Al estallar la Guerra la gran mayoría de los
intelectuales españoles, algunos de ellos comprometidos más con la cultura
que con un partido, se incorporaron a la facción republicana. Rafael Alberti decía
que la guerra les juntó a casi todos en la Alianza de Intelectuales
Antifascistas y luego el exilio les dispersó. La Alianza de Intelectuales
Antifascistas para la defensa de la cultura se creó el 30 de julio de 1936,
como respuesta al ensañamiento del fascismo en perseguir las letras y las
ciencias. Tenía su sede en el palacio Heredia-Spínola y se organizaba
conforme a un ateneo, manteniendo una división en áreas temáticas.
A ella se unió la Alianza de Intelectuales para la
Defensa de la Cultura, organización creada mediante la fusión de la Unión de
Escritores y Artistas Proletarios (grupo de activistas de izquierda política
valencianos) y Accio d'Art (grupo regionalista valenciano disidente del Círculo
de Bellas Artes de Valencia).
La Alianza realizó boletines y publicaciones. La
primera, "Milicia Popular", salió a la luz el 30 de septiembre de
1936. Sin embargo la más importante fue El Mono Azul. Las actividades fueron
diversas y, a nivel internacional, la que mayor impacto causó fue el II
Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura que tuvo su
sede central en Valencia, aunque se celebraron reuniones también en Madrid, a
pesar de ser una ciudad sitiada, y en Barcelona.
MANIFIESTO DE LA ALIANZA DE ESCRITORES ANTIFASCISTAS
PARA LA DEFENSA DE LA CULTURA
La Voz, jueves 30 de julio de 1936
Se ha producido en toda España una explosión de
barbarie en que las viejas formas de la reacción del pasado han tomado nuevo y
más poderoso empuje, como si alcanzasen una suprema expresión histórica al
integrarse en el fascismo.
Este levantamiento criminal de militarismo,
clericalismo y aristocratismo de casta contra la República democrática, contra
el pueblo, representado por su Gobierno del Frente Popular, ha encontrado en
los procedimientos fascistas la novedad de fortalecer todos aquellos elementos
mortales de nuestra historia, que por su descomposición lenta venían
corrompiendo y envenenando el pueblo en su afán activo de crear una nueva vida
española. Contra la auténtica España popular se ha precipitado para destruirla
o corromperla, envileciéndola con una esclavitud embrutecedora y sangrienta,
como la de la represión asturiana, ese criminal empeño de una gran parte del
Ejército, que al traicionar a la República lo ha hecho de tal modo que ha
desenmascarado la culpabilidad de su intención, agravándola con la de
traicionarse a sí mismo en la falsedad de los ideales patrióticos que se decía
defender, sacrificando la dignidad internacional de España y ensangrentando y
destruyendo el suelo sagrado de su historia. Y esto con tal ímpetu desesperado,
demoledor, suicida, que la trágica responsabilidad delictiva de sus dirigentes
lo ha determinado con características vesiánicas de crueldad y de destrucción
acaso jamás conocidas en España; en una palabra: fascista.
Contra este monstruoso estallido del fascismo, que tan
espantosa evidencia ha logrado ahora en España, nosotros, escritores, artistas,
investigadores científicos, hombres de actividad intelectual, en suma,
agrupados para defender la cultura en todos sus valores nacionales y
universales de tradición y creación constante, declaramos nuestra
identificación plena y activa con el pueblo, que ahora lucha gloriosamente al
lado del Gobierno del Frente Popular, defendiendo los verdaderos valores de la
inteligencia al defender nuestra libertad y dignidad humana, como siempre hizo,
abriendo heroicamente paso, con su independencia, a la verdadera continuidad de
nuestra cultura, que fue popular siempre, ya todas las posibilidades creadoras
de España en el porvenir.
Emiliano Barral, escultor; Luis Quintanilla, pintor;
Sender; Angel Ferrán, escritor; Ramón Gómez de la Serna; Sánchez Arcas,
arquitecto; Vicente Sala Viu, escritor; Miguel Pérez Ferrero, escritor; Luis
Lacasa, arquitecto; Carlos Montilla, ingeniero; J. Prados, catedrático de
Universidad; Juan María Aguilar, catedrático; José Fernández Montesinos,
escritor; Santiago Esteban de la Mora, arquitecto; A. Rodríguez Moñino,
catedrático y escritor; Rodolfo Halffter, compositor; Rosa Chacel, escritora;
Timoteo Pérez Rubio, pintor; Carlos Díez Fernández, médico; Concha Albornoz,
escritora; Blas J. Zambrano, maestro nacional; José Ignacio Mantecón,
archivero; Antonio Porras, escritor; Luis Buñuel, realizador cinematográfico;
Rafael Dieste, escritor; Antonio Sánchez Barbudo, escritor; Rosario del Olmo,
periodista; Rodríguez Leona, pintor. Miguel Prieto, pintor; Ramón Iglesia,
bibliotecario; Alfonso R. Aldave, escritor; Rafael Sánchez Ventura, profesor;
Adolfo Salazar, escritor; Gustavo Durán, compositor; Juan Chabás, escritor;
Delia del Carril, pintora; Emilio Niveiro Díaz, escritor; Julio del Camino,
escritor; José Ribas Panera, escritor; Pedro Garfias, escritor; Jaime Menéndez,
escritor; José Herrera, escritor; María Angela del Olmo, actriz; Eduardo
Ugarte, escritor; José Ramos , periodista; Acario Cotapos, músico compositor;
María Alfaro, escritora; Luis Pérez Infante, escritor; Joaquín Villatoro;
Rogelio Martínez Casanova; Santiago Ontañón, pintor; Carmen Muñoz Manzano,
inspectora de Primera Enseñanza; Emilio Delgado, escritor; Armando Bazán,
escritor; Xavier Abril, escritor; A. Del Amo Algara, escritor; Luis Cernuda,
escritor; Manuel Altolaguirre, escritor; María Zambrano, escritora; W. Roces,
catedrático; José Bergamín, escritor.
Como por premura de tiempo y dificultades de
comunicación no se han podido recoger más firmas, se advierte a todos los que
quieran sumar la suya a este manifiesto lo hagan enviando su adhesión a la
Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura,
Castellana, 18.
De rigurosa actualidad.
ResponderEliminarBesos Maria.