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3082. S.O.S.

Campesinas detenidas en Villa de Don Fadrique, Toledo, en 1932


Todos, escritores, artistas, intelectuales de todas clases, todos en auxilio de los parados de la Tierra, de los trabajadores que luchan por la revolución y se mueren de hambre.


6 millones de hombres
12 de manos muertas,
de ojos descerrajados por la angustia,
la miseria y el hambre que agrandan por las noches la invasión de las horas lentas del odio y el insomnio.

Y el cielo se pregunta por el humo
y el humo por el fuego
y el fuego de las fábricas por el carbón que espera dejar de ser al fin paredón muerto de las minas.

Los parados del mundo se levantan,
crecen,
se empinan los parados como el mar,
se derrumban,
se levantan
y crecen.

10 millones de hombres,
20 de brazos tristes,
como ramas sin lluvia,
caídos,
secos como ramas.

Y hay un medio planeta sin cultivo
y hay barreras que impiden la posesión común del sol agrario de las granjas
y hay ríos que quisieran desviarse,
erguirse hasta regar el lecho de los trigos.

No hay trabajo
y hay manos.

El capital prefiere dar de comer al mar.
En Brasil el café se quema y es hundido entre las algas,
el azúcar en Cuba arrojada en las olas se disuelve salada,
las balas de algodón en Norteamérica
y los trenes de harina son volcados en la prisa invasora de los ríos.

Y mientras,
ellos crecen,
se empinan,
se derrumban,
te levantan.
15 millones,
20,
40 de pies fijos,
de pies parados en la tierra,
de cuerpos que no duermen,
de hombres que desesperan y muertos que se matan.

Amigos,
escuchad.
¿Qué?
Nos llaman.


Rafael Alberti
Revista Octubre, 1 de mayo de 1933






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