Frente de Aragón Septiembre de 1936 |
Himno para las
juventudes deportivas y militares
Día es de alerta, día
Día es de alerta, día
de plena vigilancia en plena
guerra,
todo día del año. ¡Ay del dormido,
del que cierra los ojos, del que ciega!
No basta despertar cuando amanece:
hay que mirar al horizonte. ¡Alerta!
Los que bañáis los cuerpos juveniles
en las aguas más frías de la alberca
y el pecho dais desnudo al viento helado
de la montaña, ¡Alerta!
Alerta, deportistas y guerreros,
hoy es el día dela
España vuestra.
Fortaleced los brazos,
agilizad las piernas,
los músculos despiertan al combate
cuando la sangre roja grita: ¡Alerta!
Alerta, el cuerpo vigoroso es santo,
sagrado el juego cuando el alma vela
y aprende el golpe recto
al pecho de la infamia: ¡Alerta, alerta!
Alerta, amigos, porque el tiempo es malo,
el cielo se ennegrece, el mar se encrespa;
alerta al gobernalle;
al remo y a la vela;
patrón y marineros; todos de pie en la nave:
¡Alerta, alerta!
En las encrucijadas del camino
crueles enemigos nos acechan:
dentro de casa la traición se esconde,
fuera de casa la codicia espera.
Vendida fue la puerta de los mares,
y las ondas del viento entre las sierras,
y el suelo que se labra,
y la arena del campo en que se juega,
y la roca en que hace el hierro duro;
sólo la tierra en que se muere es nuestra.
Alerta al sol que nace,
y al rojo parto de la madre vieja.
Con el arco tendido hacia el mañana
hay que velar. ¡Alerta, alerta, alerta!
Antonio Machado
todo día del año. ¡Ay del dormido,
del que cierra los ojos, del que ciega!
No basta despertar cuando amanece:
hay que mirar al horizonte. ¡Alerta!
Los que bañáis los cuerpos juveniles
en las aguas más frías de la alberca
y el pecho dais desnudo al viento helado
de la montaña, ¡Alerta!
Alerta, deportistas y guerreros,
hoy es el día de
Fortaleced los brazos,
agilizad las piernas,
los músculos despiertan al combate
cuando la sangre roja grita: ¡Alerta!
Alerta, el cuerpo vigoroso es santo,
sagrado el juego cuando el alma vela
y aprende el golpe recto
al pecho de la infamia: ¡Alerta, alerta!
Alerta, amigos, porque el tiempo es malo,
el cielo se ennegrece, el mar se encrespa;
alerta al gobernalle;
al remo y a la vela;
patrón y marineros; todos de pie en la nave:
¡Alerta, alerta!
En las encrucijadas del camino
crueles enemigos nos acechan:
dentro de casa la traición se esconde,
fuera de casa la codicia espera.
Vendida fue la puerta de los mares,
y las ondas del viento entre las sierras,
y el suelo que se labra,
y la arena del campo en que se juega,
y la roca en que hace el hierro duro;
sólo la tierra en que se muere es nuestra.
Alerta al sol que nace,
y al rojo parto de la madre vieja.
Con el arco tendido hacia el mañana
hay que velar. ¡Alerta, alerta, alerta!
Antonio Machado
Rocafort, 1937
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