Antonio
Maestre / Lamarea.com / 20 Noviembre 2014
En
el archivo del diario ABC hay una fotografía del
Valle de los Caídos con una anotación en el reverso, en la que se advierte de
la necesidad de borrar el cartel de la constructora Huarte que aparece en la
imagen. La rúbrica es un perfecto ejemplo para ilustrar cómo las grandes
empresas españolas intentan borrar, con la connivencia de los medios de
comunicación y los gobiernos de esta democracia, los vestigios de la
instrumentalización que hicieron del franquismo para construir su imperio
económico. Algunas empresas que cotizan en el IBEX 35, como Gas Natural, OHL o
Iberdrola, se lucraron con la represión y el modelo autárquico que impuso el
dictador y, a día de hoy, siguen sin reparar a las víctimas.
Las
empresas obtuvieron beneficios de distintos modos: algunas usaron mano de obra
forzada, otras se aprovecharon de la represión de sus competidores por
pertenecer al bando republicano y otras,simplemente, se lucraron gracias a la
cercanía con Franco cuando el régimen efectuó su inmensa obra pública: el Valle
de los Caídos. Además, el franquismo propició unas condiciones laborales muy
ventajosas para las empresas, ya que no existía el sindicalismo ni se podían
negociar unas condiciones salariales y de trabajo dignas.
Una
muestra del funcionamiento de esta red clientelar es la carta enviada a Franco
el 25 de mayo de 1970 por Pedro Barrié, dueño de Fuerzas Eléctricas del
Noroeste (FENOSA) y del Banco Pastor, para que intercediera ante el Ministerio
de Hacienda, que ponía dificultades a su empresa ASTANO (Astilleros y Talleres
del Noroeste). Barrié se quejaba ante el caudillo de que no se le permitía al
Banco Pastor apoyar económicamente a su astillero y planteaba que las únicas
opciones que le quedaban era la mediación del dictador ante Hacienda o, en su
defecto, la intervención estatal a través del Instituto Nacional de Industria o
los astilleros públicos. La misiva, a la que ha tenido acceso La Marea,
concluye de este modo: “Espero que, como todos los años, si usted me lo
permite, pueda visitarlo este verano en el Pazo de Meirás. Recordaremos
nuestros muchos años de amistad y podré reiterarle mi inquebrantable lealtad y
afecto”.
Según
Javier Pueyo, profesor de la Universitat Pompeu Fabra, la clase empresarial
española encontró un hábitat idóneo para poder desarrollarse sin la
competencia. El periodo más intenso de esta oligarquía monopolística ocurrió en
los años 50 cuando, tal y como explica el historiador en su artículo Las
relaciones entre las empresas eléctricas y el Estado franquista,
“se dieron unas condiciones extremadamente favorables consistentes en la
altísima protección exterior, una fuerte intervención estatal, defensa de la
industrialización acelerada y una financiación inflacionista”. Este tipo de
organización económica dotaba de privilegios y favores a los empresarios más
afines y cercanos al régimen de Franco. De esta relación de favores surgió una
oligarquía con la que se forjaron grandes imperios y empresas de las que beben
muchas corporaciones que cotizan hoy en el IBEX 35. El artista Luis
Quintanilla, en una conferencia en Nueva York en 1938 desde el exilio,
explicaba esta simbiosis del siguiente modo: “El fascismo no es ni más ni menos
que la burguesía armada contra el proletariado”.
Gas Natural Fenosa
La
empresa que mantiene como consejero al expresidente del Gobierno Felipe
González nació en el año 2009 de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa. Esta
última empresa se creó en el año 1982 como resultado de la unión de otras dos,
FENOSA y Unión Eléctrica Madrileña. El dueño de FENOSA, Pedro Barrié, amplió su
fortuna ayudado por la cercanía con el dictador y como recompensa tras haber
sido uno de los grandes financieros de la Guerra Civil para el bando nacional.
