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2775. Pontevedreses en los campos nazis



«Recordando la sangre derramada por todos los pueblos y los millones de seres humanos sacrificados, asesinados, inmolados por el fascismo-nazi, juramos no abandonar jamás el camino que nos hemos trazado. Sobre la base de una comunidad internacional queremos erigir a los soldados de la libertad caídos en esta lucha sin tregua, el más bello monumento: El mundo del hombre libre.» (Juramento de Mauthausen, 16 de mayo de 1945)



María Torres * - 27 de enero de 2019 - Revisado enero 2021

En el año 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó designar el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

Hoy y siempre es día de recordar a las víctimas del Holocausto, entre las que se encuentran alrededor de diez mil españoles a los que el régimen franquista nunca reconoció como tales ni aceptó su repatriación, y que fueron confinados en los campos de la muerte con el beneplácito de Franco y la colaboración del gobierno de Pétain.

Un total de 41 (que pueden llegar a ser 43) eran de la provincia de Pontevedra. Sobre ellos se está llevando a cabo una investigación, por lo que rogamos a los descendientes que contacten a través del correo deportadosgalicia@gmail.com para poder sacar a la luz las historias de este valioso contingente humano al que el franquismo primero y la democracia después, enterraron en la sombra.


Mauthausen

28 pontevedreses fueron prisioneros del campo de Mauthausen. De Vigo eran Agustín Cameselle Fernández, Domingo Castro Molares, Manuel Fernández Gutiérrez, Antonio Hoya Alonso, Marcelino Mariño Lago, José Novoa Grova, Ricardo Rodríguez Fernández, Francisco Rodríguez Otero; de Beluso, José Ferradás Pastoriza; de Bueu, Manuel Rey Cruz; de Caleiro, Antolín Rodríguez Abad; de Camposancos, Ángel Gómez Cortés; de Carril, José García Rodríguez y Antonio Quintans Romero; de Cesantes, Antonio Piñeiro Otero; de Covelo, Marcial Outerelo Abión; de Marcón, Manuel Coto Martínez; de Mourente, Urbano Sanmartín Abilleira; de Panxón, Jaime Martínez Pereira; de Pontevedra, Macario Cortegoso Rodríguez, Antonio Gómez Torres y Claudio Tizón Vázquez; de Quintela, José González Vázquez; de Quireza, Martín Ferreiro Álvarez; de Redondela, Alejandro Lafuente Pose y Olimpio Miguel Pazos; de Vilagarcía, Francisco Varela Loreino y de Vilaxoán, Ramón Díaz Rivas.

Los primeros en llegar a Mauthausen desde Angulema en agosto de 1940 fueron Macario Cortegoso, integrante de la segunda promoción de aprendices de aeronáutica en los años de la II República; Ramón Díaz, marinero, residente en Erandio; Ángel Gómez y Francisco Varela. En diciembre y desde Estrasburgo, entraron por las puertas del infierno Martín Ferreiro, casado y padre de cinco hijos, concejal del Ayuntamiento de A Coruña; Marcelino Mariño, marino del crucero Libertad; Jaime Martínez, pescador al que su familia había dado por muerto durante la contienda española; Olimpio Miguel, Antonio Piñeiro y Antolín Rodríguez.

En enero de 1941 desde Trier, llega Antonio Hoya, teniente de las Milicias Gallegas; Antonio Quintans, anarquista, casado y con residencia en Barcelona; Manuel Rey, marinero, casado y padre de tres hijos; Urbano Sanmartín, jornalero, casado y residente en Almacellas (Lérida). Desde Fallingbostel, y en una expedición entre la que se encuentra Francesc Boix, ingresan en Mauthausen Agustín Cameselle, teniente de la Guardia de Asalto; Domingo Castro, sargento de las Milicias Gallegas; Manuel Coto, que se registra como cantero de profesión; José Ferradás, marinero; José García, fogonero; José González, que a su entrada en el campo deja como dirección la de una peluquería de Pontevedra; Ricardo Rodríguez, alías "Meana", futbolista seleccionado para la Olimpiada Popular de Barcelona, y Francisco Rodríguez Otero, sargento de Carabineros.

En abril y desde Trier llegó Antonio Gómez junto con Marcial Outerelo, camarero con residencia en Madrid; desde Kaisersteinbruch Claudio Tizón, fogonero; desde Altengrabow, José Novoa, marino del guardacostas de la Armada XauenEn mayo de 1941 llega el miembro de la Guardia Nacional Republicana Manuel Fernández desde el stalag de Wiebelsheim. El último pontevedrés que ingresa en Mauthausen es Alejandro Lafuente, en diciembre desde Krems-Gneixendorf.


