Podíamos hacer la presentación
de la señorita Ascensión Aparicio como aspirante a Miss Palencia 1933.
La belleza de sus veinticuatro años lo merece sobradamente. Sin embargo, para
orgullo de los ciento setenta vecinos de Hérmedes de Cerrato, esta palentina,
que puede triunfar con toda justicia en un concurso de belleza, emplea las
horas que su cargo de maestra nacional le dejan libre en ordenar sus proyectos
de alcaldesa... Y tenemos la evidencia de que al término de su gestión
municipal un aplauso unánime ha de premiar la labor de esta mujer que en la
edad de los amoríos tiene que dedicarse a firmar comunicaciones y resolver
expedientes.
—No hay conflictos en Hérmedes —nos dice—. Hace días tuve
necesidad de reunir a los vecinos porque el salario del médico se paga en igual
proporción por los ricos y por los pobres, y esto no parecía justo. Las
discusiones menudeaban y no se lograba llegar a un acuerdo,.. Tuve que imponer
orden poniéndome muy seria... Y la sesión terminó dentro de la mayor
armonía.
—¿Tiene usted proyectos?
—Mi misión —nos contesta la bella alcaldesa— se limita a cumplir
con los deberes del cargo. Como nuestra gestión ha de terminar pronto, no puedo
aspirar a realizar grandes cosas; pero yo quedaré satisfecha si en el desempeño
de mi cargo logro algún beneficio para los buenos vecinos de Hérmedes de
Cerrato, que sólo piden que se administren bien los caudales municipales.
Eusterio B. Alario
Estampa, 4 de marzo de 1933
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