Más de 130.000 niños españoles murieron durante la Guerra
española a consecuencia de combates, bombardeos, por la marcha al frente, el
encarcelamiento o la muerte de los padres, por el exilio, las malas condiciones
higiénicas o la falta de alimentos.
Miles de hogares
deshechos. Bombardeos, ciudades en ruinas, batallas hambre
y trenes llenos de evacuados.
Miles de niños
españoles sufrieron los bombardeos y las privaciones. Perdieron a su familia y
sus hogares.
Cerca de 34.000 niños
en edades comprendidas entre los cinco y los quince años fueron evacuados a
Francia, Inglaterra, Bélgica, Rusia, México, Suiza, Noruega,
Dinamarca, y Suecia. Pequeños
ciudadanos sin patria. Muchos jamás regresaron.
Una infancia robada, destrozada,
una generación marcada de forma indeleble por la Guerra que tuvieron que vivir
con el estigma de ser hijos de «rojos»
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