Juana Capdevielle San Martín (Madrid, 12 de agosto de 1905 - Rábade, Lugo, 18 de agosto de 1936) |
Del libro de A. Koestler
"Sacrificios de vidas humanas", copiamos parte del capítulo dedicado
a Galicia:
Han sido fusilados еn La Coruña el gobernador civil Pérez Carballo
juntamente con su mujer, archivera diplomada y colaboradora de la Biblioteca
Nacional. La misma suerte corrieron una serie de ciudadanos conocidos... (del
documento del Colegio de Abogados).
Este relato objetivo de los hechos tampoco alcanza aquí la
horrorosa realidad. Poseemos un relato extenso acerca del asesinato del
gobernador de La Coruña y de su mujer. Se trata de uno de los acontecimientos
más significativos que han ocurrido después de la irrupción de la barbarie en
Hispana. El hecho fué relatado confidencialmente por el cónsul portugués en La
Coruña al ministro de Estado portugués Avenol Montojo. El embajador de España
en Lisboa, que luego fué retirado por su Gobierno, tuvo conocimiento de este
relato y contó su contenido al autor.
El gobernador civil de La Coruña era el catedrático de la
Universidad de Madrid Pérez Carballo. Era recién casado con la archivera Juana
Capdevielle cuando estalló la militarada del 18 de julio.
Durante algunas horas Carballo defendió con un puñado de
leales el edificio del Gobernó civil de La Coruña, siendo luego hecho
prisionero y fusilado.
Su mujer, en estado avanzado de embarazo, sufrió un ataque de
nervios y fué transportada al hospital militar.
Como los jefes de Falange, educados en tradiciones religiosas, no
se atrevieran a fusilar a una mujer encinta provocaron el aborto; una vez
lograda la operación —se trataba de un embarazo en el quinto mes— fué
transportada en una camilla al cementerio. Allí los camilleros la pusieron en
la fosa preparada de antemano y la fusilaron en esta posición, cubriéndola
después con tierra. Uno de los camilleros, al presenciar esta escena, sufrió un
ataque de locura, tuvo que ser llevado al manicomio.
De otro puerto de Galicia; Vigo, cuenta Jesús Corrales: En Vigo
los mismos sucesos: hombres, mujeres, niños y hasta ancianas cuyos hijos luchan
al lado del Gobierno fueron fusilados, lo mismo en la cárcel que en plena
calle.
Ahora, 16 de febrero de 1937
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