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2609. Despachos de la guerra civil española XXIV

Barcelona, 25 de abril

«En España hay suficientes periodistas y muy pocos hombres con la suficiente formación matemática para ser de repente buenos asestadores de cañón», dijo James Lardner, de veinticuatro años graduado de Harvard e hijo del difunto celebrado humorista americano Ring W. Lardner, mientras explicaba ayer su alistamiento en las Brigadas Internacionales. Afirmando que no había ninguna chica en su caso, que no era comunista y que estaba completamente en contra de la guerra, Lardner dejó su empleo en el Herald Tribune para alistarse en las Brigadas después de visitar la Brigada Lincoln-Washington donde defendía una parte de la línea a lo largo del río Ebro.

—Creo firmemente en la justicia de la causa de los leales al gobierno español. Por lo que he visto en el frente durante las dos últimas semanas, sé que todo cuanto necesitan para ganar es el derecho a comprar artillería, aviones y material bélico, y quiero respaldar mis convicciones alistándome en la Brigada para que otros americanos vean qué piensa un americano sobre esta situación —declaró Lardner.

A la pregunta de por qué había elegido la artillería, Lardner contestó.

—Las matemáticas fueron mi asignatura favorita en la universidad, y el conocimiento de las matemáticas es lo único absolutamente necesario para la artillería y algo que no puede improvisarse.

Lardner, un joven moreno, serio y culto, de facciones notablemente parecidas a las de su difunto padre, espera partir mañana hacia el frente del Ebro. Realizará sus estudios de artillería en las colinas sobre dicho río y cuando estudie el fuego de contrabatería, será con baterías reales. Confía en que, con suerte, en estas condiciones un joven inteligente puede aprender mucho sobre artillería en un tiempo relativamente corto.


Ernest Hemingway
Despachos de la guerra civil española (1937-1938)








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