjuich. Viuda de Aschery, que fue fusilado en Montjuich. Los hijos de Francisca Saperas y de Borrás han sido todos compañeros. La última en morir de esa familia fue la viejecita Salud Borrás, que fue enterrada en París, donde vivía refugiada. Y así, de esta manera, podría citar centenares de familias en donde el cordón umbilical, la tradición revolucionaria, la fidelidad al anarquismo y a la CNT, continúan y han continuado.

En España eso no ha muerto. Vive y vivirá siempre. Y aun en la lucha subterránea, en la clandestinidad a que nos ha sentenciado durante 29 años el franquismo. Y aun a través de las defecciones fatales, porque no todos los hombres tienen el mismo temple, aun eso continúa. Y son muchas veces los hijos de compañeros los que continúan la labor realizada por sus padres, que continuaron ya la de los abuelos. Cordón umbilical que establece la comunidad ideológica de un movimiento, y que ha hecho, hace y hará su fuerza.

No sé lo que pasará en España. No sé cuándo se desencadenarán los acontecimientos que hagan posible una nueva eclosión confederal. Lo que sí sé es que nosotros, ni ayer, ni hoy, ni mañana hemos renunciado a nada.

Que nuestra labor, que nuestro trabajo, que nuestra misión, es y continúa siendo la misma: empujar al pueblo lo más lejos posible, conseguir para el pueblo la mayor libertad posible, los mayores derechos posible. Realizar constantemente, como decía Tarrida, nuestra misión de anarquistas. Restar constantemente fuerzas a la autoridad. Empujar al pueblo hacia donde pueda llegar por si mismo. 

Por sus propios medios, por sus propios ideales, por sus propias finalidades. Y conscientes de ese pasado glorioso que llevamos, de nuestras experiencias realizadas, de las contradicciones en que se debate el mundo entero, de la fatalidad en que se encuentra el sistema franquista de hundirse, sin que puedan salvarle combinaciones de ninguna clase, maniobras de ninguna clase, transacciones de ninguna clase. La CNT sin concesión alguna, una vez más estará a la cabeza de este pueblo nuestro, para que este pueblo nuestro no tan sólo no arríe la bandera de sus reinvidicaciones, la bandera de su dignificación como pueblo, como colectividad, sino que todo lo que se inició en1936 continúe, se amplíe, se cimente, y el pueblo español pueda ser, como es hoy el pueblo de Israel, un ejemplo para el mundo, una lección para el mundo, el pionero de la primera y más auténtica transformación social realizada.

Transformación que no se limitó, que no puede limitarse, a una simple y vulgar transmisión de poderes. Nosotros vamos a la destrucción de todos los poderes. Nosotros vamos a la entronización de un sistema social en donde el Estado desaparezca y sea sustituido por la administración de las cosas. En donde el productor y el consumidor asuman por sí mismos la responsabilidad de su destino y de la organización de la sociedad futura. Sociedad sin amos y sin esclavos. Sociedad sin clases. Sociedad de hombres libres, unidos, todos, a través de un sistema de federación que ha de arrancar del individuo y que ha de abarcar el universo. (grandes aplausos).


Federica Montseny
Palacio de los Deportes de Toulouse, 23 de julio de 1967









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