1.º El miliciano procurará tener siempre
descansado el cuerpo para no fatigarse, o fatigarse lo menos posible, cuando se
le llame a la lucha.
2.º Deberá dormir la mayor cantidad de
horas posible en el cuartel, ya que puede ocurrirle no poder dormir en varios
días de lucha, y las energías y el sueño que pierda en el cuartel las necesita
para la lucha.
3.º Al levantarse se dará una ducha para
tonificar su cuerpo y mostrarse ágil en las marchas.
4.º Se limpiará los dientes después de
cada comida, para evitar afecciones al estómago e intestinos, y procurará
comer despacio para una fácil digestión.
5.º Cuidará a diario sus pies, pidiendo en
la enfermería talco, aplicárselo en ellos después del lavado, y de este modo
evitará grietas, rozaduras e irritaciones molestas.
6.º No fumará ni escupirá en recintos
cerrados ni en los dormitorios.
7.º Procurará que las dependencias del
cuartel estén con limpieza, preocupándose cada uno de la misma en ellas.
8.º Al ingresar en el cuartel llevará una
muda interior de reserva, para alternarla con la que lleve puesta.
9.º Se preocupará del aseo de su cabeza y
se procurará un peine para la pulcritud del cabello.
10.º Y se proporcionará una manta, si le
es posible, para evitar los rigores del tiempo frío, cuando luche en las
alturas.
Diario del 5º Regimiento de Milicias Populares Nº 1, Madrid, 26 de julio de 1936
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