Lo Último

1616. No me llames extranjero




En memoria de Aylan Kurdi y de todos los niños víctimas de los conflictos bélicos y la intolerancia. 

Las guerras, las malditas guerras, el hambre, el miedo, la huída, la muerte. La dolorosa historia que se repite. Las fronteras, los países ricos, los pobres. Los vencedores, los vencidos. Los transterrados.

Diréis, con razón, que esto no es Memoria Histórica. No lo es, pero es que no podemos mantener en intermitente nuestro compromiso contra la injusticia.


*


No me llames extranjero, por que haya nacido lejos,
O por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo
No me llames extranjero, por que fue distinto el seno
O por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos,
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
Tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
Con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.

No me llames extranjero, ni pienses de donde vengo,
Mejor saber donde vamos, adonde nos lleva el tiempo,
No me llames extranjero, por que tu pan y tu fuego,
Calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo,
No me llames extranjero tu trigo es como mi trigo
Tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
Y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
Por que nací en otro pueblo, por que conozco otros mares,
Y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
Adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
Lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
Y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
El mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
Desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
Antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
Los que roban los que mienten los que venden nuestros sueños,
Los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero que es una palabra triste,
Que es una palabra helada huele a olvido y a destierro,
No me llames extranjero mira tu niño y el mío
Como corren de la mano hasta el final del sendero,
No me llames extranjero ellos no saben de idiomas
De límites ni banderas, míralos se van al cielo
Por una risa paloma que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero piensa en tu hermano y el mío
El cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,
Ellos no eran extranjeros se conocían de siempre
Por la libertad eterna e igual de libres murieron
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
Mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
Y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.


Rafael Amor
www.rafaelamor.com








4 comentarios:

  1. Los que estáis en el mar con vuestro sueño,
    igual que los que en tierra con la muerte,
    jamás veréis el cielo de los pájaros
    donde una rosa azul se desvanece.

    Muertos ya sin remedio, reposando
    bajo el ojo luciente de los peces:
    el aire que en la tierra respirabais
    ahora es agua mortal que os detiene.

    Unico y solo mar, donde la noche
    se tiñe de verdor, extrañamente.
    Altos prados de sueño que, hacia arriba,
    crecéis bajo la luna refuljente...

    Pero la mar redonda, con sus muertos,
    rueda por el espacio dulcemente.
    Lagrima del Señor, va resbalando
    por su mejilla azul llorando siempre.
    Jose Luis hidalgo

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    1. Gracias por el `poema José Miguel.
      Siempre lloraremos por tantas muertes injustas.

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  2. Creo que si, si que tiene que ver con la memoria, muchos niños españoles tambien fueron asesinados por el horror de la injusticia, la intolerancia, la necesidad de someter al otro, por esas mismas cosa este pequeñin, su hermanito y su mama fueron asesinados, como tantisimos niños en la historia del sometimiento y la irracionalidad del poder ilegitimo.-

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    1. Así lo vemos nosotr@s. Por ello la imperiosa necesidad de este recuerdo. Ojalá la muerte de Aylan no quede impune, como tantas ...

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