Francisco Martínez López, "El Quico", en el monumento a las víctimas del franquismo en Tui, obra del escultor Silveiro Rivas Tui, 30 de abril de 2017 |
Como Guerrillero por la memoria, me adhiero a los colectivos constructores de la verdad histórica. En esta ocasión en Tui, cuya invitación me honra y traslado mi reconocimiento a María Torres, enlace con este encuentro.
Mi contribución será el relato de un extracto de mi trayectoria guerrillera antifranquista en Galicia. Un superviviente exiliado, que actúo, a la vuelta a España, en la continuidad de la lucha democrática para testimoniar, de aquella verdad de valores, de dignidad y ética ciudadana, enmudecida por la represión franquista y aun cautiva de la ocultación y el silencio, producto de los pactos y renuncias de una “Transición” frustrada.
Presente en Tui, como parte de mis espacios geográficos de memoria, me encuentro con mi parcela gallega de lucha armada contra la dictadura franquista hasta septiembre de 1951.
Fue en septiembre de 1947 que recorrí la “Vía Láctea” guerrillera de León Galicia para ir al congreso guerrillero de “cambio de táctica” decidido ante la nueva situación internacional: Guerra fría y condicionamiento a las políticas de Bloques militares.
La esperanza nos hizo armar de paciencia a todos las antifranquistas, pero otras formas de lucha se han impuesto, no menos reprimidas: más a tono con los tiempos. Los crímenes, la tortura, el odio de los fascistas, fue una constante, hasta que, saturados, los responsables del régimen franquista optaran por un cambio, que protagonizaron desde el poder, asegurando que quedase todo “Bien Atado”. Una nebulosa dejó a España en la incertidumbre sobre la verdad histórica del siglo XX.
En 1977, mi “Vía Láctea” fue desde Paris a Galicia, a encontrarme con aquellos compañeros enlaces y amigos, que esperaban del nuevo Gobierno Democracia con verdad, justicia y reparación.
¡Aun lo tenemos pendiente!
Ya en el siglo XXI España es punto de mira internacional. Los órganos de derecho internacional advierten reiteradamente que los crímenes de lesa humanidad cometidos en España no prescriben; que la impunidad es un fraude jurídico amañado en una Ley de Amnistía improcedente en 1977 dado a la capitulación de los que la negociaron en nombre de la democracia.
Los demócratas rendimos cuentas de nuestro pasado porque nos acompaña la dignidad del pueblo mártir, con ética. Es nuestra verdad: una verdad reconocida en el combate por los valores que nos identifican para liberarnos del dolor colectivo que sufrió todo nuestro pueblo durante 40 años de Dictadura.
¡Víctimas, pero no victimistas! que nos alejen del combate, pendientes de construir el mundo libre que añoramos.
Esa es nuestra venganza contra los tiranos y el mejor homenaje a todas las víctimas de la tiranía fascista. Un frente de lucha memorístico para restablecer la verdad, la justicia y la reparación, en memoria de todo el pueblo mártir.
Proponernos construir una sociedad, motivada y protagonista como la que nos arrebato la Dictadura en 1936-1939.
Queremos señalar cada lugar en el que el terror dejo huellas; trasmitir nuestras experiencias a las generaciones jóvenes, para inmunizarles contra la fatalidad de la repetición de tragedias, a imagen de la franquista desde el 1936 hasta la muerte del dictador.
Queremos construir desde la misma Utopía, articulando pluralidad de movimiento social, en la diversidad cultural o ideológica, con una ética que imponga las reglas de igualdad en la diferencia: libres todos ante sus destinos sociales, humanos, políticos ideológicos.
En lo que me corresponde, mi odio a la injusticia tiene como destinatario, el tiempo que queda para verla, superada.
Los actores en el presente, tenemos el referente del pasado trágico. Reivindicamos el conocimiento y la verdad sobre la huellas de los “Crímenes de Lesa Humanidad”. La localización de los asesinados llamados “desaparecidos”.
Queremos dar a conocer las Cárceles de Celanova, Orense, Coruña, donde se torturaba y se aplicaba cruelmente “el Garrote Vil”; queremos que la ciudadanía sepa qué fue "La Isla de San Simón" y que existieron más de 38 cárceles en Galicia, como penitenciarias así como los campos de esclavitud, como las minas de Wolframio de Silleda y Casaio donde se enriquecieron los jerarcas del franquismo. Los lugares masivos de fosas sin localizar ni dignificar a sus víctimas. Todo cuanto constituye una muestra para “Nunca mais”.
Por ahora tenemos más lucha que disfrute, hasta ganarle el pulso a la involución; hay que creer en el movimiento, que alumbrara nuevas perspectivas. Otra generación se reconocerá en los valores que hoy ilustran nuestra condición de soldados de la Memoria.
Como ex guerrillero contra Franco, luego guerrillero contra el olvido, es para mí una promoción humana estar en las trincheras del Movimiento Asociativo, en esta etapa de transformación con el arma de la verdad , por la justicia, la cultura colectiva y fraternidad democrática. Así seré digno para mis compañeros caídos y mis compañeras caídas bajo las balas fascistas. De miles de ciudadano o ciudadanas que con generosidad inagotable, hacían parte del Movimiento Guerrillero en sus casas y haciendo misiones de mucho peligro. Siempre inquebrantables ante la tortura o las Leyes de Fuga. Para eso estoy en estos actos que justifican mis razones.
Quiero serlo el tiempo me queda. El juicio que me hizo la dictadura franquista que sea trasferido a la sociedad para que tenga la última palabra, valorando o juzgando lo que en su nombre me he permitido protagonizar, en la lucha armada y en el resto de actividades políticas.
Gracias compañeras, gracias compañeros.
Guerrillero contra el olvido
El 30 de abril de 2017 Francisco Martínez López, "El Quico" participó en Tui en el homenaje a la guerrilla antifranquista, dentro de las jornadas de memoria republicana organizadas por Levada Libre.
"Guerrillero contra el olvido", dice acertadamente Francisco. Nunca daremos esa lucha por perdida.
ResponderEliminarSalud!
Nunca Loam.
EliminarLa Memoria es el único camino. Durante casi cuarenta y dos años desde la muerte del dictador hemos recibido lecciones baratas de democracia, lecciones de olvido, de ceguera, de injusticia, de borrón y cuenta nueva. Echamos de menos un gesto institucional de respeto y reconocimiento para todos aquellos que lucharon contra el fascismo. Una democracia debe fomentar la búsqueda de la verdad histórica.
Salud compañero!