Primera imagen difundida por la prensa internacional sobre el bombardeo de Gernika, publicada en el Daily Worker |
Informe de la testigo Dña N.N. sobre la
destrucción de Guernica
Dña. N.N.
Comparece y declara:
«El día 26 de abril de 1937, lunes día
de feria en Guernica yo me hallaba en esta villa dedicada a labores
de mi tienda de tejidos. Aquel día afluyó al pueblo más gente que de ordinario:
por ser día de feria y porque muchos aldeanos se dieron por cambiar la moneda
conforme estaba ordenado; también llegaron varios batallones de milicianos que
iban de retirada.
Durante la mañana los aviones del
ejército de Franco evolucionaron muchas veces sobre el monte Burgoa, pasando
por Oiz y Urkiola. Como algunos se acercaban a veces a Guernica, sonaron con
frecuencia las campanas de alarma (las de Sta. María y de S. Juan). A
consecuencia de tanto toque de alarma, la gente tuvo que retirarse a los
refugios (uno en el Ayuntamiento; tres en el Paseo de la República; uno en el
palacio del Conde de Arana; uno en el Asilo Calzada: uno en Talleres de
Guernica, uno en la estación del ferrocarril) y a los montes numerosas veces a
partir de las diez y media de la mañana. Durante la mañana no cayó ninguna
bomba ni hubo ningún otro modo de bombardeo.
Durante toda la mañana estuve en el
refugio del Ayuntamiento, junto con muchísima gente, casi todos aldeanos que
habían ido a la feria. Como tocaban las campanas tantas veces no tuve tiempo de
comer. A eso de las tres y media se oyó un nuevo toque de alarma y me fui a la
vega entre el puente de Rentería y el Instituto donde había una zanja: en ella
me guarnecí mientras un avión franquista evolucionaba sobre el pueblo. De
cuatro a cuatro y media volvieron a sonar las campanas de alarma, y vi como de
la parte del mar venía un avión, el cual dio la vuelta sobre el pueblo sin que
lanzara nada; en una segunda vuelta dejó caer una bomba sobre la plazuela de
San Juan de Ibarra; en otra vuelta, echó como ocho o diez bombas más a diversos
sitios del pueblo. Desapareció, yendo hacia Vitoria.
Después, a los cinco minutos, llegaron
cuatro aviones del lado del mar, y echaron muchas bombas por todo el pueblo y a
la gente que corría huyendo por los caminos a consecuencia del bombardeo del
pueblo, ametrallaban descendiendo muy bajo. Varias veces el lodo, el agua y la
tierra que las bombas, al explotar en el vecino río y en la vega, levantaban me
cubrieron en la zanja. A un gudari que estaba junto a mí la metralla le rompió
un brazo. Yo me trasladé hacia la carretera de Arrazua. Llegaron cuatro
aviones, cuando me encontraba ya en las afueras del pueblo y me eché en la
orilla de la carretera. Aprovechando los momentos en los que los aviones se
hallaban en el otro lado del pueblo, logré llegar hasta la panadería de
Zubiaurre. De aquí tomé una senda que conduce a un caserío. Aquí me guarnecí;
pero una bomba que cayó cerca rompió todos los cristales. Salí de allí y me
refugié debajo de un árbol cerca del caserío. Desde allí contemplé el bombardeo
de Guernica: las bombas se sucedían sin interrupción: apenas podía verse nada,
a causa del humo que envolvía Guernica. Desde allí también veía como los
aviones ametrallaban a los fugitivos en los campos. A las 8 aproximadamente
cesó el bombardeo retirándose los aviones franquistas. Vi muy bien la svástica
[sic] alemana en rojo, que ostentaban algunos aviones. Entonces volvía a
Rentería donde hallé a mis familiares: era imposible pasar a Guernica: las
casas o estaban destruidas o ardiendo.»
Está conforme con lo que me fue dictando
la informante.
Para que conste firmo en St. Jeand de
Pied de Port, el 24 julio 1937
La guerra civil en Euskadi: 136 Testimonios inéditos recogidos por José Miguel de Barandiaran
Edit. Bidasoa - Instituto de
Historia Contemporánea, 2005
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