Lo Último

364. Elegido por aclamación





                    Si, fue un malentendido
          Gritaron: ¡a las urnas!
          y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
          Era pundonoroso y mató mucho.
          Con pistolas, con rifles, con decretos.
          Cuando envainó la espada dijo, dice:
          La democracia es lo perfecto.
          El público aplaudió. Sólo callaron,
          impasibles, los muertos.
          El deseo popular será cumplido.
          A partir de esta hora soy -silencio-
          el Jefe, si queréis. Los disconformes
          que levanten el dedo.
          Inmóvil mayoría de cadáveres
          le dio el mando total del cementerio.
     

          Ángel González





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