Como ejemplo de este vínculo sirve la concesión del Condado de
Fenosa al empresario por parte del dictador en el año 1955 en
agradecimiento por los servicios prestados en general y, en particular, por la
cuestación popular que Pedro Barrié hizo para regalarle el Pazo de Meirás, que todavía
ocupan los Franco para su asueto canicular.
Barrié,
uno de los empresarios del sector eléctrico más importantes de Galicia, forjó
su imperio tras el fusilamiento de un diputado republicano. FENOSA nació de la
fusión forzosa de Fábrica de Gas y Electricidad, la pequeña empresa de Barrié,
y Unión Eléctrica Coruñesa, una empresa que era propiedad de la familia de José
Miñones, un parlamentario que fue ejecutado en el año 1937 en el Campo de la
Rata, junto a la torre de Hércules, en A Coruña. Gas Natural-Fenosa, al ser
contactada por La Marea para conocer si existe o ha existido
alguna acción de reparación por estos hechos, ha declarado que la compañía
“compró Unión Fenosa hace cinco años y esto es una cuestión pasada de otra
empresa”.
Acciona
Jose
Manuel Entrecanales, actual presidente ejecutivo de Acciona, debe su cargo y
posición a la fortuna que su abuelo José Entrecanales hizo durante el
franquismo junto a su socio Manuel Távora. La empresa Entrecanales y Távora,
integrada hoy en Acciona, fue una de las constructoras de cabecera del régimen,
como reconoce en su web corporativa: “En los años de la posguerra, la compañía
fue muy activa, consolidando su posición como una de las compañías más
innovadoras del país”.
En
1929 se construyó una zona residencial burguesa en Sevilla con motivo de la
exposición universal de ese mismo año. El lugar tenía graves problemas de
vertidos y, en plena Guerra Civil, el Ayuntamiento de Sevilla encargó a la
empresa Entrecanales y Távora la construcción de un canal que llevara los
vertidos lejos de los barrios ricos de Heliópolis y La Palmera. Para ello se
instaló el campo de concentración de El Colector, donde 250 presos republicanos
se apiñaban para trabajar en la obra de la constructora Entrecanales y
Távora. La Marea ha tratado de conseguir, sin éxito, algún tipo
de declaración al respecto sobre las posibles medidas de reparación que la
empresa haya tomado con las familias o personas afectadas por estos hechos.
OHL
La
compañía de Villar Mir nació de la fusión de otras tres: Obrascón, Huarte y
Laín. Una de ellas, Huarte, fue junto a San Román (filial de Agromán), Estudios
y Construcciones Molán y Banús, la empresa encargada de construir el Valle de
los Caídos usando mano de obra esclava. Fue precisamente una fotografía del
Valle de los Caídos con el cartel de la empresa constructora Huarte, la que
esgrimió Joan Tardà (ERC) en el Congreso en 2011 para pedir que
fueran las constructoras del enclave de Cuelgamuros las que pagaran las exhumaciones
de las decenas de miles de represaliados que todavía se encuentran enterrados
allí. Tardà recordó en su intervención que hubo empresas “que se capitalizaron
a partir del trabajo esclavo de los republicanos”.
Es
el caso de Nicolás Sánchez Albornoz, preso en el Valle de los Caídos. “Los que
estábamos condenados a trabajar allí estábamos alquilados a las empresas que
hacían la obra, Huarte y Banús, por 10,50 pesetas al día. A nosotros nos daban
50 céntimos a cada uno. Los patronos tenían obreros a precio de saldo y
disciplinados”, explica el propio Sánchez en declaraciones recogidas por
Alejandro Torrús en un artículo en Público. La empresa de Villar Mir sigue
negándose a hacer ningún tipo de declaración sobre este asunto, que empaña la
imagen de una de las mayores constructoras del país: “No vamos a contestar
ningún tipo de preguntas sobre este tema, Adiós”, fue la respuesta hostil y
definitiva del departamento de comunicación de OHL.
