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2332. Francisco Martínez López, "El Quico", en Tui

Manuel Vázquez de la Cruz, Montse Fajardo, Francisco Martínez López, "El Quico" y María Torres


Presentración de Francisco Martínez López, "El Quico", en el acto organizado por el colectivo Levada Libre de Tui, homenaje a la guerrilla antifranquista, el 30 de abril de 2017


Bienvenidos, benvidos compañeiras y compañeiros, militantes de la memoria.

Aquí estamos un año más cultivando, cuidando, mimando la Memoria, reivindicando esta frágil conquista que tantos enemigos tiene al acecho. La recuperación de la Memoria debe ser nuestra revolución permanente. No podemos permitir que la memoria republicana se pierda. Hay que peinarse el llanto, la rabia, los vientos de impunidad y convertirlos en militancia porque como bien decía el gran Machado: "ni el pasado ha muerto, ni está el mañana -ni el ayer- escrito".

Durante casi cuarenta y dos años desde la muerte del dictador, hemos recibido lecciones baratas de democracia, lecciones de olvido, de ceguera, de injusticia, de borrón y cuenta nueva. Echamos de menos un gesto institucional de respeto y reconocimiento para todos aquellos que lucharon contra el fascismo. Una democracia debe fomentar la búsqueda de la verdad histórica. Nunca se hizo, y seguimos teniendo una patria triste, deshecha y una Historia amarga en suspenso, pero la Memoria y la transmisión de la misma a las generaciones futuras nos hará renacer.

El Estado español, tierra de impunidad, reposa sobre un inmenso osario sin letreros ni cruces. Ya advirtió el poeta visionario León Felipe, que detrás de Franco llegarían los enterradores y arqueólogos. La Memoria es capaz de excavar, escudriñar, interrogar a esos huesos sin nombre, a esos héroes anónimos sepultados por múltiples capas de olvido. La Memoria es capaz de señalar a los verdugos y espero, esperamos, que la Memoria también sea capaz de destapar la Verdad, de ejecutar la necesaria Justicia y dotarla de su verdadero sentido y de otorgar la ansiada Reparación. Alimentémonos de esa esperanza, porque si la matamos, será caer en la misma negación contra la que luchamos.

Francisco Martínez López, "El Quico", memoria viva de la resistencia antifranquista y a quien tengo el honor de presentar hoy, lleva años luchando, armado y desarmado para que el pasado no caiga en el olvido. Ese olvido en el que está trenzada la historia de los guerrilleros antifranquistas. La tibia Ley de la Memoria Histórica les dio la espalda. Aún en el año 2011 el Diccionario Biográfico de la Academia de la Historia los definía como «bandoleros y terroristas». La democracia, al igual que con el resto de las víctimas del franquismo, no les ha otorgado ningún reconocimiento jurídico.

Pero nosotros sabemos que no es así, que forman parte de nuestra historia, que su vida fue unida al compromiso ineludible de la lucha por la libertad. Derrocar al régimen franquista fue el objetivo por el que lucharon y murieron. Se les persiguió encarnizadamente, se les torturó, se les aplicó la ley de fuga y sufrieron junto a sus familiares innumerables vejaciones.

Quico fue un niño de la República, hijo de campesinos; seguía siendo un niño de once años cuando los militares golpistas se sublevaron en 1936. En la retina de ese niño quedó grabado para siempre la tortura que infringieron a sus padres, la simulación del fusilamiento de su hermano, el asesinato de su maestro. Brotó la rebeldía y con esa edad comenzó a ser enlace del Servicio de Información Republicana. Luchó como guerrillero en la Segunda Agrupación del Ejército Guerrillero de Galicia-León hasta 1952, año en el que se exilia en Francia. Su propio partido le pone cuatro años en cuarentena, aunque más adelante recupera la actividad militante dentro del PCE. A partir de 1977 abandona los cargos de responsabilidad en el partido para dedicarse, según sus palabras, "al trabajo de exhumación de la memoria del movimiento guerrillero junto con otros antiguos guerrilleros", convirtiéndose en un guerrillero contra el olvido, porque como dice tiene que “contar la lucha de un pueblo al que la Transición abandonó"

Es un superviviente, un actor real de la lucha antifranquista, una fuente primaria como dirían los Historiadores, por eso siente que su obligación moral es contarlo, tomar parte activa en la transmisión de una memoria sin adulterar.

Han pasado los años pero la batalla contra la libertad, la democracia, la fraternidad y la paz no ha finalizado y Francisco Martínez López, consciente de ello, sigue luchando por los mismos principios democráticos, sigue defendiendo con la misma intensidad la lucha y la dignidad de sus compañeros resistentes contra la barbarie y el fascismo.

Hoy rendimos homenaje a Quico y a todos los guerrilleros. Honor y gloria a los que fueron capaces de no bajar los brazos aunque tuvieran que empuñar un arma. Me pregunto de dónde sacaron la fuerza para seguir luchando en esa paz ficticia, peor que la guerra, que sonaba a tiro y acribillaba sin aviso.

Abrid los ojos, prestad la máxima atención, porque ahora tendréis ante vosotros a un hombre coherente y lleno de sabiduría, un limpio espejo en el que mirarse.

Aprovechad este momento, que quede bien grabado en vuestras pupilas y en vuestro corazón, porque lo vais a recordar toda la vida.


María Torres
30 de Abril de 2017




Invervención de Francisco Martínez López, "El Quico" en Tui, 30 de abril de 2017









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