Discurso de Buenaventura Durruti Dumange a los integrantes de la Columna
Durruti en Bujaraloz el 1 de agosto de 1936
"Amigos, nadie ha venido a esta Columna forzado.
Es cada uno de vosotros que habéis elegido libremente vuestra suerte, y la
suerte de la primera columna de la CNT y de la FAI es muy ingrata. García
Oliver lo anunció por radio en Barcelona: salíamos para Aragón a conquistar
Zaragoza o dejar la vida en el intento. Yo repito la misma cosa: antes que
retroceder, hay que morir. Zaragoza está en manos de los fascistas, y allí se
encuentran centenares, miles de obreros bajo la amenaza de los fusiles, que
pueden dispararse a cada instante ocasionando la muerte de nuestros hermanos.
¡¿ Para qué hemos salido de Barcelona, sino es para liberarles?! Ellos nos
esperan y nosotros, ante el primer ataque enemigo, echamos a correr. ¡Hermosa
manera de mostrar al mundo y a nuestros compañeros el coraje de los anarquistas
que se llenan de miedo ante tres aviones!
La burguesía no nos permitirá implantar el comunismo
libertario simplemente porque ése es nuestro deseo. La burguesía resistirá
porque ella defiende sus intereses y sus privilegios. El único medio que
tenemos nosotros para implantar el comunismo libertario es destruyendo la
burguesía. El camino de nuestro ideal es seguro, pero hay que seguirlo con
coraje. Esos campesinos que hemos dejado tras nosotros, y que han comenzado a
poner en práctica nuestras teorías, lo han hecho tomando nuestros fusiles como
garantía de su cosecha. Si dejamos el camino libre al enemigo, eso quiere decir
que esas iniciativas tomadas por los campesinos son inútiles, y lo que es peor
aún, los vencedores les harán pagar su audacia asesinándoles. Es éste y no otro
el sentido de nuestro combate. Lucha ingrata que no se parece a ninguna de las
que hemos librado hasta ahora. Lo que ha pasado hoy no es nada más que una
simple advertencia. Ahora la lucha va a empezar de verdad. Nos enviarán
toneladas de metralla y tendremos que defendemos con bombas de mano y hasta con
cuchillos. A medida que el enemigo se sienta cercado nos morderá como una
bestia acorralada. y morderá duramente. Pero aún no ha llegado a ese punto, y
ahora se bate para no caer bajo el peso de nuestras armas. y es más, él cuenta
con el apoyo de Alemania y de Italia, y nosotros contamos nada más que con la
fe en nuestro ideal, pero contra esa fe se han quebrado los dientes todas las
represiones. y hoy se los tiene que quebrar también el fascismo.
Nosotros contamos a nuestro favor la victoria que
hemos conseguido en Barcelona, y debemos aprovechar con rapidez esa ventaja,
porque si no la aprovechamos, el enemigo, abastecido por los alemanes e
italianos, será más fuerte que nosotros y nos impondrá la dura ley del vencido.
Nuestra victoria depende de la rapidez de nuestra
acción. Cuanto más pronto ataquemos, más posibilidades tenemos de triunfo.
Hasta este momento, la victoria está de nuestro lado, pero no será consolidada
si no tomamos inmediatamente Zaragoza... Mañana no puede repetirse lo de hoy.
En las filas de la CNT y de la FAI no hay cobardes. No queremos entre nosotros
gente que se asusta ante los primeros disparos...
A los que han corrido hoy, impidiendo a la Columna
avanzar, yo les pido que tengan el coraje de dejar caer el fusil para que sea
empuñado por otra mano más firme... Los que quedemos proseguiremos nuestra
marcha. Conquistaremos Zaragoza, libertaremos a los trabajadores de Pamplona, y
nos daremos la mano con nuestros compañeros mineros de Asturias y venceremos,
dando a nuestro país un nuevo mundo. Y a los que vuelvan, después de estos
combates, yo les pido que no digan a nadie lo que ha ocurrido hoy... porque nos
llena de vergüenza".
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