¡Qué fusilado corazón tan vivo!
¡Qué luna de ceniza tan ardiente
en donde se desploma Federico!
Los menudos rumores de la muerte
alrededor del esqueleto niño
cuando suben y bajan las mareas
en donde se desploma Federico.
¡Qué amor al que cayó por el acero
de un alba de asesinos y de obispos!
¡Qué olor a siempreviva apasionada
en donde se desploma Federico!
¡Qué aire de antigua voz de estatua rota
rodea su sepulcro amanecido
cuando suben y bajan los claveles
en donde se desploma Federico!
Todas las cosas que él amaba crecen
Todas las cosas que él amaba crecen
junto a su muerte desbordante río
que corre por la tierra de los hombres
en donde se desploma Federico.
Cigalas a las 7 de la tarde,
Jerez al alba de color subido
cuando suben y bajan las guitarras
en donde se desploma Federico.
Lloronas de pasión y velatorio,
rizos de niños mágicos dormidos,
poemas de Darío y de Neruda
en donde se desploma Federico.
Toreros muertos y solteras solas
y puentes y navajas como lirios
cuando suben y bajan las campanas
en donde se desploma Federico.
¡Qué muerte enamorada de su muerte!
Habitado en violeta y en jacinto,
Santo Sepulcro el que conquistaremos
en donde se desploma Federico.
Raúl González Tuñón
La muerte en Madrid (1939)
La fotografía corresponde a una postal confeccionada por Chema Madoz para la exposición "Ciento y… postalicas a Federico García Lorca (1898-1998)"
Gracias, Tuñón!!!!
ResponderEliminarmuy emocionante. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti David por tu comentario.
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