ACS
La
constructora de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, también se
benefició de mano de obra forzosa a través de su filial, ahora integrada,
Dragados. En 2003, un artículo de Leslie Crawdford en Financial
Times llamado Franco’s Slaves habla de Dragados
citando un informe gubernamental de 1952 del programa de Redención de Penas por
el Trabajo en el que se define como “un muy importante grupo de construcción
que ha hecho uso de mano de obra presa durante los últimos 12 años”.
Una
de las obras en las que Dragados usó mano de obra esclava fue en la
construcción del pantano de Mediano, en Huesca. Los trabajos tuvieron lugar
entre 1952 y 1955. Para ellos, Dragados usó un destacamento de 35 penados que
tras las obras fueron enviados a la prisión de Huesca. Los datos al respecto,
que constan en la Memoria general de instituciones penitenciarias de
1955, son recogidos por los historiadores Lola Martínez Macías y Fernando
Moreno Moreno. Otro de los grandes accionistas de ACS es la familia March, con
un 18,2% de las participaciones de la empresa dirigida por Florentino Pérez.
Juan March fue uno de los mayores impulsores económicos del golpe de Estado de
1936 y financió incluso el viaje del Dragon Rapide que llevó a Franco desde
Marruecos a España durante el levantamiento militar. La empresa tampoco ha
contestado a las preguntas de La Marea.
Iberdrola
La
compañía actual nació de la fusión en 1992 de Hidroeléctrica Española e
Iberduero. Esta última se creó a partir de la fusión de Saltos del Duero e
Hidroeléctrica ibérica. La gran empresa energética española de la actualidad se
forjó gracias al compromiso con Franco de Jose María de Oriol y Urquijo,
presidente de Hidroeléctrica Española (Hidrola) desde el año 1941 hasta 1985.
El empresario vasco fue alcalde de Bilbao desde 1939 hasta 1941, y jefe
provincial de Falange en diferentes periodos.
Jose
María de Oriol y Urquijo fue jefe de Falange Española Tradicionalista de 1937 a
1941, e impulsó la formación de la Brigada de Investigación y Vigilancia, que
en palabras del propio Oriol al diario Hierro, elaboró en 1938 informes de
80.000 personas en la provincia, para ser usados en la posterior represión,
según se recoge en un libro sobre los alcaldes de Bilbao, escrito por Joseba
Aguirreazkuenaga [et al.]. En la misma obra, haciendo referencia a artículos de
prensa, se sostiene que los ministros del sector se tuvieron que resignar a que
Franco despachara con el jefe de Hidrola las obras e infraestructuras españolas
en contraprestación a la ayuda económica que la familia Oriol y Urquijo dio al
dictador para el golpe de Estado. La empresa eléctrica pasó de ser meramente
testimonial en la España de los años 30 a convertirse en la compañía número 20
en activos netos en 1948, con 580 millones de pesetas; en 1960 ya era la quinta
empresa más importante del país, con un activo neto de 11.468 millones de
pesetas. Desde Iberdrola han asegurado a La Marea que
no pueden valorar las actuaciones personales de los dirigentes en los más de
100 años de historia de la compañía.
La
empresa vasca Saltos del Duero (Iberduero), otra de las que dio lugar a
Iberdrola, fue la encargada de realizar otras muchas obras en la época
autárquica del franquismo. Uno de los ejemplos de la conexión económica y
política de la época fue la inauguración del Embalse de Aldeadávila de la
Ribera, en Salamanca. El 17 de octubre de 1964 se inauguró el pantano con la
presencia de Francisco Franco, el dictador de Portugal, António de Oliveira y Salazar,
y Pedro de Careaga y Baseabe, presidente de Iberduero. La fotografía del acto
refleja la cercanía entre el franquismo y el mundo empresarial, que permitió la
creación de grandes imperios económicos a base del sudor y la sangre de muchos
represaliados. Esos beneficios de la represión a día de hoy cotizan en el IBEX
35 y sus empresas siguen sin proporcionar la reparación que cualquier
democracia debería exigir.
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