Lo Último

3304. Bertolt Brecht y la "guerra civil española"

Berthold Brecht
Ausburgo, 10 de febrero de 1898 - Berlín, 14 de agosto de 1956)


«...no todos los que hablan la lengua alemana están a favor de los generales y envían bombas y tanques a su país Y esta carta la escribo en nombre de muchos alemanes, dentro y fuera de las fronteras alemanas, en nombre de la mayoría de los alemanes. De esto estoy seguro.» Bertolt Brecht, 1938


Uno de los acontecimientos de la historia contemporánea que concitó las mayores reacciones internacionales fue la Guerra Civil española: reacciones materiales y morales, económicas y políticas, ideológicas o culturales, que polarizaron a estados, políticos o intelectuales. 

Es bien sabido que los sublevados contra la legalidad republicana contaron con el apoyo material (militar y humano) de los estados fascistas Alemania e Italia, dispusieron de soldados marroquíes (los moros), en fin, fueron favorecidos por la política de No Intervención que adoptaron las potencias occidentales, principalmente Inglaterra y Francia. Es verdad que la República se sintió militar y políticamente desasistida en aquellos momentos decisivos. Sólo la Unión Soviética reaccionó ante esta situación internacional contribuyendo materialmente a su defensa, y fue, junto con el apoyo de las Brigadas Internacionales, un factor de cierto equilibrio. En cambio, abundaron los apoyos morales: se ha repetido muchas veces que muy probablemente haya sido la frustrada «revolución española» el acontecimiento histórico que mayores adhesiones despertó, especialmente en el campo intelectual. 

En efecto, fueron sobre todo algunos intelectuales franceses y anglosajones los que se destacaron en apoyo del régimen republicano. Pero también muchos escritores alemanes denunciaron la rebelión militar, aunque sus posiciones fueran menos conocidas en España. Quizás una de las causas sea la situación difícil en que se encontraba entonces la propia Alemania, y también, que los intelectuales alemanes que podían demostrar aquel apoyo estaban en los campos de concentración o viviendo difíciles condiciones en el exilio.

Uno de estos exiliados alemanes era Bertolt Brecht, cuyo interés hacia la España democrática era grande, pese a los problemas políticos y personales que atravesaba desde 1933 con la ascensión de Hitler al poder, lo que le obligó a abandonar su país y exiliarse en el extranjero(1). Pero Brecht siguió trabajando activamente contra el ascenso del fascismo en numerosas obras y escritos. Pues bien, entre sus actividades políticas y literarias que conciernen a la guerra civil española destacan, primero, el discurso para el II Congreso Internacional de Escritores, que tuvo lugar en Madrid y otras ciudades españolas en julio de 1937, y en segundo lugar, la obra de teatro Los fusiles de la madre Carrar, escrita en la primavera del mismo año. 


El Congreso internacional de escritores para la defensa de la cultura

El Congreso, que se inició en Valencia el 4 de julio de 1937, contó con la presencia de los más importantes intelectuales españoles y numerosos extranjeros, y, en todo caso, con la participación de muchísimos intelectuales europeos y americanos que enviaron mensajes o discursos al Congreso, lo que supone una reafirmación inequívoca del apoyo que los intelectuales y científicos dieron a la República española. 

Bertolt Brecht contribuyó con un largo escrito en el que denunciaba de manera clara y rotunda al fascismo. Brecht al analizar el paralelismo entre la situación alemana y española, pone de relieve principalmente el peligro que supone el fascismo para la cultura, una cultura que para el escritor alemán no es nada abstracta, y que significa, entre otras cosas, la permanencia de las conquistas económicas y políticas de los trabajadores y las libertades de expresión y participación política, atacadas por los fascistas y que hay que defender mediante medios materiales, porque también la cultura es algo material. 

Brecht opone a la reacción violenta de los fascistas la necesidad que tiene no sólo el pueblo sino también los intelectuales de «batirse». Es decir, su discurso trasciende la coyuntura histórica española -la guerra civil- para denunciar las consecuencias del peligro fascista en general.


Los fusiles de la madre Carrar

La obra de teatro Los fusiles de la madre Carrar(2) fue escrita en la primavera de 1937, en el primer año de la guerra civil española, durante el exilio en Dinamarca, sobre una idea del dramaturgo irlandés John Synge. Su estreno tuvo lugar en Paris este mismo año. Con esta obra de un acto, con «Terror y miserias del Tercer Reich» y, asimismo, con el escrito «Cinco diflcultades al escribir la verdad», Brecht interviene activamente en la discusión política de su tiempo. 

