Creo que el exilio es una dimensión de la vida humana, pero al decirlo me quemo los labios porque yo querría que no volviese a haber nunca más exiliados. (María Zambrano)
“... salir de él y el exiliado volviéndose a la Patria y el que vive en ella salir, una tercera salida en apariencia que corresponde a la salvación de la vida colectiva y elevación a vida histórica, salir del régimen. Esa salida si no va acompañada por algo más, por una conversión de tiempos, no es salida. Si el que está dentro sale, se convierte en exiliado de una clase distinta, sale de otro lugar y momento histórico en virtud de otro proceso el antifranquista. Los primeros exiliados no somos antifranquistas, éramos habitantes de aquella España sumergida, de ella fuimos despeñados, lanzados y somos sus supervivientes. Nos convertiríamos en antifranquistas si nos sumergiéramos en el momento histórico de la España de hoy y por tanto perdiendo nuestra condición de exiliados. ¿Se nos pide dejar de ser exiliados para ser antifranquistas? Con eso se nos elimina del proceso histórico y puede haber dos motivos en ello: eliminar el pasado, inasiblemente, y eliminar el fantasma de la guerra civil que se cree amenaza, repetición de la historia. Se cree que nosotros, la víctima, pedimos ser vengados y no, pedimos la paz formada en la conciencia.
Exiliado, portador de un pasado que planea sobre el presente pues no se le deja pasar, presente interrumpido... nuestro pasado lo hemos desgarrado tanto que está purificado y nuestra historia seguida en el exilio es pura, verdadera y falta consumarla.
Se quiere unánimemente que volvamos por contrarias razones, de acuerdo en que cesen de haber exiliados. No es posible porque, ¿qué clase de pasado es éste que coincidentemente unos y otros quieren eliminar?, ¿qué pasado encarnamos o corporeizamos los exiliados? La cuestión es lo que allí se crea una vez regresado, la situación y categoría que se ostente.
El pasado debe ser asimilado, no eliminado, y antes ha de ser reconocido en su verdad, en la verdad de que es portador pues se debe destruir el pasado cuando es portador de un engaño. La pacificación ha de venir de todos y en forma muy específica del exiliado que es un enterrado vivo y una representación de Antígona, símbolo de la conciencia sepultada viva”.
María Zambrano, El exiliado
Roma, 18 de enero de 1961
"El pasado debe ser asimilado, no eliminado..."
ResponderEliminarLo decía María Zambrano el 18 de Enero de 1961.
Entonces ¿qué sucede hoy con nuestra "memoria histórica?"
Hay mucha gente interesada en borrar o suprimir el pasado, cuando está para ser asimilado; para aprender de el y no cometer los mismos errores.
A menudo la humanidad no lo ha hecho así. Por eso se estrella una y otra vez contra los mismos problemas; cmo ahora sucede en Europa...
Un abrazo.
Pero ya sabes lo que siempre se dice ... "No hay que reabrir heridas" ...
ResponderEliminarNo se puede pasar una página que no se ha leido. Nunca aprenderemos.
Este país se ha comportado siempre como un padrastro bruto e ingrato. ¿Sabrá algún día cuánto le debe a personas como María Zambrano? Yo sí. A esta extraordinaria mujer le debo buena parte de lo mejor que pueda haber en mí y la infinidad de momentos inolvidables que me deparó y me depara su lectura... "El hombre y lo divino", "Hacia un saber sobre el alma", "Los bienaventurados", "Algunos lugares de la pintura"... En "El hombre y lo sagrado" dice Zambrano: "Padece el hombre también porque en él se adentran a veces varias almas en discordia. ¿Quién, todavía hoy, no ha sentido la tortura de tener varias almas? O una sola que no entiende. El amor en esta tragedia es agente de unidad, lo será siempre. Y el amor también da la noción primera de libertad".
ResponderEliminarSólo encuentro una manera de agradecimiento hacia María Zambrano: leerla. Y es lo que hago.
Gracias, compañera, por abrirnos día a día las puertas de la memoria. Salud!
Me alegro que compartamos lecturas Loam.
Eliminar"Si hubiera que definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no solo es permitido, sino exigido, el ser persona.", decía esta extraordinaria mujer con una obra brillante que es hija y heredera indiscutible de la Segunda República española.
“Si somos pasado por ser memoria, memoria de lo pasado en España. Pero la memoria suscita pavor, que se reproduzca lo pasado y se piensa que es mejor olvidar. La verdad es todo lo contrario, los fantasmas vuelven. Lo pasado rescatado, clasificado por la conciencia… La historia que va a dar en verdad es la que no puede volver.”
Salud Loam!