Franco con varios alemanes. El segundo por la izquierda es Johannes Bernhardt |
María Torres / 23 Julio 2015
El 23
de julio de 1936 a primera hora de la mañana, Francisco Franco se reune en
Tetuán con el millonario empresario alemán Johannes Bernhardt, de 39 años,
poseedor de la cruz de hierro por su participación en la Primera Guerra
Mundial, que en los años veinte se había afincado en el Protectorado
español en Marruecos, dedicándose a la venta de material a la Legión. Gozaba de
una excelente relación con el general Emilio Mola y el coronel, por
entonces, Eduardo Sáenz de Buruaga.
El
general golpista le hace entrega de una carta manuscrita en la que solicita
ayuda militar y de un croquis detallando la situación de la guerra en España,
con el ruegio de que sea entregada al Führer.
«Excelencia,
Nuestro
movimiento nacional y militar tiene como objeto la lucha contra la democracia
corrupta en nuestro país y contra las fuerzas destructivas del comunismo,
organizadas bajo el mando de Rusia.
Me
permito dirigirme a V.E. con esta carta, que le será entregada por dos señores
alemanes, que comparten con nosotros los trágicos acontecimientos actuales.
Todos
los buenos españoles se han decidido firmemente a empezar esta gran lucha, para
el bien de España y de Europa.
Existen
severas dificultades de transportar rápidamente a la Península las bien
comprobadas fuerzas militares de Marruecos, por falta de lealtad de la Marina
de Guerra Española.
En mi
calidad de jefe superior de estas fuerzas ruego a V.E. me facilite los
siguientes medios de transporte aéreo:
10
aviones de transporte de la mayor capacidad posible; además solicito:
20
piezas antiaéreas de 20 mm
6
aviones de caza "Heinkel"
La
cantidad máxima de ametralladoras y de fusiles con sus municiones en
abundancia.
Además
bombas aéreas de varios tipos, hasta 500 kgs.
Excelencia, España
ha cumplido en toda su historia con sus compromisos. »
Francisco
Franco
El 24
de julio de 1936, Johannes Bernhardt, acompañado del jefe del partido nazi
en Marruecos, Adolf Langenheim y del capitán Francisco Arranz
Monasterio, son recibidos por Adolf Hitler en Bayreuth. Bernhardt
hace entrega de la carta al Führer y aunque a Hitler no le parecen
formas de comenzar una guerra, dobla el requerimiento de Franco y declara estar
dispuesto a enviar de forma inmediata, veinte aviones Junkers JU-52, que
transportarían todo el material bélico posible, y cinco mil
soldados. Denomina a todo ello Operación Fuego Mágico (Unternehmen
Feuerzauber).
Durante
los ocho días siguientes, los Junkers transportaron más de quince mil
soldados hasta Sevilla. A cambio, España proporcionaría a Alemania
alimentos y materias primas.
Johannes
Bernhardt, el hombre de Goering en España, acababa de fundar en
Tetuán la empresa fantasma Hisma
Limitada, Hispano-Marroquí de Transportes, controlada por el partido nazi.
Traslada la sede de la misma a Sevilla, y comienza a operar como tapadera del
tráfico de armamento alemán para el ejército franquista.
Más
adelante Bernhardt sería nombrado general honorario de las SS y presidente
de Sofindus, un turbio
entramado financiero de 350 empresas alemanas en España al servicio de Hitler. Sofindus fue responsable del envío
clandestino de suministros a las tropas alemanas cercadas en la zona occidental
de Francia durante y tras la liberación, así como del envío del wolframio extraído de Galicia.
Bernhardt
logró escapar de la Justicia a pesar de encontrarse en la lista negra de
los 104 nazis residentes en España que elaboraron los aliados. Nunca fue
capturado. El régimen le concedió la nacionalidad española y le regaló una
lujosa villa conocida como Casa
de los Alemanes en Denia
(Aicante), donde residió durante años. La casa figuraba a nombre de un gerente
del imperio Sofindus.
En
1952 se estableció en Argentina. Cuentan que en el salón de su finca La Elena en Tandil, exhibía un cuadro de El
Greco regalo de Franco por su ayuda al golpe militar de 1936.
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