La obra describe la voluntad de la pescadora andaluza Teresa Carrar -cuyo marido falleció en los acontecimientos de octubre del 34 en Oviedo(3)- de mantenerse al margen del conflicto, impidiendo a sus hijos ir al frente para luchar contra Franco, hasta que la muerte de su hijo Juan, asesinado por los fascistas mientras pescaba, la empuja a la lucha. Para Brecht es un intento de «mostrar lo difícil que le resulta decidirse a incorporarse en esta lucha, como no coge las armas más que en extrema necesidad ...» (4)

En 1937, cuando Brecht escribió la obra, la guerra civil española había cobrado el aspecto de una guerra ideológica. Para las dictaduras alemana e italiana el conflicto español suponía, principalmente, poner a prueba la debilidad de las democracias occidentales, que prácticamente habían capitulado con la política de No Intervención. Pues bien, Bertolt Brecht participa con esta obra, abierta y comprometidamente, en el debate ideológico y político, invitando a una resistencia activa contra los generales, porque «la humanidad tiene que hacerse guerrera en estos tiempos que corremos para no ser exterminada.» (5) 

Naturalmente, para Brecht esta propuesta no se limita localmente a España o personalmente a Teresa Carrar. Porque además de resaltar la contradictoria actitud neutralista de la pescadora andaluza frente a los generales, la obra presenta una segunda lectura, a saber: Brecht estaría cuestionando también, a través de la señora Carrar, la política de No Intervención seguida por las potencias. Brecht explicita muy claramente su pensamiento cuando dice por boca del obrero: «Si usted participa de la No Intervención, aprueba en el fondo cada baño de sangre en que estos generales sumen al pueblo español». Y más adelante: «No combatir por nosotros ... no significa no combatir. Significa combatir por los generales»(6). Es decir, «Los fusiles de la madre Carrar» no es sólo una obra teatral sobre la guerra civil, sino principalmente una invitación a la lucha activa. 

Brecht reafirma así, una vez más, el carácter comprometido de su obra, ejemplo de la relación dialéctica entre historia/política y literatura. Porque efectivamente, como señala Ernst Schumacher(7), Brecht practicó en toda su obra literaria y teatral la necesidad no sólo de interpretar el mundo, sino de formarlo. Para servir más fielmente a este propósito transformador desde una literatura abiertamente militante, y también por su valor didáctico, Brecht trata fundamentalmente en su obra temas históricos o políticos, es decir, que se basan o en hechos y acontecimientos históricos (como Gallleo Galllei, Madre Coraje y sus hijos, La vida de Eduardo II de Inglaterra, Los días de la Comuna, etc.), o en acontecimientos políticos de su tiempo (Terror y miserias del Tercer Rech, La resistible ascensión de Arturo Ui, esta misma obra Los fusiles de la madre Carrar, etc.). En resumen, Bertolt Brecht pone su lucidez de escritor, su literatura, al servicio de los problemas que le tocó vivir. Y es que Brecht es uno de esos pocos hombres que, como dice J.A. Hormigón(8), «descubren con plena lucidez su naturaleza de seres históricos», viviendo «conscientemente ligado a la historia de su tiempo.»


Germán Ojeda y Lioba Simón
Tiempo de historia núm. 29

________________________

(1) Brecht recorrió, al alejarse del avance nazi, numerosos países en su largo exilio, desde que en 1933 salió hacia Praga hasta que en 1941 se instaló en EE. UU. Entretanto vivió en Viena, Zurich, Paris, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Unión Soviitica, volviendo poco después del final de la segunda guerra a Alemania Oriental. 
(2) Teatro Completo de Bertolt Brecht , Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1976. (3) Detalles como la alusión a la Revolución de Octubre de 1934 en Asturias, la referencia a los discursos del General Queipo de Llano por la radio, la llegada de las brigadas Internacionales. la situación del frente de y de los combates, etc.
demuestran que Brecht tenía un conocimiento exacto sobre la situación española. 
(4) B. Brecht, «Kunst oder Politik», Schriften zur Literatur und Kunts, 1976, pg. 252. 
(5) Ibídem, pag. 252. 
(6) Los fusiles ... , Op. cit. pags. 131 y 142. 
(7) Ernst Schumacher, Brecht, Theater und Gesellschaf, Berlín, DDR, 1973, págs. 25 a 27. 
(8) Tiempo de Historia, núm. 23, pag. 66. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario