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1929. En el 85º aniversario de la proclamación de la II República española

María Torres / 14 Abril 2016

La República española sigue siendo el pueblo. El mismo pueblo que defendió con su vida un ideal de libertad y el mismo pueblo que sigue luchando por la Memoria y la Justicia.

La República española es Azaña, Negrín, Rojo, Federica Montseny, Durruti, Clara Campoamor, Victoria Kent, García y Galán, Pasionaria, Miguel Hernández, León Felipe, Antonio Machado, Cernuda y Celaya, Rosario "dinamitera", las maestras y los maestros, los miles de represaliados, los miles de presos y presas que pasaron por los campos de concentración y cárceles franquistas, los miles de asesinados por las balas del odio, los que aún yacen en las cunetas, la guerrilla antifranquista, los transterrados, el Winnipeg y el Stanbrook, las mujeres de Ravensbruck, los hombres de Mauthausen y la Nueve.

Porque como decía Camus: "La República española no ha dejado de existir jamás en derecho. Fue desposeída por la fuerza, pero para todo espíritu democrático su existencia legal sigue en pie."

Para el maestro Machado, el viejo republicano para quien la voluntad del pueblo era sagrada: «La República es la forma racional de gobierno, y por ende, la específicamente humana. Contra ella pueden militar razones históricas, místicas, sentimentales, nunca razones propiamente dichas, que emanen del pensamiento genérico, la facultad humana de elevarse a las ideas. Por eso la República cuenta siempre con el asentimiento teórico de las masas, con sólo que éstas alcancen un mediano grado de educación ciudadana. Se requiere una abogacía muy sutil para convencer al pueblo de los motivos pragmáticos, nada racionales, que le aconsejen inclinarse a otras formas de gobierno. En España, esta abogacía ha fracasado. Porque a la monarquía española no la abona ya, a los ojos del pueblo, ni el éxito a través de la historia, ni el sentimiento religioso, ni siquiera el estético. No tiene defensa posible, y en verdad, nadie la defiende».

Y añade: «Los españoles somos naturalmente reaccionarios, no porque estemos siempre enamorados de lo viejo –muchas veces nos apasiona lo nuevo– sino porque nuestra posición firme es siempre contra algo. Tuvimos una República sin republicanos. Apenas había una docena en España –entre ellos me contaba yo– cuando, casi unánimemente, decidimos abolir el régimen monárquico. ¿Para siempre? ¡Bah! A los dos meses de proclamada la República, apenas había un español sin cartera, dirección general o sinecura del estado que no dijera: «No era ésta la República que yo había votado»»

Aprendamos de los errores. Es posible que la III República no sea una cuestión de tiempo o espacio. La República primero debe calar, impregnarse en el pueblo antes que en la clase política. El pueblo apenas ha comenzado a recuperar la Memoria de los que dieron su vida por defender el ideal republicano. Maduremos, avancemos... hasta que consigamos entender que la única forma racional de gobierno es la República, porque queremos una sociedad más democrática, más justa, más libre y más solidaria. 


¡Salud y República!








6 comentarios:

  1. Respeto y loor a los republicanos QUE LUCHARON POR UNA REVOLUCION SOCIAL..PIENSO QUE EN EL FUTURO MAS O MENOS PRÓXIMO UNA TERCERA REPÚBLICA ES INEVITABLE..pero no mitifiquemos la palabra república..republica fue la Argentina de Videla,el Chile de pinochet,o la Cuba de Batista..mas que crear la tercera republica..creo se debe CREAR UNA CONCIENCIA SOCIAL,POLÍTICA,ÉTICA ,ECONÓMICA, REVOLUCIONARIA Y POR SUPUESTO REPUBLICANA..sino, sera la tercera república y !el tercer fracaso republicano! !salud y revolucion social

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    1. Cierto. No hay que mitificar. Considero que a veces más que mitificar tendemos al romanticismo de lo que fueron los dos primeros años de la Segunda República y su envidiable brillantez intelectual. Nunca podremos recuperar aquella República.

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  2. Que razón tienes María. Más que nunca, ¡¡¡viva la República!!!

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    1. Muchas gracuas por tu comentario José Javier.
      Salud y República compañero!

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