Otros campos

A Dachau fueron a parar Ramón Garrido Vidal (O Grove) y Antonio Ignacio (Vigo); a Neuengamme, los vigueses Arturo González Bastos, Eudaldo Martínez Mendez, y Manuel Sánchez Jalda y Manuel Pérez Taboada, nacido en Xeve; a Buchenwald, Antonio Lamas (Vilaxoán); a Sachsenhausen, Marcelino Vila Álvarez (O Grove); a Ravensbruck, Mercedes Núñez Targa (Barcelona/Vigo) y en Grini (Noruega), campo de administración nazi en territorio noruego, estuvo Ramón Muñoz Hermida (Dena) antes de ser enviado a Alemania.

Marcelino Vila fue deportado a Sachenhausen en enero de 1943. Casado y padre de tres hijos, era maquinista del Nuevo Emden, una embarcación que salió del puerto de Meloxo hacia en Cantábrico en agosto de 1937 con la escusa de hacer la costera del atún y arribó en un puerto de Bretaña, huyendo de la represión franquista.

Antonio Lamas, marinero refugiado en Francia, fue detenido en agosto de 1943 por la Policía de Seguridad del Reich (BdS). Deportado a Buchenwald, formó parte de la operación Meerschaum (Espuma de mar), que consistía en detenciones masivas con objeto de disponer de mano obra esclava destinada a la industria del armamento en los campos.


Deportados y resistentes

Ramón Garrido Vidal, Arturo González Bastos, Antonio Ignacio Alves, Eudaldo Martínez Méndez, Mercedes Núñez Targa, Manuel Pérez Taboada y Manuel Sánchez Jalda fueron detenidos y deportados por acciones de resistencia.

Ramón Garrido, alías León Carrero Mestre, responsable del grupo de resistentes españoles Finisterre de Brest, encarcelado en la prisión central de Eysses y deportado a Dachau; Arturo González, deportado al campo de Natzweiler-Struthof y dos meses después transferido a Neuengamme; Antonio Ignacio buscaba escondite a compatriotas perseguidos  y se ocupaba de su paso al grupo de maquis dirigido por José Vitini. Fue deportado a Dachau; Eudaldo Martínez, saboteó las torres eléctricas de la fábrica de la organización TODT en la que trabajaba. Detenido por la sangrienta Brigada Poinsot fue internado en Neuengamme; Mercedes Núñez formaba parte de la 5ª Agrupación de Guerrilleros Españoles del Departamento de l’Aude, fue deportada a Ravensbrück; Manuel Pérez, sargento del Ejército republicano, fue apresado en Burdeos y encarcelado en Fort du Hâ, Fort de Romainville  y  por último en Compiégne, desde donde es deportado a Neuengamme; Manuel Sánchez, marinero motorista en la Base Naval de la Graña, dinamitó una cisterna de combustible de un convoy nazi y fue deportado a Neuengamme. Más tarde transferido a Bergen-Belsen.


*


De los 28 pontevedreses recluidos en Mauthausen, perecieron un total de 22. La mayoría en Gusen y cuatro en el Castillo de Hartheim, lugar al que Simón Wiessenthal denominaba "la escuela de los asesinos", uno de los seis centros de eutanasia del programa Aktion T4 del Tercer Reich y donde fueron exterminados 449 españoles.

Arturo González murió de neumonía en febrero de 1945 en el campo satélite de Meppen-Dalum; Marcelino Vila, tras pasar varias veces por la enfermería, pereció en febrero de 1944 en Sachsenhausen.

Catorce pontevedreses lograron sobrevivir al horror y a un sufrimiento inconmensurable.

A todos ellos debemos hoy y siempre, recuerdo, reconocimiento y homenaje.



* María Torres, investigadora de Vigo, lleva tres años trabajando en reconstruir la memoria de los vigueses que participaron en la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad colabora con la ARMH en Galicia investigando la historia de los ciudadanos de la provincia de Pontevedra deportados a los campos nazis.








4 comentarios:

  1. De parte de Ana Bonet:

    "Como familiar de represaliados republicanos españoles, no puedo más que emocionarme al leer este trabajo de investigación, elaborado con mucho rigor y sensibilidad.

    Pasaron demasiados años de silencio y desmemoria y sin embargo hay tanto que hacer para recuperar la memoria callada de nuestros heroes que no tienen por que quedarse anónimos."

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    1. Gracias por tus palabras Ana. Tenemos el deber de recordar y hablar en nombre de lis muertos. Un abrazo.

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  2. De parte de Pablo Iglesias Núñez:

    " Magnífico trabajo de memoria e investigación.

    Cuanto me alegra y me emociona ver que la tarea de recuperación de la memoria de los deportados republicanos gallegos esbozada en parte por mi madre, Mercedes Núñez Targa, que solo abarcaba a los que perdieron la vida en los campos nazis, tiene relevo.

    Este trabajo, tratado con rigor y cariño a la vez, es imprescincible para darles la razón a los que claman que debemos olvidar.

    Los familiares de represaliados y las nuevas generaciones tienen todo el derecho a conocer su propia historia."

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    1. Gracias Pablo. He sido una osada, lo se, en recoger el testigo que dejo la excepcional mujer que fue tu madre. Ojalá pueda terminar el trabajo que ella comenzó. Un abrazo.

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