Cien casos, Sr. Ministro de Justicia
El
Sr. Ministro de Justicia ha dudado, graciosamente, de la existencia de los
usureros, y a un periodista que le interpeló sobre las medidas a adoptar, de
orden legal, contra el terrible leproso de la usura, respondió, luego de la
obligada alabanza a la ley de Azcárate: "Venga un caso y actuaré".
Henos
prestos a auxiliar al Ministro en su decisión de practicar justicia. Y no uno
ni una docena, sino ciento y miles de casos con todo lujo de pelos y señales,
los mil y uno dramas de la usura qn esta tierra que, para no ser totalm ente el
paraíso, sufre lo horrendo del usurero, esa postema que concluye con la
delicidad de un hogar y con la economía de un patrimonio, ese ejercicio de una
industria inmoral y lucrativa que lo mismo tiene oficiantes en la procura que
en otra profesión y condición cualquiera, con sus víctimas y sus hazañas
repelentes, será nuestra tarea de higiene y de denuncia al Ministro y demás
autoridades de la Repúplica.
Hay
un desideratum reciente; una operación de 25000 pesetas con un rédito de
15.000. De tal envergadura es el episodio, que un notario y su corte oficinesca
se han dado por alarmados por el record de intereses, imponiéndolos y
cobrándolos, donde figura un señor muy señalado. La mostruosidad, para su
castigo legal, y en toda su trama y con todos sus detalles, será pormenorizada
en esta picota cuando tengamos los hilos que, ya en inicios, poseemos. Es
canallesco que tipos presidiables, y hasta ahorcables por sus acciones, sigan
mereciendo el respeto y la deferencia social.
Sangra
la extensa página de la usura. Desde el duro con el rédito de un real diario,
el cambio de la plaza y la puja por el acreedor de lo que por su presión sale a
subasta, toda la larga gama de la usura es una crueldad inenarrable; y esos
corderillos de un sesenta por ciento en sus operaciones, y los otros, y
todos... Hay que higienizar la vida cordobesa plagada de esos parásitos
leprosos que arruínan los hogares y enloquecen a las familias.
Nada nos va a detener en la campaña. Hay muchas lágrimas, mucho dolor en la estela del usurero para que no gritemos, con el gozo de la Justicia, su anatema. Y en posesión de datos y de elementos, con la confesión de las víctimas, publicaremos nombres y milagros. Todo por la Justicia y en contra de esos miserables que, al extender un pagaré, forjan unas cadenas de esclavitud y miseria.
Nada nos va a detener en la campaña. Hay muchas lágrimas, mucho dolor en la estela del usurero para que no gritemos, con el gozo de la Justicia, su anatema. Y en posesión de datos y de elementos, con la confesión de las víctimas, publicaremos nombres y milagros. Todo por la Justicia y en contra de esos miserables que, al extender un pagaré, forjan unas cadenas de esclavitud y miseria.
Sr. Ministro de Justicia: En Córdoba hay 15.000 usureros ...
Agora, Núm 53
17 de Agosto de 1935
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