Purificación Gil, 1933 - Foto: Carte |
Cestona es un gran pueblo, no sólo para los que padecen del
hígado, sino para todos los que quieren tener en verano un lugar de reposo muy
distinguido y dotado de excelentes comunicaciones con San Sebastián.
A estas dotes naturales une, desde hoy, la de tener una alcaldesa
muy preocupada de la buena marcha administrativa del Municipio. Sentada en su
despacho, nos la hemos encontrado resolviendo con el secretario algunos asuntos
antes de empezar la sesión.
Es doña Purificación Gil la alcaldesa de más prestancia
representativa de Guipúzcoa. Ha aceptado su cargo dispuesta a trabajar en él
con decisión. —me dice— hay mujeres fuertes
—En la Historia y valerosas. Si hemos podido ser grandes reinas,
también podremos ser alcaldesas.
—¿Usted es casada?
—Con un alemán. Y discuto mucho con él, porque dice que la mujer
española está muy atrasada.
—Pues usted tiene que estar doblemente agradecida al
Gobierno.
—¿Por qué?
—Por el gran argumento que le ha dado contra su marido.
José R. Ramos
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